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Marc Roig, de profesión aventurero
La excusa sonaba tan previsible como curiosa. Había -hay- muchas preguntas para hacerle a Marc Roig, atleta de elite, liebre de lujo, escritor incipiente, fisioterapeuta de Bekele, y socio de Yannis Pitsiladis en el proyecto Sub 2h. Primera parte de una charla apasionante
Marc Roig (1984) responde el teléfono a través de Skype después de haber cruzado algunos mensajes por Whatsapp y no sin antes haber sorteado algunas dificultades lógicas por la diferencia horaria con la Argentina. Su acento catalán impregna una sala vacía de este lado y se pierde en el aire seco que advierte la venida de la primavera por el otro, a miles de kilómetros, en Eldoret. Llegó en 2009 para dejar atrás una rutina como atleta de elite y un trabajo en un gimnasio. Así, puso en pausa sus largos fondos por la costa del Mediterráneo. Hasta ahí, el prototipo de un aventurero que bien podría ser su personaje literario favorito, por caso Dantés, llegado a la isla de Montecristo a buscar el tesoro en medio de una noche tormentosa. El tesoro para Marc, su tesoro, era la búsqueda de trabajo y nuevos incentivos en un voluntariado, y el tormento se tradujo en silencios interminables en las oscuras noches kenianas. Allí, en el voluntariado, conoció a la que ahora es su mujer, Mercy Rotich y empezó a trabajar como fisioterapeuta sin abandonar sus sesiones de entrenamiento en otro paisaje y con otros compañeros de viaje.
Además de aventurero, Marc Roig es tenaz, persistente. Casi un inconformista nato que busca ganarse en cada momento. "Cuando vivía en Madrid, estudiaba y entrenaba. Luego me marché a Amsterdam y quise seguir corriendo", dice. Su filosofía de vida se enmarca también dentro de sus obligaciones, una teoría difícil de llevar a la práctica en estos tiempos. "Sobre el año 2008 empecé a trabajar pero nunca quise un trabajo de 40 horas para no limitar mi rendimiento en el atletismo. E incluso ahora, cuando vivo como fisioterapeuta en Kenia, todavía lo combino bien con mis entrenamientos. De hecho, todavía sueño con intentar batir alguna de mis marcas personales", advierte. Esas marcas, 29h21m en 10 kilómetros, 64m57s en medio maratón y 2h18m08s en maratón, le valieron un certificado de excelencia que le abrió la posibilidad en un nuevo negocio, el de convertirse en liebre (corredor que marca el paso para lograr determinada marca, ya sea para un atleta en particular o para la carrera en general). Con un vertiginoso crecimiento del atletismo de fondo africano que se confirmó en la década de los 2000, Marc se convirtió en una referencia de lujo para corredores orientales ávidos en la búsqueda de récords mundiales o buenos debuts en carreras de fondo. Lo saben Alessandra Aguilar (2h27m en Hamburgo) y Florence Kiplagat, que lo utilizó como liebre para lograr dos récords mundiales en medio maratón (1h05m09s), el último vigente hasta hace algunos meses atrás cuando fue batido por Peres Jepchirchir. Hablar de aquél momento implica para Marc volver a su tierra natal, Barcelona. "En 2014 fue la primera vez que ayudé a Florence Kiplagat a batir el récord del mundo de media maratón. Cuando me propusieron el trabajo, no hablaban de ir tan rápido pero en los días previos a la carrera me advirtieron de que el objetivo real era el récord del mundo. Me supuso un poco de presión pero también mucho orgullo que contaran conmigo para este trabajo. Cuando lo logramos estábamos todos felices".
