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Roberto Lucke, el crack que brilló en el SIC dominador de la década del 70
Tan batallador como elegante, alguien lo definió con certeza: “Era un apertura que jugaba de ocho”
- 4 minutos de lectura'
PARA LA NACIONJorge Búsico
La década de 1970 entregó excelentes jugadores y equipos de rugby en la Argentina. El SIC dominó esa época. Su pack, arrollador en el scrum con su empuje coordinado, salía de memoria: Arturo Orzábal, Osvaldo Rocha, Fernando Insúa, Adrián Anthony, Jaime Rodríguez Jurado, Miguel Iglesias, Jorge Carracedo, Roberto Lucke. Este último debutó en la Primera con 18 años y medio en el título de 1971. Después, fue el octavo titular durante catorce temporadas más, logrando un total de 9 campeonatos (1971-73; 77-80 y 83-84). Con su vincha característica, Lucke fue un experto en manejar la base de un pack que en el fijo siempre iba para adelante. Dúctil, tan batallador como elegante. Alguien lo definió con certeza: “Era un apertura que jugaba de ocho”.
Roberto Lucke, que el martes partió a los 71 años, además fue, una vez que dejó de jugar, un gran entrenador de juveniles. En su club, durante varias temporadas, y en los Pumitas, junto a Coco Benzi, un Puma del 65, en 1999 y 2000, en los Mundiales de Gales y Francia, respectivamente. En el de 2000 su capitán fue Patricio Albacete, que lo definió en dos palabras: “Un crack”. El segunda línea del Bronce 2007 agregó: “Fue mi primer entrenador a nivel nacional y aprendí mucho de él. Siempre fue muy empático con los jugadores, sobre todo con los del Interior, y en aquella época, que no se le daba tanta importancia a la preparación física, él hizo especial hincapié”.
En el SIC participó en el XV de los grandes triunfos en 1980 ante Fiji y en Gales frente a Cardiff. También jugó en el seleccionado nacional y en el de Buenos Aires. En la historia Puma lleva el número 301. Disputó 5 tests y formó parte, en 1979, del plantel que realizó la primera gira por Nueva Zelanda.
Un compañero de ruta en la tercera línea del SIC, en varios de los títulos y también entrenando a los juveniles fue Ricardo De Vedia. “Tacho” escribió esta leyenda del “Gordo” Lucke: “Entre el 22 de febrero y el 16 de marzo de 1980 realizamos una gira de tres semanas por las Islas Británicas. El 14 de marzo jugamos en Irlanda, contra Mulingar R.F.C. Ese día, Roberto “el socio” Lucke, fue designado capitán. Estaba muy orgulloso y le pidió a sus compañeros que fueran con tiempo al vestuario. El club estaba ubicado en una zona rural. El vestuario era un galpón. Los jugadores acataron el pedido, del que era un gran líder de forwards y marcharon temprano a cambiarse, a escuchar la palabra de su capitán. El socio les pidió a los entrenadores que no ingresaran al vestuario y que lo dejaran solo con los jugadores. El referee estaba llamando a los equipos con su silbato. Ingresó primero el Mulingar. A continuación se abrieron las grandes puertas del galpón y como si fuese una estampida, entraron los quince jugadores del SIC, luciendo un cambio en su vestimenta, sus pantalones eran negros. Roberto Lucke había cumplido con su sueño. Los entrenadores estaban perplejos. El Veco Villegas se agarraba la cabeza, como si se acomodara una peluca. Quedó en la historia como el único partido en que el SIC usara pantalones negros”. La idea de ir a comprar los pantalones negros –un sacrilegio en el SIC, que siempre jugó con blancos- la pergeñó junto al otro cerebro en el manejo de la base del scrum, su compinche, hermano de la vida y compañero desde el colegio San Agustín y en las glorias deportivas, el Bambi Alfredo Soares Gache.
La ductilidad para jugar el rugby también la reflejó Guillermo Alonso en uno de sus escritos: “Pucará invitó a viajar a Fernie González Victorica y a Roberto Lucke. Esa gira de Pucará en 1974 fue de un gran éxito, enfrentando a los mejores equipos de Gales. En uno de esos encuentros, contra Tredegar Rugby Club, a los diez minutos del primer tiempo, “Palito” Wulf nuestro fullback se desgarró y tuvo que dejar la cancha. En esa época no había cambios, por lo que yo, que era el hooker y el forward más pequeño, pasé de fullback y el “Gordo” Lucke de hooker. A pesar de nuestro scrum con siete logramos un empate (0 a 0) dominando al pack contrario donde jugaba el pilar derecho titular del seleccionado de Gales”.
Por Jorge Búsico
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