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Abierto de Palermo: La Dolfina, La Natividad y lo que dicen las estadísticas de los finalistas
Once rubros numéricos bajo análisis: en cuáles saca ventaja cada uno de los equipos que este domingo definirán el campeonato de polo más grande del mundo
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La ansiedad por la definición del mejor torneo del mundo deberá espera 24 horas. La lluvia caída el viernes obligó a las autoridades de la Asociación Argentina de Polo a reprogramar para este domingo los encuentros finales del Campeonato Argentino Abierto masculino y femenino. Pese al trabajo de más de 20 personas para neutralizar los espejos de agua que se habían formado en la cancha 1, se resolvió la postergación por un día, teniendo en cuenta que el pronóstico ya no muestra precipitaciones en el horizonte.
De esta manera, este domingo, desde las 14, en la cancha 2, La Dolfina y El Overo Z7 UAE disputarán la final femenina, mientras que a las 16.30, en la cancha 1, La Dolfina y La Natividad sostendrán la definición masculina.
Las estadísticas hablan
Los números son acusados de fríos. Las estadísticas, de “parciales”, de favorecer a uno y perjudicar a otro, o viceversa, según como se las tome. Pero las cifras manejan al mundo. Más bien, el mundo se maneja por cifras. Y algunas, muchas de ellas, son reveladoras. Permiten cuantificar y sostener análisis. Quizás no las usen mucho para sus preparativos La Dolfina y La Natividad, los finalistas del Campeonato Argentino Abierto de polo, pero los datos están y muestran qué pasó hasta ahora en el torneo que definirán este domingo los dos clubes de Cañuelas, por tercer año seguido protagonistas en el desenlace del Abierto de Palermo.
Desde hace varias temporadas la Asociación Argentina de Polo lleva estadísticas de los tres certámenes de Triple Corona (Hurlingham, Tortugas, Palermo). Bastante minuciosas: goles, pases, tiros al arco, penales al arco, recuperos y pérdidas de bocha, throw-ins, infracciones, efectividad... La impresión, antes de mirar planillas, es de que La Natividad viene jugando mejor, y de que La Dolfina está más consistente en defensa. ¿Suceden tales cosas? ¿Qué dicen las cifras, al cabo de cuatro partidos para cada uno de los 10 equipos que han participado en el campeonato más grande del planeta?
El cuadro azul y el verde están invictos, con cuatro triunfos, cada uno en su zona, es decir, contra distintos rivales. Y son los más anotadores. La primera diferencia está en los goles: La Natividad, que les ganó a La Irenita, El Overo, Ellerstina y La Ensenada, obtuvo 81 tantos, y La Dolfina, que derrotó a La Hache Cría y Polo, La Esquina, Cría La Dolfina y La Hache, consiguió 70. Es decir, Bartolomé (h.) y Camilo Castagnola, Facundo Pieres y Pablo Mac Donough promediaron 20,2 goles por partido, contra 17,5 de Adolfo Cambiaso (h.), David Stirling, Adolfo Cambiaso (n.) y Juan Martín Nero. Distancia no menor: el retador ha sido más prolífico en el ataque.
Hasta cierto punto, en rigor. Porque en tiros al arco están casi iguales: 116 de La Natividad, 115 de Dolfina. Ha sido más eficaz, sí, el retador que el defensor del cetro, con 56,8% contra apenas 41,7%. El tercero en remates quedó un poco lejos: La Hache sumó 98 disparos.
Los dos convirtieron mucho en condición de bocha viva, o bocha en juego, con relativamente pocos penales. A pesar de ser los mejores conjuntos, no tuvieron a disposición tantos penales directos al arco: el cuarteto de los Cambiaso contó con 32, y el de los Castagnola, con apenas 19. Claro que la cuestión se empareja en los tantos que “subieron” al tablero gracias a la eficiencia: La Natividad acertó 78,9% de sus ejecuciones de bocha detenida, entre Camilo Castagnola (9 de 12) y Facundo Pieres (6 de 7), y La Dolfina aprovechó apenas 68,7%, entre “Poroto” Cambiaso (17 de 21) y su padre, Adolfo (5 de 11).
Hay una estadística curiosa, un poco paradójica. No es sorpresa que los finalistas sean los equipos que mejor pasaron la bocha, pero llama la atención que no sean los que más lo hicieron. Entre los 10 participantes en el Abierto, La Dolfina fue el tercero en entregas entre compañeros, con 554, 12 menos que La Hache y 8 menos que Cría La Dolfina, y La Natividad aparece apenas noveno, es decir, penúltimo, con 470, o sea, 58,7 por partido, es decir, 7,3 por chukker. Apenas un pase por minuto de acción (cada período tiene hasta 30 segundos adicionales). Y no todos exitosos, ni mucho menos: los Castagnola, Pieres y Mac Donough registran 55,5% de aciertos en las cesiones. Eso sí: son los mejores, y de hecho, los únicos que tienen más pases correctos que incorrectos, con 261 contra 209. Los escolta su rival de este domingo, que no llega al 50%: hizo bien 276, hizo mal 278, con 49,8% de eficiencia. La Natividad tiene menos juego colectivo, pero lo lleva adelante mejor.
