Narváez tuvo su recompensa

Se colocó un atuendo rojo del que colgaban dos escarpines rosa en honor a su pequeña hijita de un año y escuchó orgulloso su nombre por los altoparlantes. Brillaba más que nunca la medalla dorada en el pecho de Omar Andrés Narváez. "Al fin se me dio", parecía decir desde lo más alto del podio. Anoche, los tropiezos en Tampa y en Tijuana quedaron en el olvido:el chubutense se colmó de inspiración, venció con amplitud (9 a 0)al dominicano Roberto Benítez en la categoría de los 51 kilos y obtuvo un lugar en Sydney 2000.

Gran contraste el de Narváez con el de sus dos compañeros en el torneo Preolímpico que finalizó ayer en la Federación Argentina de Box (FAB). Sergio Priotti y Ariel Abalos cayeron en sendas finales y perdieron la última oportunidad que tenían para discutir por sus lugares en los Juegos Olímpicos.

Narváez hizo añicos todas las especulaciones que se hicieron alrededor de su rival. Dominicano de nacimiento, pero educado boxísticamente en los Estados Unidos, Benítez fue una sombra del que había ganado cómodamente las peleas anteriores. Y todo responsabilidad de un Narváez que hizo todo bien. Su zurda parecía tener una invitación especial para ingresar en el rostro de Benítez.

Toque de esgrima y paso atrás;avance y combinación de golpes. Todo amparado bajo una guardia impenetrable, que no le dio lugar al domincano. Así se dibujó la victoria de Narváez con aroma a desquite. "Si mantiene este nivel en los Juegos Olímpicos, no tengo dudas de que se trae una medalla", comentó eufórico Luis Romio, dirigente responsable del seleccionado amateur.

• Priotti, sin excusas. Después llegó la oportunidad del cordobés Sergio Priotti en los 60 kilos. Enfrente, el brasileño Agnaldo Nunes, un zurdo veloz y hábil, con un estilo parecido al de Narváez. Buen comienzo y equilibrado segundo asalto, la historia comenzó a inclinarse desfavorablemente para Priotti a partir del tercer capítulo.

Rotunda fue en ese round la superioridad del brasileño, que colocó, al menos, cinco manos clarísimas sobre un Priotti desorientado y que cada vez que salía del asedio volvía a encontrarse con la izquierda de su oponente. Esos dos minutos fueron decisivos para la posterior victoria de Nunes por 10 a 8, ya que en el último asalto -que también lo ganó con amplitud- supo conectar y salir de la escena sin ser castigado.

• Abucheos por el fallo. La tercera parte de la trilogía argentina en el Preolímpico fue protagonizada por Ariel Abalos y tuvo un final que el público transformó en controversia. El canadiense Scott Mac Intosh parecía un obstáculo accesible en los 71 kilos. Sin embargo, después de un primer round tibio, Mac Intosh doblegó al pibe de Florencio Varela en los segundos dos minutos. ¿La clave? Detrás de su frío estilo, anticipó siempre al Chino, que construyó sus ataques de una manera desordenada.

El conteo del árbitro al canadiense en el último capítulo no influyó demasiado: en el intercambio, Mac Intosh hizo la diferencia. El fallo de 6 a 5 favorable al visitante sorprendió a los 80 embanderados simpatizantes de Abalos, que abuchearon la decisión de los jurados.

Un éxito sobre tres posibles dejó para el equipo argentino este último Preolímpico. Lejos de algunos aires pesimistas, el saldo arroja un sabor dulce para el boxeo local. Ese saldo que marcó en letras bien grandes la recuperación de Omar Narváez, el pequeño gran favorito para los Juegos.

"Sabía que podía"

No se apartó de su libreto ni aun después de haber conseguido el objetivo. El pelo húmedo, las palmadas de felicitación que se apilaban sobre su espalda..., Omar Narváez desprendía de sus palabras una serena felicidad.

"Sabía que podía. Peleé bien, sin errores. Mantuve la concentración que tuve durante todo el torneo y eso fue fundamental", comentó el chubutense acomodado en una de las sillas del ring-side.

Sobre la amplitud del resultado, teniendo en cuenta que se esperaba una pelea más difícil, el ganador de los 51 kilos admitió: "Es verdad, me resultó más sencillo de lo que pensaba, pero creo que fue porque no lo dejé hacer".

Será la segunda oportunidad olímpica para Narváez, ya que también estuvo en Atlanta 96. "Eso es una ventaja. Pienso aprovechar toda mi experiencia en Sydney", dijo.

• Los clasificados. Omar Narváez se sumó a los otros siete argentinos que ya habían conseguido su lugar en Sydney 2000 en los certámenes de Tampa (Estados Unidos) y Tijuana (México). Ellos sonCeferino Labarda (54 kilos), Israel Pérez (57), Víctor Castro (63,500), Guillermo Saputo (67), Mariano Carrera (75) y Hugo Garay (81).

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