Hindú le ganó a Tucumán y sigue su camino rumbo a la séptima corona del Nacional de Clubes

Juan "Manasa" Fernández Miranda, quien tiene en su mochila cuanto título haya como jugador y entrenador de Hindú, vuelve a la frase a la que siempre recurre cuando a esta altura del año se lo consulta sobre cuáles son las premisas del plantel superior al comienzo de cada temporada: "Hay que bajarse del elefante para después volverse a subir". La consulta periodística tiene que ver porque, indefectiblemente, o Hindú se perfila para otro gran año o, como viene sucediendo desde que el Nacional de Clubes abre el calendario, ya está nuevamente en las instancias decisivas. Eso mismo pasó ayer: el campeón defensor se instaló por tercer año consecutivo en las semifinales después de un triunfo apretado (32-27) y que se le complicó al final (tackle salvador de Francisco Bosch en la última pelota) sobre el juvenil y apasionado Tucumán Rugby.

"Te juro que no hay mucho misterio y ni tampoco es una frase hecha, pero este equipo tiene un don fundamental: la humildad. Por eso, antes de empezar el año nos planteamos bajarnos del elefante", enfatiza Fernández Miranda, quien no dice lo obvio que lleva esa frase: Hindú suele terminar campeón de todo lo que juega (Nacional o URBA) y, como ya se hizo costumbre, festejando arriba del elefante, una ocurrencia del padre de los Fernández Miranda.

El rugby de Hindú es, entre tantas virtudes, un ejercicio para los periodistas, que ya han agotado todo adjetivo y análisis sobre su juego y sobre las bases desde donde se construye todo: el sentimiento de club y la pasión por este deporte.

¿Y qué es lo que se propuso mejorar Hindú para este año, después del doblete de 2015? Vuelve a contestar "Manasa": "Tratar de mantenernos pese a las bajas que se van presentando. Arrancamos sin el capitán (Belisario Agulla), sin Racca ni Cáceres, y ahí estamos, gozando nuevamente de una semifinal, a la que no cualquiera llega. Y en cuanto al juego, casi lo de siempre: mantener la intensidad y la continuidad".

Fernández Miranda se ríe cuando se le apunta que los Pumas -y, por lógica, los Jaguares- adoptaron un estilo que es el que viene pregonando Hindú desde hace casi tres décadas. "Me encanta lo que propone el Huevo (por Hourcade), y eso más o menos lo que se ve que están intentando todos los clubes en el país. Está bueno", acota.

Ahora Hindú tendrá un compromiso complicado ante el que hoy es el mejor equipo por fuera de Buenos Aires. Tala lo esperará en Córdoba y Fernández Miranda vuelve a citar el orgullo de estar otra vez en una semifinal. Y de estar a dos partidos de subirse otra vez al elefante...

Un tiempo le alcanzó a Belgrano para meterse en las semifinales por segundo año consecutivo. Tres tries y 10 puntos con el pie de Agustín López Isnardi en el primer parcial le bastaron para sacar una ventaja de 25-3 que la reacción de Rosario en la segunda mitad no llegó a remontar. Tras el triunfo por 25-22, Belgrano visitará el domingo a CUBA. Tala, en cambio, despachó sin inconvenientes a CRAI, de Santa Fe. El campeón cordobés y único invicto del certamen anotó ocho tries y se impuso por 53-7 en su cancha de Villa Warcalde, donde recibirá a Hindú. Por la permanencia, Tucumán Lawn Tennis venció a La Tablada por 27-22, y entonces Córdoba tendrá apenas dos plazas en 2017. La que pierde será para el NOA o el Litoral y la definirán Los Tarcos y Jockey Club Rosario en la final del Torneo del Interior, el domingo en Tucumán.

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