Madorno, campeón positivo

Su tranquilidad innata le sirvió mucho a Alejandro Madorno durante toda su carrera hípica, pero especialmente en la final más reñida de los últimos tiempos, que definió el campeonato nacional de equitación, donde se coronó campeón argentino de salto, en diciembre pasado. Fueron seis los jinetes que pugnaron entonces por el título.

Madorno empezó a montar a los 11 años en una escuelita de Don Torcuato porque su padre quería que practicara algún deporte. Había probado varios hasta que se entusiasmó con la equitación. A los 13 ya empezó a montar más en serio, en el Club Hípico Argentino y bajo la tutela de Hugo Llaryora, a quien Madorno señala como la persona que más lo influenció en su papel de jinete.

Estudió en el Colegio San Andrés, donde, recuerda con una sonrisa, sus compañeros le regalaron un sticker con la leyenda: "Si fuera más tranquilo entraría en coma". Alejandro cursó luego Administración durante tres años y Psicología otros dos, porque le interesaba la psicología deportiva. En realidad, confiesa, soñaba con ser jinete, pero dado que sus padres Humberto (Beto) y Ana eran contadores, le parecía que tenía que estudiar alguna profesión.

Pero ganó la equitación. "A los 15 años ya estaba en primera categoría; lo único que quería era ser jinete", declara con mucha pasión.

Encaró la profesión elegida con empeño. Ser analítico lo define a la perfección; con una mirada positiva, prefiere ver la copa medio llena. Madorno tiene muy presente el comentario de una leyenda viva en el tenis como Roger Federer, quien dice: "Cuando pierdo es cuando más aprendo, porque si ganás, no analizás". También comparte una de las máximas de Jack Nicklaus, el golfista con más torneos grandes obtenidos en la historia: "Más practico, más suerte tengo".

Pero en 1995, Madorno padeció un contratiempo que sacudió fuertemente su vocación. Estaba en el equipo argentino que participaba en el Campeonato Sudamericano de Chile, aunque no llegó a competir pues su caballo, Trato Real, se murió de un infarto en el vuelo. "Sufrí una gran depresión y no quería tener ninguna relación con caballos", confiesa.

No obstante, no podía alejarse demasiado. Decidió ir a los partidos de River en el estadio Monumental, justamente al lado del Club Hípico Argentino. "Era la época dorada con el Pelado Díaz, el Muñeco Gallardo, etcétera, y me hice recontrafanático de los Millonarios", explica el jinete, que comenzó a ir todos los fines de semana a los partidos.

Superado el mal trance, Madorno volvió a las pistas, donde además conoció a la amazona Camila Draghi, con quien se casó en 2000. "Cami es bárbara, sobre todo una buena persona, muy trabajadora, y siempre me apoya. Contar con alguien que quiere lo mejor para vos no tiene precio", se sincera.

¿Qué pasa si su mujer le gana en las pistas? Alejandro cuenta que cuando estaban de novios en 1998, Camila, con Petrosur, le ganó el campeonato nacional de 1,40m, dejándolo como escolta con Lambielle. "Igual nos casamos", bromea.

Trabajan en equipo. Cada uno monta seis caballos por la mañana en el Campo Chico Country Club y a la tarde dan clases allí. También se ayudan entre ellos en los concursos. Alejandro estaba muy pendiente cuando Camila ganó la Copa Criadores con Tatabra Sahara, mientras ella lo apoyó cuando su compañero obtuvo el Campeonato Nacional, con Milano de Flore, también del Haras La Tatabra, los dos triunfos más recientes de la pareja.

"Montar es lo que más nos gusta y si podemos pasar esa pasión a nuestras hijas, bien; pero son muy chiquitas y no las obligamos a andar a caballo", afirma Alejandro, secundado por Camila. De todos modos, Abril y Martina claman ahora por andar en Princesa, e intentan seguir los pasos de sus padres.

ALEJANDRO MADORNO
Fecha de nacimiento: 12 de diciembre de 1971.
Estado civil: casado con Camila Draghi; hijas: Abril, 8 y Martina, 6.
Hincha: de River.
Otros deportes: golf y tenis.

MADORNO DIXIT

Altos y bajos
"Cumplí 40 años el 12 de diciembre y me parecía una tragedia. Seis días después gané el campeonato nacional de salto y terminó siendo la mejor semana de mi vida."

Consejos
"Resultó emocionante que mis ídolos desde hace 25 años, como Roberto Tagle, Martín Mallo, Argentino Molinuevo y Federico Castaing, entre otros, me ofrecieran consejos el día antes de la final del campeonato."

Mate
"Me gusta matear entre caballo y caballo cuando me entreno."

Golf y Tenis
"Tengo 18 de handicap, pero como el golf me lleva mucho tiempo, lo cambié por el tenis. Soy malo como jugador de tenis, como con cualquier deporte que uno aprende de grande. Pero al ser deportista me permite ganarles a los oficinistas."

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