La Dolfina, en tanto, recupera más la bocha. Bastante más: con 497 quites, está segundo en el rubro –dominado por el laborioso hermano menor, Cría La Dolfina, con 509–, muy lejos de los 428 de su vecino, que figura nuevamente penúltimo en un apartado estadístico. ¿Y qué sucede en la contracara, las pérdidas? Un cambio: está mejor La Natividad, que con 257 es el cuadro que menos bochas dejó de poseer. El otro dream team acumula 285 y se ubica tercero, con La Hache y sus 267 en medio.
¿Y los throw-ins? Jugada importante en los partidos, determina una posesión desde una posición neutral. Habla de concentración y viveza. Y en eso ha sido algo superior La Natividad, con 66, aunque lejos de los 82 de La Ensenada, al que escolta. ¿La Dolfina? Sesenta y uno, en el sexto puesto.
¿Y qué sucede con las infracciones? ¿Los finalistas han sido más víctimas o victimarios en la etapa de grupos? Si bien ninguno de ambos conjuntos fue muy protagonista en cuanto a faltas totales, entre cometidas y recibidas, hay una clara diferencia en cuanto a de qué lado del mostrador estuvieron más veces. De los 76 pitazos que hubo en las cuatro presentaciones de La Dolfina, 32 fueron contra jugadores azules y 44 contra sus adversarios, un saldo muy positivo. Lo llamativo es el balance de La Natividad: de los 72 cobros, la cantidad más baja entre los 10 cuartetos del torneo, 43 veces los infractores fueron los polistas de verde y apenas 29 los contrarios. Una marca impensada para un equipo finalista, y de tan alto nivel.
Entonces, ¿qué sugieren estas estadísticas, globalmente? Un repaso dice que La Natividad ha sido superior en goles, pases, tiros al arco, eficacia en remates y en penales el arco, throw-ins y pérdidas (en este último caso, por la menor cantidad). Y que La Dolfina presenta números más auspiciosos en penales totales al arco, recuperos, faltas recibidas y faltas cometidas. Sobre 11 rubros, en siete los Castagnola y compañía han estado mejor que los Cambiaso y compañía, que dominan cuatro. Además, los retadores prevalecen más en los campos relacionados con el ataque, y los campeones vigentes, en los defensivos y los tácticos, con más juego de equipo.
A todo esto, la final pondrá en juego, además de la copa y los premios de caballos y otros individuales, el trofeo de máximo goleador. Los dos primeros de la lista son jóvenes, de Cañuelas, oponentes este sábado y primos: Camilo Castagnola y Poroto Cambiaso. “Jeta” apila 34 tantos, incluidos 25 de bocha viva, 8 penales y un penal 1 (la AAP asigna como gol a un jugador esa situación), y su amigo Adolfo tiene 30 conversiones, entre las cuales 13 son de bocha en juego y 17 son ejecuciones. El de La Natividad lleva una ventaja, pero la carrera en ese rubro –que ciertamente no los desvela– está abierta.
De los protagonistas de Palermo que aún están en competencia, nadie más tiene chances reales de llevarse ese título. El más cercano perseguidor de los chicos es Cambiaso, el tío y papá de los chicos, con 23 anotaciones. Entre ellas se destacan dos apartados: Adolfito acertó dos córneres, y es el que más de esas ejecuciones convirtió en el Abierto, y acumula 18 tantos de “jugada”. Salvo su sobrino Camilo, nadie posee más goles que él en esa condición, la más natural del juego. A los 48 años, sin ser el “Dolfi” de las mejores épocas, sigue impactando con las estadísticas.
Cuestiones, en definitiva, que revela un vistazo a los muchos registros en cifras que desde hace unos años ofrece la Triple Corona. Serán fríos o no, pero los números dicen cosas, si se sabe interpretarlos.
Las formaciones
La Dolfina: Adolfo Cambiaso (h) 10, David Stirling (h) 10, Adolfo Cambiaso (n) 10 y Juan M. Nero 10. Total: 40.
La Natividad: Facundo Pieres 9, Camilo Castagnola 10, Pablo Mac Donough 10 y Bartolomé Castagnola (h) 10. Total: 39.
Jueces: Gastón Lucero y Guillermo Villanueva (h).
Árbitro: José I. Araya.
Cancha: N° 1 de Palermo.
Hora: 16.30
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