Piratas del Caribe: quiénes son los ocho argentinos que sueñan con el Masters

LA ROMANA, República Dominicana.- A orillas del mar, desde mañana se convertirán en los Piratas del Caribe. Ocho golfistas argentinos en busca del tesoro más preciado: un pasaje para el Masters 2016. El Latin American Amateur Championship (LAAC), que se disputará en Casa de Campo, es la gran chance para que uno de ellos se sume a Angel Cabrera, Emiliano Grillo y Fabián Gómez, que tienen un lugar asegurado en el primer major del año. El sueño de estos aficionados serpentea entre la frondosa vegetación de la isla.

Gastón Bertinotti (20 años) es cordobés y cursa en la Universidad de Campbell: "Los fairways son muy grandes y se puede tirar cómodo desde el tee de salida. Pero hay que tener cuidado con los greens, porque son muy chicos y se están poniendo cada vez más duros y más rápidos; es cuestión de estar alerta al atacar las banderas. El escenario caribeño motiva de por sí, y la recompensa del Masters mucho más: dan ganas de jugar bien".

Su coterráneo Matías Simaski (25) recuerda cuáles fueron sus orígenes y cómo llegó hasta acá en el golf: "Empecé a jugar a dos meses de cumplir los 15 años. La primera vez que agarré un palo fue una noche en un driving de Argüello, en Córdoba. Lo hice arriba del putting-green y pensaba que el pasto no era de verdad, sino de alfombra. No lo creí hasta que rompieron el piso y ví la tierra. Mi idea era probar con el golf y, si me gustaba, pensaba dedicarme siete u ocho horas como si fuera un trabajo, para que el día de mañana pudiera vivir de esto. Así que me enamoré de este deporte y no lo dejé más".

Matías Lezcano (19), también cordobés, de La Cumbre, se refiera al eventual salto al profesionalismo: "Me estoy tomando este año para adquirir más experiencia como aficionado, en un torneo con muchos buenos jugadores. Solo cuando sienta que esté jugando bien y sea parejo en las vueltas, sabré que es un buen momento para transformarme en profesional".

Cada uno luchará por un premio individual, pero no dejan de ser un equipo. El marplatense Jesús Montenegro, que hoy cumple 19 años, lo explica: "La convivencia es muy linda porque estamos entre amigos. Lo primero y principal es que la pasamos bien estando juntos. Obviamente: cuando practicamos la cancha estamos concentrados, pero fuera de ella tratamos de hacernos chistes todo el tiempo para descomprimir".

Andrés Gallegos, de Lobos y con 20 años, se considera un fanático del Masters: "Para mí es el major más lindo; cuando lo pasan por TV es el único torneo en el que estás las ocho horas prendido con la transmisión. Observás a los jugadores pero también admirás la cancha, que te atrapa. Estaría muy bueno que un argentino se clasifique a Augusta, para que el golf nacional siga creciendo. Más allá de que quiero ganar, cualquiera de los ocho que vaya será ganancia para nuestro país".

Alejandro Tosti, rosarino de 19 años, que lleva un año en la Universidad de Florida, asoma como el argentino con más chances: "Sé que con mi juego puedo convertirme en el cuarto argentino en el Masters, pero es solo una semana más en mi vida, no voy a cambiar mis planes. Solo voy a esperar y dejar que los resultados me acompañen. Espero tener una buena semana".

Formado en el club CUBA y alumno de la Universidad de Georgia, Jaime López Rivarola (20) se retrotrae a su experiencia en Pilar Golf Club, el año pasado: "Sirvió mucho el LAAC 2015, sobre todo para aprender a controlar los nervios, las ansias. Mi mala segunda vuelta de aquel torneo me sacó del campeonato, pero el resto de los días tuve buenas vueltas. Ultimamente me estuve concentrando en mantenerme consistente después de un buen arranque; ahora estoy mucho más tranquilo".

Y Andy Schonbaum (24), de Alta Gracia, siente que la Argentina puede pisar fuerte en el LAAC: "Los ocho tenemos una gran chance acá. Si uno se coloca en una posición de ganar, la situación es diferente respecto de otros certámenes debido al gran premio que hay en juego. Pero habrá que calmarse y mantenerse en el presente. Sé que en algún momento voy a toparme con una situación de nervios y tendré que manejarlo".

Los ocho chicos llegaron bien preparados y con expectivas distintas. Tosti, Simaski y López Rivarola llegaron con expectativas reales de ganar, y el resto a entender qué significa este torneo y ver qué nivel deben alcanzar para competir en esta clase de torneos (Matías Anselmo, coach)

gs/tb

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