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Recuerdos que todavía duelen
Por Carlos Olarán Para LA NACION
Inevitablemente, la guerra es un hecho no deseado por nadie y mucho menos por quien tuvo la desgracia de tener una cerca o, aún peor, haber sido testigo de ella.
Ante las noticias que se escuchan a diario por la radio, se ven por la televisión o se leen en los diarios, los recuerdos empiezan a dispararse.
La Guerra del Golfo me encontró jugando al fútbol en Israel (Macabi Herzelia). Semanas antes del comienzo de las acciones bélicas, el gobierno israelí ya había dado las instrucciones de cómo protegerse ante posibles ataques iraquíes. El principal temor que se tenía era el miedo a un ataque químico. Las recomendaciones eran elegir la habitación más interna y comenzar el proceso de sellado. Ahí debíamos tener desde los alimentos hasta el agua. El gobierno nos había entregado desde las máscaras antigases hasta una cuna hermética para proteger al menor de mis hijos (Guido Ezequiel, de 10 meses) de un posible ataque biológico.
Nosotros teníamos todo preparado, pero cinco días antes del comienzo de la guerra se suspendió la actividad futbolística en Israel y junto con mi mujer y mis dos chicos (Guido Ezequiel y María Sol, de 3 años) decidimos irnos a Italia. Allí estuvimos una semana y al ver que la guerra no finalizaba nos fuimos a Suiza, donde nos esperaba Gustavo Costas.
Un mes después, en pleno febrero, en medio de la lluvia de los misiles, volví a Israel. Necesitaba negociar mi pase para poder continuar con mi carrera en otro país y allí conocí en verdad lo que es estar en guerra. En Israel estuve una semana, una interminable semana, en medio de las amenazas de ataques químicos y de lluvias de misiles.
Hoy, ante estas informaciones, cierro los ojos y me parece oír la sirena que anunciaba los ataques... Una noche debí encerrarme tres veces en el refugio: a las 8, las 18 y a las 20, en plena comida. Recuerdo que en el último sonido de alarma me fui a esconder con la cuchara llena de arroz, con la luz apagada y con la radio encendida esperando que nos autorizaran a salir... Un recuerdo que me marcará de por vida...
El autor es ex futbolista de Argentinos, Chacarita, Racing y All Boys.
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