Hindú confirmó su dominio en la URBA: venció 24-0 a CUBA y se consagró campeón

LA PLATA.– El 26 de noviembre de 2005 Hindú derrotó a San Luis y se consagró campeón del Nacional de Clubes. Ayer, menos de diez años después, se quedó con el torneo de la URBA venciendo a CUBA 24-0 y completó el álbum: una década, diez títulos. Impresionante.

Otro detalle que potencia su epopeya: en este 2015 se quedó con la doble corona, algo que no conseguía desde 1996. Y hay más, claro. Por primera vez, desde 1998 y con la definición con finales, el perdedor queda en cero. CUBA chocó con un Elefante gigante, que edificó una muralla varios metros delante de su in-goal y que desplegó un rugby de alto vuelo.

La pregunta para Juan de la Cruz Fernández Miranda, uno de los entrenadores del campeón, fue sencilla: "¿Qué argumentos tuvo Hindú para este nuevo logro?". "El club", contestó Manasa, con voz entrecortada y se largó a llorar como un chico. Luego de dos intentos fallidos de continuar con su respuesta, se detuvo unos segundos y expresó: "Se explica desde la humildad". Se quebró de nuevo y se dio por vencido: "No puedo hablar". Lloró un rato.

Lo curioso es que el director técnico no fue el único que se emocionó hasta las lágrimas. El equipo de Don Torcuato juega cada torneo como si fuese el primero y en esa ambición está parte de su receta. Pareciera que no registrase sus logros. Jamás se conforma.

Es un Elefante con un sapo en la barriga: no convida. Ganó los últimos tres certámenes de los que participó (es el actual bicampeón de la URBA y campeón nacional). Este año jugó 24 partidos y ganó 21. Y esta temporada magnífica se cerró con un desempeño brillante. Hindú superó a CUBA en todos los aspectos del juego y en cada rincón de la cancha. No lo aplastó, pero sí lo dominó a su gusto. Más fino con la pelota, más preciso en las formaciones fijas, más ancho y más profundo. Y tuvo, además, dos actuaciones estelares: las de Sebastián Cancelliere (un wing que vuela y ayer marcó dos tries) y Severiano Escobio (el pateador que aportó 14 puntos con su remate quirúrgico).

CUBA tardó 68 minutos en acercarse al in-goal rival con la pelota dominada. Y cuando lo hizo, el campeón construyó un frontón. Esa jugada y un penal desviado de Juan Cruz González fue todo lo que hizo el Universitario en ofensiva. La culpa no es de sus jugadores; tampoco de su cuerpo técnico. El único responsable de ello fue Hindú, un equipo que alcanzó la excelencia en el momento más oportuno.

"Hicimos un partido redondo. Completamos un gran año, pero en esta final, la verdad, es que nos salió todo", se sinceró Lucas Camacho, que confesó la fórmula de un club que no se cansa de ganar: "Siempre damos vuelta la página y pensamos en ganar el partido siguiente".

El capitán Belisario Agulla, en el medio de los festejos, dejó un análisis tan breve como contundente que coincidió con el de Manasa Fernández Miranda: "Somos campeones de nuevo porque nunca perdemos la humildad".

El camino de Hindú en el Torneo de la URBA fue una marcha decidida hacia el objetivo. De los 15 encuentros que disputó, triunfó en 13. Sólo perdió con Atlético del Rosario (20-18) y con Newman (36-24). Daba la sensación de que el Bordó, que en la octava fecha lo superó con autoridad, era el único que podía destronarlo. Pero el club que se había quedado con el primer puesto de la etapa regular del Top 14 y soñaba con su primer título, se despidió en las semifinales y al Elefante se le allanó el camino. CUBA es durísimo, pero hoy está un par de peldaños abajo.

La campaña del campeón tuvo éxitos exiguos, como el de la última fecha ante Belgrano (29-28) y victorias holgadas, como aquella aplastante ante el SIC (62-7).

Fue el mejor y ayer lo demostró una vez más. Se puso en ventaja a los dos minutos con un penal de Escobio y, a partir de ahí, manejó el desarrollo con una templanza asombrosa. Los forwards ganaron su batalla y desde ellos nació gran parte de los ataques. Los backs, por supuesto, también hicieron lo suyo. Son rápidos, potentes e incisivos. Son un equipo completo. Perdón, un plantel completo, porque los que entran lo hacen tan bien como los titulares.

El primer tiempo finalizó 16-0 (tres penales y un try convertido), y a pesar de que quedaban 40 minutos, la sensación era de historia concluida. Así fue. Otro penal de Escobio y otra maniobra de Cancelliere, que amagó y apoyó, cerraron el marcador. Los últimos 25 minutos estuvieron de más. CUBA avanzó sin ideas, Hindú se empecinó en que no le convirtieran puntos y también consiguió ese objetivo.

Sí, el Elefante lo hizo de nuevo.

Las últimas 10 finales de la URBA

• 2006 - Hindú (campeón) / Alumni (subcampeón)
• 2007 - Hindú (campeón) / Alumni (subcampeón)
• 2008 - Hindú (campeón) / Newman (subcampeón)
• 2009 - Hindú (campeón) / CASI (subcampeón)
• 2010 - SIC (campeón) / La Plata (subcampeón)
• 2011 - SIC (campeón) / Alumni (subcampeón)
• 2012 - Hindú (campeón) / La Plata (subcampeón)
• 2013 - CUBA (campeón) / Hindú (subcampeón)
• 2014 - Hindú (campeón) / CUBA (subcampeón)
• 2015 - Hindú (campeón) / CUBA (subcampeón)

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