Lo sorprendente de Marc Roig es que con seguridad fue uno de los mejores corredores de España en los últimos años, aunque últimamente se haya destacado por su trabajo como pacer y su oficio de fisioterapeuta. Entre todas sus ocupaciones, él vive con naturalidad un proceso que tiene distintas aristas y que, como él mismo afirma, le da un plus a la hora de encarar algunos proyectos ambiciosos como Sub 2 horas o las difíciles empresas de rebajar marcas para otros atletas. "Mi transición de la carrera de alto nivel al mundo laboral no creo que se haya dado nunca. Ambas pasiones, correr y la fisioterapia, se han combinado tan bien como ha sido posible desde el comienzo." Para graficarlo, va un poco más allá y cuenta que ese conocimiento de primera mano del cuerpo y de las exigencias del fondo junto al nivel de competencia le han permitido volverse una constante fuente de consulta directa para managers, entrenadores e incluso corredores. El caso sobresaliente es el de Kipchoge, un corredor a priori meticuloso y monitoreado que se sale de su planificación más conservadora para pedirle a Marc desde consejos hasta trámites personales y por supuesto, entregarse a sus sesiones de fisioterapia. "En Kenia hay muchos masajistas y la técnica es muy distinta a occidente. A los keniatas les gusta dar masajes muy profundos, hacer que te retuerzas en la cama, son rudimentarios. En mi caso, es más suave, me gusta que el atleta se relaje. Además, a diferencia de occidente, aquí no hay aparataje. El atleta se tumba en su cama, en su casa, y trabajamos sobre él en su ambiente cotidiano. A mí me gusta centrarme en el masaje, soy sencillo en el método.", narra a la hora de contrastar entre las técnicas en África y su impronta.
Es sábado y para Marc eso implica una cosa: descanso. En medio sale a comprar cosas para el hogar, hoy le toca hacerse cargo por completo de sus niños mientras su esposa trabaja. Para él, que acumula más de ciento ochenta kilómetros semanales junto a los mejores atletas del mundo en largas sesiones que empiezan a las cinco de la mañana, correr aún guarda desafíos personales mientras se concentra también en los demás procesos. "Mis entrenamientos varían mucho en función de la época del año. Los adapto a mi trabajo y a la familia, pero también a mis objetivos, como por ejemplo el campeonato español de 10 km en ruta". Sobre su rutina, dice: "Suelo mantenerme en forma con cinco o seis días de entrenamiento aunque cuando tengo un objetivo concreto a la vista, aumento considerablemente el volumen y la calidad para poder rendir como se espera de mí, ya que en muchos casos se trata de hacer de liebre y tengo que cumplir con la tarea encomendada". Sólo dos días atrás de nuestra charla corrió una tirada de 37 kilómetros para la keniata Viola Kibiwott, que debutará en el maratón de Hamburgo el 23 de abril. De aquí y hasta el día de carrera, ocupará sus días jueves en ser "el guía" de la atleta que, como la mayoría de los africanos, primero brilló en la pista. Así es el compromiso que cerró con Valentijn Trouw de la holandesa Global Sports Communication, agencia con la que Roig suele trabajar como liebre. "Para Global no es fácil encontrar gente de 2h23m en el maratón y que te puedas fiar de ellos. La mayoría de corredores te dicen que si, pero si fallan es un gran fastidio para todos. En materia de liebres se busca la fiabilidad y no llevas agenda, tienes que estar disponible inmediatamente. Nos contratan para darles prioridad a los mejores, ese es el trabajo. Tienes que ser una persona polivalente, a veces te toca hacer de taxista o hacer trámites burocráticos."
Etiopía y Pitsiladis
"Llegué a Addis Abeba desde Kenia. En junio de 2015, justo cuando llevábamos un mes ahí, me salió la oportunidad de ir a Etiopía y no la dejé escapar". El hecho de mudarse provisoriamente a las tierras de Abebe Bikila supuso para Marc un cambio trascendental en su vida que desencadenaría en nuevos retos profesionales. Allí conocería nuevos métodos de entrenamiento pero sobre todo una sub cultura apasionante expuesta a través de los mejores fondistas del mundo como Haile o el mismísimo Bekele, algo que más tarde plasmaría en su libro "Corre como un etíope". Coincidencia o causalidad aparte, Kenenisa Bekele también se convertiría en un vínculo importante para Marc Roig, que participaría ayudándole a volver a la primera plana para asaltar los cuarenta y dos kilómetros, algo de lo que hablará en la segunda parte de esta entrevista. Sus estadías en África pasaron a ser largas temporadas entre Kenia y Etiopía, adonde Marc volvía para atender a los atletas y ocupaba su agenda como liebre. El hecho de esa permanencia entre uno y otro lugar quizás no tendría razón por sí misma de no haber existido una serie de propósitos que la movilizaran. La idea para ese entonces tenía nombre y apellido: Yannis Pitsiladis, prestigioso fisiólogo griego creador del proyecto Sub 2h para bajar las dos horas en maratón. "Suena muy gracioso, pero llegué al proyecto Sub2 a través de Twitter. Vi un tuit en el que se buscaba un fisioterapeuta para ir a trabajar con los mejores corredores del mundo y yo respondí diciendo que no sólo estaba interesado sino que además ya estaba en Kenia. Me preguntaron si estaba disponible para viajar a Etiopía al cabo de una semana y, al contestar que sí, me contrataron".
