“La alegría es enorme porque hicimos la final que soñamos”

La cálida tarde en el exuberante y siempre agradable San Isidro comenzaba a darle paso a un festejo que se extendería desde la Catedral del rugby bonaerense hasta Don Torcuato, tierra del orgulloso campeón del URBA Top 14 y más ganador en los últimos diez años, Hindú. Tras lograr el primer puesto en la etapa regular e imponer condiciones ante Belgrano en las semifinales, la filosofía Hindú, casi un slogan de marketing autoimpuesto desde su ADN, desembocó otra vez en título: empapados de gloria, sudor y también regados por la cerveza que brotó en el palco corporativo donde recibieron la Copa, los hombres del flamante campeón ensayaron su análisis: "El año pasado lo vi desde afuera; me toca ser un referente y disfruto mucho poder dar la vuelta olímpica con este club. Tengo una alegría enorme porque hicimos la final que soñamos", dijo Mariano de la Fuente, quien no pudo contener el llanto y se quebró ante el grabador de LA NACION.

La historia de Hindú se forjó en la unión y el amor incondicional que profesan a diario sus intérpretes. Juan Fernández Miranda, que se retiró en la cancha del CASI en la recordada final de 2009, cuando derrotó al local, ayer volvió a vivir la coronación –segunda como entrenador; la otra, en 2012– en San Isidro: "Estoy orgulloso de este equipo, de cómo lleva a cabo la idea de juego y del compromiso de todos", aclaró. Siempre junto a Nicolás y Francisco, sus hermanos, además de Lucas Ostiglia, Manasa se divirtió con una curiosa comparación: "¿Si me gusta que nos comparen con los Barros Schelotto? ¡Me encanta, más si es Guillermo! Pero está claro que no somos Nico y yo, lo de Toto es tremendo, es nuestro sostén", afirmó el ex apertura.

Si bien el campeón tuvo puntos altos en todos sus jugadores, el año de Hernán Senillosa fue excepcional; a los 37 años, el Chori demostró vigencia, soltura y una potencia que lo erigió como el mejor dentro de un equipo de estrellas: "Cada torneo que ganás es lindo y distinto. El partido que le ganamos a CUBA no fue una revancha, pero pudimos arriesgar y jugar como nos gusta", destacó el centro. El retiro no es aún algo que el ex Puma pueda asegurar: "Ahora hay que disfrutar mucho este campeonato; después del verano veremos, acá nadie juega con el nombre. Si no rendís, tenés que dar un paso al costado", definió con su habitual aplomo.

Con el Elefante surcando el campo, un eufórico Diego Liberato –quedó al margen por una lesión ligamentaria– resaltó: "Hoy demostramos ser los mejores porque jugamos contra un equipo enorme como CUBA y le ganamos bien. Esto es un trabajo de todo el club, que va detrás de un proyecto y respeta una línea de trabajo". Así es la filosofía Hindú.

El orgullo de Piña en la jornada de su emocionado adiós

Buscado por todos y receptor de miles de besos, abrazos y pedidos de selfies, Lucas Piña no ocultó sus sensaciones en lo que fue su último partido con la camiseta de CUBA (la semana próxima debuta con el seleccionado de Buenos Aires ante Salta y será el capitán). "Me siento orgulloso de haber sido parte del mejor equipo de la historia de Universitario. No se pudo. Ellos fueron mejores", dijo, emocionado, el tercera línea de 30 años.

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