Leonardo Senatore: "Como terceras líneas nos proponemos borrarlos de la cancha"

CARDIFF, Gales.- La metamorfosis que sufrieron los Pumas en los últimos cuatro años se trasluce con claridad en un dato: de un partido de cuartos de final a otro sólo un jugador se repite entre los titulares. Leonardo Senatore es el único que estuvo desde el inicio en aquel partido ante los All Blacks en Nueva Zelanda 2011 y que estará desde el arranque mañana frente a Irlanda.

Como nunca antes, esta ciudad empezó a convertirse ayer en una verdadera capital mundial del rugby. El Millennium es considerado por los propios jugadores como el mejor estadio para jugar este deporte. En Gales, el rugby es religión y se vive como en ningún otro país; como en Nueva Zelanda, pero más concentrado. Los pubs céntricos ya están llenos de turistas irlandeses, franceses, neozelandeses y, en menor medida, argentinos, y los Pumas están en el epicentro del sismo que se producirá este fin de con los dos choques de cuartos de final que se jugarán aquí.

Los Pumas jugarán ante Irlanda por cuartos de final del Mundial mañana a las 9, hora de la Argentina, con TV por ESPN 2 y Canal 7

El de mañana a las 9 (hora argentina) será el partido que todo el rugby argentino espera desde que hace casi tres años el sorteo deparó una zona accesible y a Irlanda o Francia como posibles rivales. "Somos conscientes de eso, pero no queremos cargarnos presiones que no corresponden", dice Senatore. "Sí estamos esperando este partido y queremos jugar al rugby. No queremos que toda esa presión, de decir si pasar o no a los cuartos de final es un fracaso o no, nos cargue con un estigma que nos pese en el partido. Tratamos de jugar bien al rugby, dar un paso adelante, y si Irlanda nos vence que sea porque jueguen mejor que nosotros y no porque no nos animamos a jugar o tuvimos un mal día."

En el plantel de 2011 también estaban Juan Fernández Lobbe, Marcos Ayerza, Agustín Creevy, Juan Imhoff, Lucas González Amorosino, Mariano Galarza, Marcelo Bosch, Juan Manuel Leguizamón, Nicolás Sánchez y Juan Figallo, pero por distintas razones ninguno será titular en los dos encuentros. Sólo Senatore. "La única similitud que tienen estos partidos es que son por los cuartos de final. En 2011 no teníamos la experiencia de haber jugado tantas veces contra Nueva Zelanda y ganar parecía algo imposible. Más allá de que uno salga siempre a ganar, sabíamos que si lo hacíamos iba a ser algo épico", continúa el octavo rosarino, que en aquel partido se mandó una corrida de 60 metros que terminó en el try de Julio Farías. "Hoy creo que Irlanda es un gran equipo, pero no es un imposible. Con la preparación que llegamos y la confianza que tiene el equipo, creo que se vive de otra manera".

-La tercera línea es un puesto clave en los dos equipos. ¿Cómo afecta a Irlanda jugar sin Sean O'Brien y Peter O'Mahony y cómo ves esa batalla?

-Si hay algo que nos proponemos nosotros como terceras líneas es borrarlos a ellos de la cancha. Al 6, al 7 y al 8, cada uno intentará que el otro desaparezca o que ni lo nombren. Nos viene bien que no juegue O'Brien, porque es un pescador tremendo, es un tipo que está siempre encima de la pelota, es uno de los mejores en su puesto. Pero por otro lado vimos el otro día que cuando entró Henry, Irlanda siguió jugando igual. No bajó en ningún momento el nivel. Salió O'Connell, salió Sexton, y lo mismo. Irlanda tiene un gran plantel y eso se nota. Sí tomamos los recaudos si entra uno o entra otro para saber cómo juega cada uno. Para saber y conocerlo.

-¿Fue una semana dura para el equipo por las bajas de Marcelo Bosch y de Nahuel Tetaz Chaparro?

-Obvio que eso afecta, porque más allá de compañeros son amigos y nos duele un montón en lo personal. Se los va a extrañar, pero si hay algo que tenemos que hacer, y ellos mismos nos lo dijeron, es mirar para adelante y resetear. Que es lo que hicimos cuando pasó lo del Flaco Carizza, que fue algo muy duro para todos. Tenemos que hacernos fuertes de esas cosas.

-¿En qué aspectos se va a definir el partido?

-Con tanta paridad va a depender mucho de cómo esté emocionalmente cada uno, y un poquito la suerte. Si la Argentina tiene un gran partido, a Irlanda le va a costar muchísimo ganarnos. Y si es Irlanda el que juega un gran partido, nosotros tendremos muchas dificultades para prevalecer. Depende pura y exclusivamente cómo nos levantemos.

-Con los antecedentes que hay ante Irlanda en Mundiales, ¿lo toman como un clásico?

-Había esa suerte de clásico, pero de nuestra generación no quedan de los que estuvieron en esa pica. Para nosotros es un cuarto de final, lo tomamos así. No es ni más ni menos por ser Irlanda. Pero obviamente el domingo vamos a querer ganarle cómo sea.

-¿Cómo están viviendo el Mundial?

-Trato de disfrutar de todo sin presión, sin volverme loco. Para mí es muy importante la merienda, jugar al pool, analizar los videos, ver los demás partidos. Y el día del partido, ir y jugar 80 minutos y disfrutarlo. Y creo que el equipo también lo está haciendo. Nos estamos divirtiendo mucho fuera de los entrenamientos, que es cuando más serios estamos. Mi experiencia me enseñó a controlar esa presión, esa ansiedad, y aprender a disfrutarlo. Estamos acá, es una fiesta del rugby, y creo que la Argentina está demostrando también adentro de la cancha que juega y que contagia esa alegría.

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