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Abierto de Hurlingham: La Dolfina se metió en la final con gol de oro en el suplementario
El equipo de los Cambiaso se impuso con lo mínimo frente a una Ellerstina combativa y habrá una final de 80 goles
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Se repite la tendencia: Castagnolas y Cambiasos se cruzarán en una nueva final de la Triple Corona. En esta oportunidad, en el desenlace del Abierto de Hurlingham, el próximo sábado, en la sede del club ubicado al oeste del Gran Buenos Aires. El sábado, en la cancha 2 de Palermo, La Natividad logró el pase a la definición tras vencer a La Hache 14-11. Y el domingo, en el mismo escenario, picó su ticket La Dolfina, al imponerse a Ellerstina por 18-17 en chukker suplementario Se reeditó el viejo clásico, esta temporada con mayores equivalencias que en la anterior.
La Dolfina dejó el smoking en el palenque, se quitó los gemelos y el moño, se arremangó y salió decidido a trabajar el partido. Era una tarde para volcar empeño sobre el césped, descolorido a falta de agua, y no para intentar lujos y dibujar filigranas. Ellerstina lo obligó a ello. Es que el cuarteto de General Rodríguez, modelo 2024, se diseñó con el objeto de pelear arriba, con la idea de competir, no de participar, simplemente. Lo puntualizó Gonzalito Pieres luego del pleito: “Nosotros vinimos a dejar todo. Y como lo hicimos hoy, lo haremos en toda la temporada. Estoy muy contento con el equipo: El Sapo Caset es puro gol, Lukín Monteverde anda por toda la cancha y Nachi Du Plessis es huevo y huevo”.
Duro partido en un duro torneo. Donde a todos les cuesta. A los equipos, tomar ritmo luego de la extensa temporada en el exterior; y a los espectadores adaptarse a los nuevos métodos digitales, exclusivamente digitales, para obtener las entradas. Da la impresión que al público del polo, que no abunda como en otros deportes, le dificultan el acceso a los partidos en lugar de simplificárselo. Y a los aficionados, a esta altura del año, les brota el entusiasmo por el polo de alto nivel argentino, único en el mundo, ansía ver choques de jerarquía, como el que prometían La Natividad-La Hache, o La Dolfina-Ellerstina.
“Tengo efectivo, pero mi celular está sin batería, ¿cómo compro un boleto?”, se escuchó, con matices en el relato, y en varias ocasiones, por las boleterías de Libertador. La respuesta en todos los casos y con la mejor predisposición del personal a cargo, comenzaba con el indispensable requisito de bajar tal aplicación porque “las entradas son sólo digitales”. Es una pena la restricción porque el entusiasmo está en la gente. Y una vez en la tribuna con el partido en marcha, superadas ciertas dificultades, crece el fervor y el espectáculo alcanza otra dimensión con el aporte bullicioso y colorido de las tribunas, hoy, a medio llenar en la cancha 2.
Lo mejor del triunfo de La Dolfina
La primera parte del viejo clásico se perdió entre fouls, protestas y algunas tarjetas amarillas (Juan Martín Nero en el segundo chukker; Sapo Caset, dos veces en el tercero, y Pelón Stirling, en el séptimo). Pero en la segunda mitad levantó el nivel y tuvo su máximo esplendor en los últimos períodos, donde se mataron a goles. Al ida y vuelta y a las variaciones en el marcador, se le agregó el suspenso y la intriga. Cada ataque escondía un gol o una infracción, en ocasiones leves aunque severamente castigadas por los jueces y el árbitro. El clima se cortaba con una fusta. Nadie se movía de sus asientos. Cualquiera de los dos podía ganar, tanto el fabuloso equipo de 40 goles, como el nuevo team de 35, de gran rendimiento.
“Fue durísimo”, comenzó a decir Poroto Cambiaso, al requerírsele una opinión del encuentro. “La cancha estaba complicada, se hizo difícil manejar la pelota, y salió muy disputado. De a ratos lo controlamos nosotros y de a ratos perdimos ese control, tendremos que trabajar en extender esos períodos de dominio”, agregó el autor del gol del triunfo en el periodo agregado. Una jugada personal, contra el arco que da al norte, el número 3 de La Dolfina liquidó el asunto y lo celebró a lo grande, con un apretado y prolongado abrazo con su padre, el primero en cruzarse en su camino rumbo al palenque.
En Ellerstina se mezclaba el conformismo por la actuación, poniendo en jaque a una máquina de 40 goles, con el enojo por algunos fallos arbitrales que consideraron injustos. Gonzalito Pieres, conductor de su equipo, opinó: “Me voy con bronca por algunos foulsitos que nos cobraron. No se entiende qué cobran, la gente tampoco y por momentos los silbó a los referís. Me parece que cobrando cosas chiquitas como hoy estropean el espectáculo”.
