Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Copa Potrillos: La Oma 10 fue el gran campeón, en un año a puro récord
Artemio Figueras, Pedro Chavanne, León Donoso y Rufino Lahulé se destacaron en una competencia que cumplió 60 realizaciones y tuvo 75 equipos participantes
- 5 minutos de lectura'
Sin dudas que la de 2021 fue una edición récord, con más de 300 chicos distribuidos en 75 equipos y 10 canchas del predio Alfredo Lalor de la Asociación Argentina de Polo, en Pilar. Así, la Copa Potrillos se volvió a mostrar como lo que es: el semillero del polo argentino, y por qué no, del mundo, ya que es el torneo de estas características más importante del planeta.
El certamen, que se inició en 1962 en el club Los Indios, de San Miguel, impulsado por Carlos Acuña, Roberto Tonnelier y Antonio Heguy, cumplió 60 ediciones y mucho cambió desde aquella realización original en la que participaron apenas dos equipos y costó muchísimo esfuerzo reunir a esos ocho jugadores. Desde aquella primera vez, claro está, la fisonomía y la forma de encarar el certamen mutó de una manera impresionante con el correr de los años.
Es que todo creció en un nivel exponencial, y no solo el número de jugadores participantes, sino también la infraestructura. A saber: antes los chicos jugaban con caballos tomados prestados de sus padres, y desde hace varios años son decididamente organizaciones dedicadas exclusivamente a que los chicos puedan participar lo mejor montados posibles. En consecuencia, cada chico o chica tiene sus propios caballos y llegan con sus propios petiseros. Y, claro, esto derramó en una evolución del nivel de juego, ya que la Copa Potrillos ya no es el único certamen que disputan los jóvenes proyectos de polistas. Lo cual implica un mayor roce y experiencia.
En ese certamen que se disputa en una sola y larga jornada y que cierra todos los años, el gran campeón fue La Oma 10, cuyos integrantes tienen 12 años, dos menos que el máximo permitido por la categoría, y fueron la sensación de la temporada. Ellos son Artemio Figueras, Pedro Chavanne, León Donoso y Rufino Lahulé, que juntos se llevaron la Copa Grand Champions Polo Club. Pero su buen andar no solo se vio en la Copa Potrillos, ya que venían también de ganar la Copa Diamantitos, la Martindale y la Tolo Polo.
“Estoy muy feliz de haber ganado con mi primo y con amigos, con los que juego hace mucho”, expresó Artemio Figueras para LA NACION. “Para nosotros, como padres, es muy lindo poder acompañarlos. La Copa Potrillos tiene muchas ediciones y yo también la jugué cuando era chico. Es la Copa para chicos más importante del mundo y para nosotros fue importante el espíritu de equipo. Artemio juega con su primo León, Pedrito y Rufino que son todos muy amigos y van juntos al colegio. Que su amistad se vea reflejada en la cancha es lo que me pone más contento”, valoró su padre, el polista Nacho Figueras.
“Y ganar es un premio para ellos y también para nosotros los padres, que hacemos un esfuerzo para conseguir caballos y para que jueguen prácticas y se entrenen”, agregó.
“Fue un campeón muy meritorio porque eran más chicos de edad que el resto y venían ganando hace rato en categorías inferiores”, le comentó a LA NACION Eduardo “Ruso” Heguy, quien desde hace ya varios años lleva adelante la organización de este certamen. “El balance de la Copa los Potrillos es espectacular, fue una fiesta para los chicos, y esa siempre es la idea. Es el torneo del mundo más importante a nivel juvenil y este año fue con récord de equipos inscriptos: más de 300 chicos jugando y más de 1500 caballos en el predio. Fue un placer organizarlo”, agregó.
El resto de los campeones fueron V8 (Potranquitas), El Milagro (Potrancas), Ellerstina (Mini Mini Potrillitos Copa de Plata), La Ensenada (Mini Potrillitos Copa de Plata), Polo Champagne (Mini Potrillitos Copa de Oro), El Trébol (Potrillitos Copa de Plata), La Irenita (Potrillitos Copa de Oro), La Querencia (Potrillos Copa de Plata) y La Sofía (Juveniles).
Desde luego que se trata de un semillero deportivo, pero también una fuente de valores. Es por ello que la Copa Potrillos hace especial hincapié en la conducta para quienes están tanto dentro como fuera de la cancha. Es por ello que existe un código de conducta de diez puntos para los participantes. A los y a las polistas se les pide que jueguen de acuerdo con las reglas, no discutan las decisiones de los jueces, controlen su carácter y no gesticulen en queja, entre otros. En tanto, a padres y madres se les solicita que alienten a sus hijos sin importar el resultado final.
“Estoy muy contento porque lo que permite este deporte es construir lazos de amistad, divertirse y aprender”, valoró Delfín Uranga, presidente de la Asociación Argentina de Polo, al sitio PoloHub. Y, específicamente sobre la importancia de este certamen, explicó: “La Copa Potrillos cumple 60 ediciones y es una de las copas más importantes y tradicionales. En ella está garantizado el semillero del polo argentino, porque es donde empieza todo. Y en ese sentido es espectacular contar con el predio de la Asociación Argentina de Polo, con 11 canchas y donde podés armar el lio que armás, dada la cantidad de chicos que vinieron a jugar”.
La Copa Potrillos, un semillero de polistas y de valores, ya cumplió 60 ediciones. Y va por muchas más.
Seguí leyendo
Otras noticias de Historias del deporte
Pasos en falso. De la gloria en los campos de juego a las páginas policiales: cinco celebridades del fútbol que terminaron mal
El desconcierto de Rodri. La noche en que Fernando Gago “sacó a pasear” al ganador del Balón de Oro en la Bombonera
Maradona vive. Del emotivo homenaje de Argentinos a 48 años del debut a un video inédito de 1979, en La Pampa
Más leídas de Deportes
Cronograma. Cuándo corre Franco Colapinto en la Fórmula 1: día, hora y TV del Gran Premio de Brasil
Detalles. Horarios del Gran Premio de Brasil, en la Fórmula 1
Con sorpresas. Así quedó el cuadro de semifinales del Masters 1000 de París 2024, tras los cuartos de final
Escalofriante. La violenta patada de un jugador de Argentinos que casi saca de la cancha a un símbolo de Vélez: roja directa