Rápidamente Marc pasó a aprender el método del griego y a compartirle sus conocimientos como fisio, conformando un equipo con verdaderas estrellas de la ciencia aplicada al deporte. "Trabajar con Yannis es apasionante pero también complicado. El día que existan los fondos necesarios para llevar a cabo el proyecto como se merece, será el mejor trabajo del mundo. Mientras tanto, se trata de tener mucha pasión y coraje trabajar obteniendo buenos resultados con las pocas herramientas con las que contamos. Pero nadie dijo que fuera fácil y muchos piensan que es imposible. ¡Hasta que lo consigamos!". A la distancia los signos de exclamación se vuelven resonantes y aunque parezca una empresa complicada, el español cree, al igual que el mentor del proyecto, que "Seguramente quien pueda correr cuarenta y dos kilómetros será un talento oculto a día de hoy. Por una cuestión de tiempo, Bekele seguramente no lo hará y es por eso que necesitamos a alguien capaz de correr como él (o más) en pruebas más cortas. Y para ello hace falta todavía encontrar la persona adecuada". Respecto a los avances tanto en Sub 2h como en -el proyecto de Nike- Breaking2 en materia de calzado y diseño, técnicas de oxigenación, bebidas hidratantes y el estudio de la ciencia en general, Marc es cauto y dice que "será necesario comprobar que una mejora en un campo no produce un empeoramiento en otro", un cuestionamiento constante teniendo en cuenta que determinados factores de los mencionados anteriormente podrían otorgar ventaja al corredor. En cuanto a fisioterapia, el catalán afirma que "La fisioterapia no ayudará a bajar de las dos horas pero permitirá que los otros aspectos lo consigan. Con un buen planteamiento desde la fisioterapia, el atleta será capaz de llevar el cuerpo más cerca del límite tanto en entrenamientos como en competición. Esta es su principal contribución".
Aunque Sub 2 horas ha ocupado gran parte de los últimos meses en la vida de Marc, ahora no es precisamente su único objetivo como profesional de la fisioterapia. Por una cláusula de confidencialidad no puede revelarlo, pero mientras responde a esta entrevista está trabajando en algunos aspectos del proyecto Breaking2, de Nike, con su amigo Eliud Kipchoge. "Mi trabajo con Pitsiladis va y viene, pasamos muchas horas juntos pero ahora por mi participación en Breaking2 me he distanciado un poco de él, de mutuo acuerdo y en buenos términos. Cuando termine B2 me incorporaré nuevamente a Sub2, algo que suena cómico". El griego sobrevuela la conversación, un auténtico revolucionario de la ciencia en el atletismo pero sobre todo íntegro en sus formas y valores. "Él es muy apasionado y lo transmite. Su pasión a veces va a tantas revoluciones que a los demás nos cuesta seguirlo, aunque cuando logramos hacerlo es un placer trabajar con él. Ahora el principal problema de Sub2 es la financiación, cuando aparezca eso seguiremos a tope, por ahora se sigue como se puede", y agrega que "En estos proyectos es muy difícil encontrar financiación sin dar nada a cambio, los que te dan el dinero a la larga se tienen que beneficiar de ellos. Las marcas han preferido hacer su propio proyecto antes de unirse a Sub2, salvo por -la bebida nutritiva sueca- Maurten diseñada y preparada especialmente para el proyecto Sub 2h y que busca solucionar el problema del rápido agotamiento del glucógeno en los corredores de larga distancia".
Entre pregunta y respuesta se mechan las anécdotas y un pequeño problema de último momento: la batería del móvil de Marc, que marca un 10% y le avisa que tiene que ir a descansar para el fondo del domingo. Antes de convenir una segunda parte de la entrevista, le pregunto qué opina sobre la reciente actuación de Kipchoge en Monza y de las posibilidades reales de atacar las dos horas: "Da muy buena vibración que haya mejorado su marca, él mismo califica su media en Monza como un entrenamiento. No todo lo que ocurrió en carrera permite que sea oficial, pero ha demostrado que es capaz de correr mejor que su tiempo oficial. Como dice, fue al 60%. Ser una persona de su confianza de Eliud y ayudarlo en algunas cosas puntuales y personales, me es muy gratificante".
Continuará...
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