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Merlos y la mejor manera de volver
La Aguada disfrutó del regreso a Palermo, y en su versión más eficaz, del goleador récord de un partido
Palermo siempre fue especial para Agustín Merlos . Como lo recordó hace unos años, para una producción especial de La Nacion. "Siempre me marcó que mi viejo (Héctor, o simplemente Cacho) se preparaba para una fiesta. Se afeitaba, se perfumaba. Cuando nos subíamos al auto, por el aroma ya sabíamos que íbamos al polo. ¡Era una nube de perfume! Tanto nos insistió a los hermanos con seguir sus hábitos que inconscientemente se me pegó esa costumbre. Así que antes de ir a Palermo, a jugar o a ver partidos, me doy una ducha y me preparo para vivir una fiesta", contaba.
Más especial fue su reencuentro con el Abierto, ayer, y en la cancha 1. Un escenario que le trae buenos recuerdos. Como aquel debut en el torneo de 2006, con sus hermanos, Juan Ignacio y Sebastián, jugando para El Paraíso. Metió 18 goles en la victoria 24-17 sobre Chapaleufú II, récord vigente en el certamen. Y a pesar de que transcurrieron nueve años, este Tincho mostró mucho de aquél. Demoledor, de resoluciones sencillas y contundentes. Hasta Guillermo Terrera, cuando volvían al centro de la cancha desde el arco de Libertador tras un tanto espectacular, lo encaró para decirle: "¡Qué golazo hiciste, animal"!
En esa competencia imaginaria que se puede hacer entre jugadores del mismo puesto, Adolfo Cambiaso y Facundo Pieres siempre acapararon las preferencias entre los N° 1, pero el approach de aquel Merlos era fenomenal. Cualquier rival, los backs sobre todo, sabían que con 2 o 3 tacazos desde media cancha una vez ganada la posición, la acción terminaba en gol.
En su 10° Abierto de Palermo, y con 38 años, Tincho Merlos volvía a pisar la cancha principal de La Catedral tras dos temporadas sin Triple Corona, por propia decisión. "Necesitaba reorganizarme, volver a sentirme importante. Mirá, mi mejor época fue la de El Paraíso. El equipo funcionaba y jugaba para mí. Después vino Pilará y era parecido, con el monstruo de Marcos Heguy como conductor. Y cuando tenés que jugar distinto, te cuesta readaptarte. Me ponía incómodo no poder rendirle a los equipos en los que me tocaba estar. Cualquiera te puede decir que perdí dos años al parar, pero yo siento lo contrario: me hicieron muy bien. Además, jugué la Copa Cámara de Diputados con mis hermanos y la pasé muy bien. Volver así... Lo soñaba. Faltaba conseguirlo. Y se dio. Estoy feliz", cuenta el N° 1 de La Aguada, que marcó 11 goles, varios de ellos con su sello, muñecazos incluidos.
Fue contra Alegría, curiosamente el equipo para el que había jugado la última vez en el certamen, en 2012, junto con su hermano Pite, con Fred Mannix y con Lucas Monteverde. "Es un rival bravo, armado. Cambiaron un solo jugador. Y por más que puedan sentir la ausencia de Polito Pieres, saben a qué juegan. Fue un partido raro, porque les sacamos una buena ventaja, de 7 goles, después nos empataron y en el final despegamos otra vez. Creo que dimos muestra de carácter. Ya está, ganamos el partido que hay que ganar. Si perdés este cruce, chau, es como que se te fue todo", razona.
Pero, ¿por qué volvió ahora? "Porque sentí que era el momento. Me encantó el proyecto, la idea de Nacho Novillo Astrada y del Sapo (Guillermo) Caset, que me invitaron. Les estoy infinitamente agradecido de que me hayan tenido en cuenta. Fue
importante el compromiso que asumí, con ellos y conmigo. Era clave montarme bien y a eso apunté. Creo que encajamos bien. Se ve en la cancha. Si lo analizo finamente, no tuvimos un partido malo en la temporada. Hay días en que las cosas te salen mejor, pero la idea está. Hay un sistema". Y no fueron palabras de ocasión las de Merlos: vale rescatar lo que opinó de él Ignacio Novillo Astrada. "Necesitábamos un delantero que estuviera bien organizado. Hablamos con Agustín, que estaba como para volver fuerte. Y hoy (por ayer) se vio su compromiso. Los caballos le anduvieron bárbaro, él jugó un disparate e hizo no sé cuántos goles. Muchos, golazos.
No fue una elección sólo mía, sino muy acordada con Caset", dijo el back.
Dice que no estuvo nervioso las horas previas al regreso, aunque sí tenía incertidumbre por la doble puesta a punto de los caballos, tras la suspensión del viernes por la lluvia. Todo salió a la perfección y es inevitable mirar a futuro, a una hipotética semifinal con La Dolfina. "Querés ganar en el debut pensando en la semifinal –admite–, está claro. Pero ahora es tiempo de focalizarnos en Magual. El equipo está. Cuando perdimos con La Dolfina en la semifinal de Hurlingham (16-11), nos fuimos con una buena sensación, de que habíamos estado a la altura del compromiso. Y hoy me pasó lo mismo: creo que jugamos parecido a ese día. Hay motivos para entusiasmarse. Sin volvernos locos".
Tuvo 10 goles de handicap. Hoy tiene 8, aunque ayer jugó para más. Claramente.
–¿Te ves con 9 a fin de año?
–Je, no me corresponde a mi decirlo porque hay gente que se encarga de eso... pero estaría buenísimo (risas).
De regreso. A la altura de Palermo. Recordando al mejor Tincho. Volvió perfumado, pero de polo. Como cuando era chico y en el auto ya soñaba con un mundo de caballos y goles.
pl
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