El scrum, un legado que el SIC recibió de Liceo Militar y revive en cada choque

Cada vez que los packs del SIC y Liceo Militar se medían en el scrum, no sólo disputaban una formación vital para cualquier partido de rugby: también estaban reviviendo una batalla que hace a la esencia misma de ambos clubes. En Boulogne, el partido fue ampliamente dominado por el local, que lo plasmó en el marcador con un rotundo 67-0. Pero la disputa del scrum fue mucho más pareja que el resultado final: Liceo todavía conserva las tradicionales técnicas del empuje coordinado que Francisco "Catamarca" Ocampo y Carlos "Veco" Villegas llevaron de Loma Hermosa a Boulogne hace más de 40 años. Porque si el SIC se hizo famoso mundialmente por su scrum, mucho le debe al legado que recibieron de estos dos emblemas de Liceo Militar.

El camino de Ocampo se cruza con el de Villegas en 1960, cuando el primero era profesor de rugby en el Liceo Militar General San Martín. Su influencia sobre el grupo de alumnos de Villegas fue fundamental para el lanzamiento de la práctica del rugby en el club, en 1962. Entonces, sin un lugar donde entrenarse, Liceo recurrió al SIC. Fue así como comenzaron a practicar el scrum de una manera distinta en Boulogne, ya que Ocampo compartió con ellos las técnicas de la conocida "bajadita" y el empuje coordinado. Hasta ese momento, en San Isidro se entrenaban con amansadora. Pero eso no fue todo, porque Ocampo comenzó a dirigir al SIC en 1969, hasta su muerte en abril de 1970. Horacio De Martini siguió al mando ese año, se consagró campeón e incorporó a Emilio Perasso y Carlos Villegas. Sí, el discípulo directo de Ocampo y pilar derecho del equipo de Liceo Militar que aplastaba al SIC en esas prácticas entre ambos packs de forwards.

Uno de los que siguen con este legado en Loma Hermosa es Adolfo Appesseche, actual entrenador de Liceo. "Ocampo hablaba del paradigma del trabajo en equipo. El scrum le da templanza al forward y en Liceo tenemos esa mística", cuenta Appesseche, ex hooker que debutó en la primera de su club bajo la dirección técnica de Ocampo, con cuyo nombre fue bautizada la cancha 1 de Liceo Militar.

El scrum es tan importante para este club que Nicolás Basile, pilar derecho en la derrota ante el SIC, reconoce: "Por más que ganemos un partido, si perdimos la batalla del scrum nos vamos amargados". Otro emblema de la vitalidad de todas estas técnicas y la tradición del scrum en Liceo es Fernando Villegas, hermano del "Veco", quien agrega: "Es práctica, método y constancia. Puro detalle". Así, de hecho, es como se define el dominio de esta determinante formación.

Hoy, el scrum no es sólo una fuente de obtención, también es un arma de dominio mental y físico y una fuente de infracción. Por eso el SIC tiene a Juan José Angelillo, un histórico de los Pumas, como encargado de supervisar el trabajo del scrum en todas las divisiones, y a Patricio Nealon enfocado en el entrenamiento de esta formación en Primera e Intermedia. "Sabíamos que íbamos a enfrentar a un scrum duro y muy parecido al nuestro", admitió Nealon tras el partido.

En Liceo Militar y en el SIC, estas enseñanzas se mantienen vigentes.

RECUPERA SU SOLIDEZ Y FUERZA GANADORA

El SIC y Liceo Militar son dos equipos que atraviesan realidades tan distintas como indica ese distante 67-0 que quedó, con justicia, plasmado en la chapa final del partido. El local llegó a las semifinales del Top 14 en 2013 y jugó el reciente Nacional de Clubes; en tanto que Liceo, volvió a batallar en la Reubicación del año pasado y tuvo una irregular actuación en la Copa Buenos Aires. Desde esas diferencias, el SIC debía remarcar lo hecho la semana anterior ante San Cirano. Volvió a mostrar signos de recuperación para dejar atrás un Nacional de Clubes en el que apenas obtuvo un triunfo y el debut con derrota contra Pucará en el torneo porteño. Ayer anotó 11 tries y su in-goal terminó invicto; mejoró en defensa, no fue desequilibrado por el potente pack de Liceo y tuvo una notable efectividad. Agustín Rosenblatt se lució con tres tries y Lucas Alcácer contribuyó con dos. Las piezas van ajustándose en el engranaje de este equipo, conducido por Alcácer y Santiago Méndez, a la espera de la recuperación de Benjamín Madero y Federico Serra, que ayer jugaron en Intermedia y Preintermedia, respectivamente. El próximo sábado, frente a Lomas, tendrá la oportunidad perfecta para revalidar esta levantada.

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