El gesto adusto se le borró de la cara a Gonzalo cuando se refirió al equipo: “Estoy muy contento. Anduvimos muy bien. Y nosotros estamos para esto, para dejar todo. Cada uno de mis compañeros tiene lugar en el equipo para lucirse. Estamos muy bien, a pesar del resultado negativo”, concluyó. Poroto Cambiaso también reconoció ese valor agregado de la Z, un espíritu y un juego no se veía tan nítido en la temporada anterior: “Ellerstina está para pelear, seguro. Lo demostraron en el partido anterior y lo ratificaron hoy”, afirmó el heredero.
La Natividad y La Dolfina volverán a verse. Se conocen de memoria. Pero esta vez hay un elemento nuevo: los dos suman la valorización perfecta y el sábado, los aficionados al polo podrán disfrutar de una renovada edición del nuevo clásico. Ahora con 80 goles. Un partido a todo o nada.
La síntesis
La Dolfina 18 vs. Ellerstina 17
- La Dolfina: Adolfo Cambiaso (h.), 10; David Stirling (h.), 10; Adolfo Cambiaso (n.), 10, y Juan Martín Nero, 10. Total: 40.
- Ellerstina: Guillermo Caset (h.), 9; Lucas Monteverde (n.) 8; Gonzalo Pieres, 9, e Ignatius du Plessis, 9. Total: 35.
- Progresión: La Dolfina: 2-1, 2-2, 7-5, 8-7, 9-10, 13-13, 14-15, 17-17 y 18-17.
- Incidencias: Amonestados: Nero (LD), en el segundo chukker, Caset (E), dos veces en el tercero, y Stirling (LD), en el séptimo.
- Goleadores de La Dolfina: A. Cambiaso (h.), 1; Stirling (h.), 3; A. Cambiaso (n.), 12 (9 penales); Nero, 1, y un penal 1. De Ellerstina: Caset (h.), 12 (8 penales); Monteverde (n.) 3, G. Pieres, 1, y un penal 1.
- Jueces: Gastón Lucero y Guillermo Villanueva : Arbitro: Martín Pascual.
- Cancha: N°2, Campo Argentino de Polo.
La Ensenada, con lo justo
Por la mañana, en la cancha 2 de la sede Alfredo Lalor, que la Asociación Argentina de Polo posee en Pilar, se disputó la segunda semifinal de la Copa John Drysdale, camino subsidiario del 131° Abierto del Hurlingham Club. Al cabo de intensos ocho chukkers, La Ensenada se recuperó del traspié sufrido ante Ellerstina y derrotó por 18-16 a Indios Chapaleufú. Este resultado acredita a la organización del empresario argentino Ernesto Gutiérrez a definir la copa frente a Cría La Dolfina, vencedor de La Hache Cría y Polo, el viernes próximo, nuevamente en Pilar.
Atractivo encuentro el mañanero. Al experimentado La Ensenada le costó demasiado sacrificio doblegar el ímpetu de los jóvenes integrantes de Indios Chapaleufú. Liderados por un excelso Cruz Heguy (hijo de Eduardo y nieto de Alberto Pedro, dos 10 de hándicap), el “piberío” siempre estuvo cerca en el tanteador; incluso, en un pasaje del séptimo chukker pasaron al frente. Ahí sonó la alarma en el espíritu combativo de La Ensenada, y Brittos, Bigatti, Zubía y Del Carril, tocados en el orgullo, aceleraron a fondo. El aluvión generó cinco goles consecutivos, cuatro anotados por Jerónimo del Carril, la figura de la cancha, y les volvió el alma al cuerpo. Cinco goles que rompieron el sueño de victoria de Indios Chapaleufú.
El triunfo y el pase a la instancia definitiva se los llevó, merecidamente, al final de las cuentas, el elenco más fogueado, más hecho, con más batallas de este tipo sobre la espalda. Sin embargo, importante dosis de aplausos y el reconocimiento general a tanta entrega y bien elaborados ataques, se los ganaron los Heguy, Lacau y Ruiz Jorba, la nueva versión de un equipo que hizo historia, en los años 80 y 90, y que captó, como pocos, la simpatía de la gente por su estilo vistoso. El mismo que intenta recrear esta nueva generación.
La síntesis
La Ensenada 18 vs. Indios Chapaleufú 16
- La Ensenada: Juan Britos (h.), 9; Alfredo Bigatti, 9; Juan Martín Zubía, 9, y Jerónimo del Carril, 9. Total: 36.
- Indios Chapaleufú: Antonio Heguy, 7; Victorino Ruiz Jorba, 8; Cruz Heguy, 8, y Teodoro Lacau, 8. Total: 31.
- Progresión: La Ensenada: 4-2, 6-5, 8-6, 9-8, 11-10, 13-11, 16-14 y 18-16.
- Incidencias: Amonestado Cruz Heguy (I. Ch), en el primer chukker.
- Goleadores de La Ensenada: Britos (h.), 3; Bigatti, 2; Zubía, 2, y Del Carril, 11 (8 de penal). De Indios Chapaleufú: A. Heguy, 2; C. Heguy, 12 (8 de penal y uno de córner); Lacau, 1, y un penal.
- Jueces: Matías Baibiene y José Ignacio Araya. Árbitro: Gonzalo López Vargas.
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