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Qué pasó después de la ceremonia del retiro de la camiseta de Manu Ginóbili
SAN ANTONIO.- Resuena todavía por aquí la ceremonia del retiro de la camiseta de Emanuel Ginóbili . Hasta la madrugada se veían argentinos buscando un lugar para cenar, tras una noche que resultó emotiva. Se escuchaban charlas en las que se repetían las palabras de los protagonistas de la "misa" en el AT&T Center.
Pero sucedió mucho más que lo que pudo ver la gente. Porque cuando la casa de los Spurs apagó su show, comenzó a vivirse el costado más íntimo de una velada inolvidable. Sucedió que los mellizos Dante y Nicola arrancaron a correr por todo el estadio con una pelota, cada uno en la mano, e iban de aro a aro lanzando sin parar. La banda de la Generación Dorada se hacía bromas de todo tipo mientras que Many Oroño, la mujer del ídolo, se tomaba un respiro después de tantas lágrimas. Asimismo, Manu salía a reencontrarse con toda su gente para coronar la fiesta con una foto grupal con Raquel y Yuyo, sus padres, como actores principales.
No se terminó la emoción para muchos, porque Carlos Prunes, el representante del bahiense, hizo malabares para no quebrarse al hablar de lo que sucedió allí. "Fue algo… No sé, irrepetible, soñado", soltó Prunes al pasar y se le humedecieron otra vez los ojos. La emoción también embargó a Alejandro Montecchia, a quien se le escaparon varias lágrimas cuando escuchó a su amigo dedicarles varias palabras a Marianella y cuando se dirigió Manu a sus compañeros del seleccionado. Cada uno vivió la ceremonia como pudo. Incluso al pequeño Luca, el más chico de la dinastía Ginóbili no tuvo pudor en preguntarle a su papá qué es lo que pasaba a su alrededor.
Pidió el eterno 20 de los Spurs que todos sus invitados se agruparan en el centro de la cancha. Y salió al rescate Tom James, el jefe de prensa de San Antonio, y le solicitó de manera muy protocolar a todo su grupo de trabajo que colaborara con la organización de la foto. Amigos de Bahía Blanca, sus compañeros, de la selección, la familia de Manu y la de Many, nadie quedó afuera. Y como era de esperar, el propio Ginóbili se encargó de sincronizar cómo debían colocarse todos y hasta de señalar hacia dónde debían mirar para que la toma sea perfecta: "Todos al señor que está arriba de la escalera", ésa fue la orden del bahiense y, así, todos apuntaron su mirada a uno de los fotógrafos que tiene la franquicia.
Salió Luis Scola disparado hacia la zona de los vestuarios y desde el fondo se escuchó un "Luis, Luis, por acá". El que lo advirtió fue Andrés Nocioni , que estuvo en el centro de un grupo compuesto por Alejandro Montecchia, Fabricio Oberto , Pablo Prigioni , Gabriel Fernández y Pepe Sánchez. Y todos rodeados por sus esposas. Y el Chapu volvió a la carga: "Es que Luis no viene porque hay que hablarle en chino, ya no entiende el español", le explicó a Prigioni, los dos sueltan una carcajada y Nocioni la remató haciendo una cantidad de sonidos que simularon que hablaban en chino. Las risas llegaron se expandieron por todo el estadio.
El resto del grupo se quedó unos minutos más para sacarse fotos individuales con Manu, que miraba a su papá con una dulzura que conmovía. El 20 de los Spurs lo abrazaba cada tanto, le clavaba la vista y le apretaba los cachetes… Raquel, su mamá, los miraba y sonreía, mientras estaba atenta por dónde andaban corriendo sus nietos. Y también qué hacían el resto de sus hijos, Sebastián y Leandro, que todavía tenían los ojos vidriosos.
Brillaba la 20 de los Spurs en el cielo del AT&T Center y muchos de sus amigos se lo señalaban a Ginóbili y él prefería hacerles bromas. Como con Germán Beder, que es el jefe de prensa de la selección argentina, que mientras se sacaban una foto se gastaban bromas entre ellos. Many le propuso después otra captura, pero con toda la tropa de amigos, Manu bromeó con todos, se puso en el centro, hasta que llegó le llegó un mensaje que captó su atención y lo obligó a salir a las corridas del lugar: Luca necesitaba ir al baño. Lo tomó en sus brazos, Luca demostró su urgencia con su carita y su papá se abrió paso al grito: "Permiso, permiso, estamos con una situación de emergencia. Abran paso, abran paso".
Se saludaron todos los integrantes de la Generación Dorada y se dirigieron a la zona de vestuarios del estadio, una cena de gala organizada por los Spurs los tiene como actores principales. Apareció nuevamente Manu en la zona y le hizo señas a Many que deben ya sumarse a la propuesta de la franquicia. Se apuraron los Mellizos para no quedarse atrás, pero su papá les avisó: "Nos vemos mañana, ustedes se van con los abuelos". Le llegó el primer interrogante de Nicola: "¿Por qué mañana? ¿Dónde van?". Papá Ginóbili hace su explicación del caso y los pequeños aceptan sin chistar y camina con su abuela Raquel para buscar a Luca.
El resto de sus invitados se quedó unos minutos más y Leandro, el hermano mayor de los Ginóbili encabezó la retirada, ya que los Spurs los iban a llevar a ellos hasta donde cada uno estuviese alojado. Hoy será el día en que todos vuelvan a juntarse, amigos y familia, en la tranquilidad de la casa de Manu. A todo el grupo íntimo que acompañó en la noche de su retiro, todavía le quedan varias horas por aquí. Y eso el eterno 20 de los Spurs lo quiere aprovechar, por eso por la noche habrá cena de amigos en la casa en The Dominion.
Se acabó la actividad protocolar y comenzó la parte que más le gusta a Manu Ginóbili, la de los amigos y la familia.
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