Por qué Pizzi confía tanto en su plantel antes de la gran final ante Argentina

NUEVA YORK.- Pocos habrán imaginado, después del debut de Chile que terminó 2-1 para la Argentina, que los dirigidos por Juan Antonio Pizzi estarían a 48 horas de jugar la final de la Copa América Centenario, tres semanas más tarde. Pero esa fue una realidad contra la que jugadores como Alexis Sánchez , Claudio Bravo , Eduardo Vargas y el sorprendente José Fuenzalida se rebelaron. Sobre todo el último, "defensor" para los registros de la Conmebol y para los hinchas argentinos, fundamentalmente de Boca, claro, devenido en la figura electrizante que definió el partido ante Colombia temprano, convirtiendo un gol y gestando el otro en el 2-0 de la semifinal.

De lateral y volante por la derecha, a extremo con desborde y oportunismo para llegar al gol. Así es la mutación de quien hoy juega en la Universidad Católica y que fue víctima involuntaria de la reacción de los chilenos, que no comprendían por qué Pizzi sacaba de los once titulares a Edson Puch, de sobresaliente actuación en la goleada 7-0 ante México, para poner a "Chapita", cuyo gesto marcando una franja horizontal en el medio del pecho, tras su tanto, hizo recordar a otro wing –más genuino- con un dibujo similar en el pecho: Guillermo Barros Schelotto. Una imagen que los hinchas Cruzados viralizaron en las redes. Una celebración que fue respuesta a las críticas por su ingreso (en verdad, más por la salida de Puch) y toda una reivindicación para la elección del director técnico.

"Estoy contento por volver a jugar una final y porque lo conseguimos en un partido durísimo, que nos costó y hubo que trabajarlo. Estamos con la motivación en alto, sabemos que enfrentaremos a un rival durísimo, pero creo que si nos preparamos y hacemos nuestro mejor partido podemos pensar en un nuevo título", señaló Fuenzalida, con el ánimo en alto que caracteriza a los trasandinos.

Y cuando se le hizo referencia a lo decisivo que fue su desempeño en el comienzo, prefirió despojarse y analizarlo: "Colombia se sorprendió con los primeros 15 minutos que hicimos, de mucha intensidad y donde tuvimos gran eficacia. Llegamos un par de veces, convertimos dos goles y después ellos se nos vinieron encima, pero supimos manejar el resultado y nos llevamos la clasificación".

De todas maneras, reconoció que no es sencillo enfrentar las circunstancias que afrontó su rival y que no es fácil sostener ese ritmo: "Por la manera en que comenzamos y la efectividad, dimos un golpe duro. Colombia se demoró un poco en retomar el nivel. Después, sobre todo en el segundo tiempo, no jugamos de la mejor manera, pero supimos manejar el resultado y merecimos el triunfo".

Arturo Vidal, que volvería tras una suspensión, sí pudo desmenuzar la semifinal: "Como se dio el partido lo más importante fue ganar, pero además se hizo un buen trabajo. En lo colectivo estamos muy bien, contentos por lo que se ha logrado, y esperamos jugar de la mejor manera la final. Ojalá se repitiera la final que se dio en Chile. En lo personal, me ayudó para descansar el hecho de no haber jugado la semifinal, pero también hubiera sido lindo estar en el campo".

Antes de llegar a esta ciudad, donde en Manhattan ya se mezcla el acento de muchas regiones de la Argentina con el "cantito chileno", Pizzi advirtió: "Lo que más rescato de haber llegado a la final es que Chile tiene un grupo ganador y se los dije antes de jugar contra Colombia. No me refiero con "ser ganador" a imponerse siempre, que de hecho no sucedió, pero en sus mentes están convencidos, antes de un partido o de un torneo, de que van a ganar".

El entrenador argentino debe estar viviendo en carne propia aquello que se conoce desde que Bielsa llegó a Chile y que continuó Jorge Sampaoli. De aquellos equipos que parecían resignarse al fatalismo de las derrotas por anticipado, a estos seleccionados que consiguen títulos y son una fija en las Eliminatorias. "Esa ambición es la que les hace más fácil esforzarse, jugar con la intensidad con que lo hacen y se ve reflejado en la cancha. Así que vamos a seguir insistiendo con eso".

El buen momento de Chile encontró en el arquero Claudio Bravo la mejor respuesta, justo cuando más lo necesitaban sus compañeros. La seguridad en cada intervención, salvadoras algunas de ellas, que incluyeron sendos mano a mano, lo devolvió al podio que ocupa entre las figuras chilenas y uno de los jugadores más queridos. "Uno debe respetar las críticas si son constructivas. Soy consciente de que hubo partidos que no fueron buenos, pero trabajo con la misma humildad de siempre", aseguró el arquero de Barcelona, que pasado mañana enfrentará a su compañero, Lionel Messi, que no jugó en el primer partido de la zona. Los elogios, la admiración de Bravo por la Pulga son tan conocidos como el respeto que le tiene el argentino al que será su adversario ahora.

Las novedades que se conocieron al llegar los chilenos a su hotel en Nueva Jersey las dieron Alexis Sánchez, que tiene un dolor en los isquiotibiales; Jean Beausejour, al que se observó bajar del micro sin pisar del todo bien, y la posibilidad de que se haya recuperado el mediocampista Marcelo Díaz, que no jugó contra Colombia por una molestia que previno al cuerpo técnico de Chile para cuidarlo, por lo que podría volver en la final, lo que dejaría conformado un equipo muy parecido al del estreno.

gg/gs

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