Macri, la Conmebol y hasta un dirigente ultrachavista en la compleja trama de la recomposición de la AFA

Hace una semana, Luis Segura le envió un mail a Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol. En esa comunicación, el ex presidente de la AFA resolvía renunciar a los cargos en el comité ejecutivo de la Conmebol y el Consejo de la FIFA. Segura no lo sabía, pero ese correo electrónico fue el comienzo de un engranaje de relojería, que terminó este martes con la solución al conflicto que mantuvo en vilo al fútbol argentino.

Según pudo reconstruir LA NACION, tres de los cuatro integrantes del Comité de Regularización se reunieron el lunes a la noche en Puerto Madero con Domínguez, que ya había llegado a Buenos Aires. “La pelota tiene que rodar”, avisó el paraguayo. Armando Pérez, Carolina Cristinziano y Javier Medín asintieron. Domínguez le pidió a los responsables del fútbol argentino que se ordenaran. Y les dibujó un escenario sombrío: la renuncia de Segura deja a la AFA sin representación en Suiza, un hecho inédito desde que Julio Humberto Grondona aterrizó en el Comité Ejecutivo de la FIFA, hace 28 años.

Pérez no puede reemplazar a Segura, porque integra un Comité de Regularización que además funciona como órgano electoral. Y tiene mandato definido, por un año. Los miembros FIFA, en cambio, permanecen en el cargo (salvo renuncia o muerte) por tres años. Con Pérez y sus compañeros descartados, la AFA necesita un candidato de consenso para reemplazar a Segura en Zürich. Ese consenso era imposible con la AFA fracturada y la pelota paralizada. El primer paso hacia el ordenamiento se dio el martes a la tarde, con la firma del acta acuerdo para que los campeonatos arranquen.

Domínguez, amigo de Mauricio Macri (lo conoce desde que el Boca de Macri le compró al Libertad de Horacio Cartés el pase del arquero paraguayo Aldo Bobadilla), monitoreó toda la situación desde un hotel de la zona de Retiro. Este mismo martes, el presidente de la Conmebol tuvo noticias positivas desde la AFA mientras se reunía con funcionarios de Macri. Pérez, Medín & Cía le deben buena parte de su espalda política a la Conmebol de Domínguez. Hay en este Comité de Regularización un miembro que le responde directamente (Carolina Cristinziano, esposa del director de Desarrollo de Conmebol, el ex futbolista argentino Gonzalo Belloso) y otro, Javier Medín, que ya ha sido tentado para ocupar un lugar en el directorio de la Confederación Sudamericana. Por lo tanto, la Comisión no puede desoír los pedidos de Domínguez. La pelota tenía que volver a rodar.

Solucionado el conflicto interno, a Pérez y los suyos les queda resolver el frente externo: con la definición del presidente de Belgrano por Argentina en la Confederación Sudamericana, resta definir la representación en FIFA. Parece difícil que la AFA consiga un nombre de consenso, capaz de asumir una representación provisoria en Suiza. En la medida en que esto no ocurra, la Alianza del Norte (Ecuador, Colombia, Venezuela y Perú) se relamen y sueñan con ese lugar. Al día de hoy, es el ultrachavista Laureano González, presidente de la Confederación Venezolana, el máximo candidato para reemplazar a Segura.

Esta definición llegará el 14 de septiembre en Lima, donde Conmebol planea, en su Asamblea Ordinaria, aprobar sus nuevos estatutos y definir el nuevo representante ante FIFA, donde Argentina podría sufrir un duro golpe.

fc/acg/jt

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