Un escalón que no es tan grande hacia la categoría superior

Finalizado un año de muchas pruebas, llegó la hora del balance. Entre los cambios que introdujo la nueva dirigencia, la promoción entre el octavo equipo de los abiertos de Hurlingham y Argentino y el campeón de la Copa Cámara de Diputados por la clasificación directa para esos torneos en 2018 resultó una de las más novedosas. El 48º y último partido de la temporada de alto handicap dejó conclusiones.

La victoria de La Irenita por 11-7 sobre Chapaleufú mostró que existe una brecha entre una competencia y la otra, pero también que la diferencia no es abismal, que para los conjuntos de abajo es posible sortearla con tiempo y dedicación.

El mejor ejemplo es el propio La Irenita, que antes de dar el salto a la Triple Corona ganó dos veces la Cámara, en 2013 y 2014. En 2016 accedió al Abierto mediante la clasificación y luego dio la sorpresa al vencer a Washington y clasificarse para la temporada 2017, status que revalidó para el año próximo con su victoria en la cancha 1 de Palermo.

"La diferencia está en los caballos y el ritmo. Cuando pasamos la clasificación tuvimos que salir a comprar caro y a movernos, y lograr que la yegua buena no se fuera afuera", expresó Clemente Zavaleta, el Nº 3 de La Irenita. "Los caballos son el paso por seguir para Chapaleufú. También nosotros tenemos que seguir mejorando la organización, y después el ritmo va dándose mientras uno compite contra los mejores. Chapaleufú juega un h..., pero no está en el ritmo que da jugar contra La Dolfina y Ellerstina. La única forma de mejorar es jugar con los mejores", razonó Corchito.

Ahora queda en la formación ganadora de la copa Cámara seguir apostando para dar el salto. Pedro Falabella, Marcos Araya, Julio Novillo Astrada y Diego Araya ya tienen un importante activo: éste fue su segundo año jugando los cuatro juntos. En 2016, habían llegado a una semifinal por la Cámara y perdido contra El Remanso en un chukker suplementario, con la baja del experimentado back por una caída en el segundo período.

"Si se tiene un equipo armadito y se está bien organizado de caballos como para pensar en entrar al año siguiente, este sistema está buenísimo. Cambiaría que se jugara los partidos de la Cámara con la misma bocha que la del repechaje; es difícil adaptarse en tan pocos días", apuntó Julio Novillo Astrada.

Otra cuestión que expuso aquel encuentro de repechaje fue la conveniencia de ampliar la participación en la Triple Corona, dando a más jugadores la posibilidad de ser parte del circo grande, tanto con la extensión a 10 equipos como con la instauración de esta promoción.

"Se puede lograr un sistema un poco mejor, pero está claro que hay muchos equipos queriendo organizarse y jugar", manifestó Juan Martín Zavaleta, el mejor de La Irenita. "No veo que haya diferencias entre un Abierto de ocho equipos y uno de diez. Después de los tres de arriba, está todo parejo", estimó el Nº 2, refiriéndose siempre al campeón de la copa Cámara, no al célebre conjunto de los hermanos Heguy.

Más allá de los ocho primeros, la paridad es enorme. Este año disputaron la Cámara de Diputados 16 formaciones de entre 24 y 28 goles de handicap. Talento hay de sobra. En la medida en que más jugadores tengan más oportunidades de llegar a lo máximo habrá más motivación, más inversión, más beneficios para el polo.ß

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