Río 2016: Katie Ledecky, la chica de 19 años que le metió miedo a Phelps

RIO DE JANEIRO.- Cuando se tira en la piscina, se produce una suerte de tsunami. Es que la dimensión de un monstruo como Michael Phelps eclipa todo. O casi. Porque detrás del Tiburón de Baltimore se consolida un fenómeno de 19 años: Katie Ledecky. Durante mucho tiempo, la natación norteamericana añoró aquellos gloriosos tiempos de Janet Evans, la estrella que se consagró a los 17 años en Seúl 88 por triplicado (400 y 800m libres, 400m combinados), que prolongó con menor suceso su andar en Barcelona 92 (oro en 800 y plata en 400 libres) y que quedó fuera de los podios en Atlanta 96. Se fue desinflando, decían, porque perdió velocidad. Y le puso punto final a su carrera a los 25 años. Demasiado prematuro si se lo compara como muchos colegas, incluido el propio Phelps, que sigue buscando más gloria a los 31.

Al igual que Evans, Ledecky le empezó a tomar el gusto a la natación bien de chica: a los 6 años. Y rápidamente fue detectada por los reclutadores por la sencillez de su estilo y la capacidad de mejorar sus rendimientos y tiempos con sólo pequeños ajustes. ¡Al fin llegaba la sucesora! Fue la niña mimada de la delegación de Estados Unidos en los Juegos de Londres 2012, cuando irrumpió con sólo 15 años, y mientras cursaba el segundo año en el Sagrado Corazón, en Bethesda. Pero no se quedó sólo con participar y acompañar a los monstruos: se clasificó para la final de los 800m y ganó la medalla dorada con 8m14s63, hasta superando el récord de su país que tenía… Evans.

A partir de entonces, Ledecky avanzó de manera irresistible sobre competencias, con 9 títulos mundiales, y marcas. Una teenager demoledora en los 400m, 800m y 1500m. En el Mundial 2015, en Kazán, con un registro mundial tras otro, empezó a dar señales concretas de que vendría a Río a convertirse en la reina del Estadio Acuático de Barra de Tijuca. Y de alguna manera, "discutirle" el liderazgo a Phelps. Algo que parecería una irreverencia y que difícilmente ocurra, por el magnetismo, la historia, por la leyenda, y por esas 22 medallas que no tienen comparación.

¿Quién es Ledecky y cuál es su secreto? No asombra por su físico (1,83m y 69 kg) ni por el tamaño de manos y pies, factores determinantes en el arte de establecer ventajas en la natación cuando hablamos de competidores de elite. Se destaca su capacidad de flotación: la figura más precisa es que se desliza por el agua como si estuviese sobre una tabla de surf. Y el otro factor es la naturalidad y la contundencia de sus palancas en el braceo; los expertos destacan que, a diferencia de otras nadadoras, no utiliza a pleno los pies en las primeras mitades de competencia. Siempre sorprendió por cómo incrementa su potencia a medida que transcurren las pruebas, aspecto en el cual influye, precisamente, cuando empieza a ponerle mayor énfasis al uso de los pies. Toma velocidad y no afloja. Tiene una constancia que, en pruebas de 800m y 1500m, son determinantes. Por eso sigue bajando récords, y cuando lo hace, no suelen ser milésimas, sino directamente segundos. Hay quienes sostienen que si compitiera con hombres sería aún más rápida. Que en su categoría su lucha se reduce contra los tiempos y nada más. Le faltarían rivales que la exijan para sacar mayores beneficios a sus aptitudes innatas. Ledecky tiene 19 años, dos más que Evans en Seúl, pero ya fue oro a los 15. Y cuenta con ese plus que significa conocer desde adentro el mundo olímpico. Aunque probablemente no haya tomado conciencia en ese entonces de lo que estaba viviendo. "Desde Londres 2012 pasaron muchas cosas lindas. Ya me siento más cómoda en este ambiente olímpico y encaro todo con una actitud diferente ", admitió.

¿Ledecky deja todo librado a sus condiciones? No, las acompaña con nueve sesiones semanales de práctica de dos horas y media. "Ella trabaja duro y se nota", remarcó Phelps. Un año atrás, en un entrenamiento de los Arena Pro Series en Arizona, amagaron con competir en los 400m, no mano a mano, carril con carril, sino por toma de tiempos. Lo que parecía una broma fue tomado en serio por Ledecky, que aceptó el reto. Y trascendió que el que se echó atrás fue el propio Phelps. Como detalle, en ese entonces ambos cronometraron 4m2s67/100… Una semana después, un informe especializado pareció darle la razón al líder del medallero olímpico histórico. Presagiaba que Ledecky nadaría en Río con ventajas de 27s sobre sus adversarias en los 1500m, de 8s en los 800m y de 4s en los 400m. Tres disciplinas en las que ostenta los récords mundiales: 15m25s28, 8m06s68 y 3m58s37. Competirá desde el domingo y muchos esperan que el 13 de agosto baje los 8m en los 800m. La creen capaz. Ella es más cauta. "No sé si ahora. Estoy cerca, pero no es mi objetivo hoy. Si se llega a dar, maravilloso", sostuvo.

Su coach, Bruce Gemmell, ha deslizado más de una vez que Ledecky va camino a convertirse en la mejor de la historia. Por su edad, condiciones, aplicación al trabajo y por cómo se supera. También por escucharla, cada vez que sale de una prueba o entrenamiento, decir "Sé que puedo ir más rápido". Y el propio Gemmell agrega: "A los 19 años tiene la capacidad de afrontar cada desafío y el coraje de afronarlo". Para imaginar que Ledecky no será sólo la heredera de Evans.

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