Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Lovell: el boxeo, una herencia que lleva en la sangre
Con el bolso en el hombro y la necesidad de un lugar para entrenarse, el muchacho se presentó en el gimnasio de la Federación Argentina de Box (FAB). El técnico Alberto Zacarías se ofreció para guiarlo y antes quiso conocer su nombre. "Javier Alberto Lovell", respondió el chico, casi de compromiso. La expresión de Zacarías se transformó en sorpresa: "¿Lovell?" Y gran parte de la historia del pugilismo argentino se apareció de repente, como un intruso. Javier, con 22 años y una ilusión momentáneamente amateur, puso en marcha a la tercera generación de los Lovell en el mundo de los puños.
¿Cómo es esto? Santiago Alberto Lovell, su abuelo, fue el que llenó de gloria el apellido:obtuvo la medalla dorada en Los Angeles 32 y fue campeón argentino y sudamericano pesado; Guillermo, su tío abuelo, compitió sin éxito en los Juegos de Amsterdam 28; Santiago Alberto, su padre, fue animador entre los pesados de la década del 60 y 70, y Pedro Osvaldo, su tío, intervino en la máxima categoría, pero en los Estados Unidos.
"Al boxeo lo conocí accidentalmente", se sincera; sin embargo, Javier intenta explicarlo para despejar gestos de incredulidad: "Por parte de mi padre, diría que lo único que tengo es el apellido. A él prácticamente no lo conocí, ya que se separó de mi madre cuando yo era muy chico. Mi papá se quedó en España, donde se radicó, y yo me crié acá con mi mamá", señala, a pura nostalgia.
Resulta increíble que los logros de sus antepasados no hayan pesado en la decisión de Javier de dedicarse al boxeo. "No tengo comunicación con él; lo conocí solamente por fotos. Me crié totalmente alejado de lo que es el boxeo. Supe de lo que hicieron mi papá y mi abuelo leyendo estadísticas. No boxeo por mi apellido, boxeo porque lo siento", dice.
No niega que llamarse Lovell le brindará algunas facilidades en un ambiente en el que la historia siempre pesa. "Llamarme Lovell seguro que me puede abrir algunas puertas, si no, no estaríamos haciendo esta nota", aclara.
Si bien por razones de distancia el contacto con su papá es casi nulo, sí tiene a su alcance a su tío Pedro, que vive en Quilmes. Pero tampoco los vínculos están barnizados de plena fluidez: "Con mi tío tenemos una relación muy distante. Lo vi hace seis meses, cuando tuvimos una charla. Sabe que boxeo y lo tomó bien, supongo".
Efectuó su primera pelea amateur en 1998, en una reunión de KO 9. Antes se había entrenado en el célebre Almagro Boxing Club y más tarde recaló en la FAB, con Alberto Zacarías.
"Al principio a mi mamá no le gustó. Igual, ahora estoy peleado por problemas personales (vive con su abuela en Córdoba y Malabia). A mi entorno no le agradó la idea, por ese mito de que los boxeadores terminan todos locos. Es mi vocación: me di cuenta de que llevo al boxeo en la sangre", explica Javier.
El recuerdo de su papá se hace inevitable a cada instante;suena ilógica la indiferencia que presenta hacia la figura paterna. Pero...
-¿Te gustaría que en tu debut profesional esté presente tu papá?
-No sé si le gustaría a él. Qué se yo. Yo no lo conocí. No tengo un sentimiento por él: ni lo quiero ni lo odio. Sería casi una persona más. Sólo hablé con él dos veces en mi vida.
Admira a Alberto Sicurella y a Omar Weis en el ámbito nacional;se deslumbra con Tito Trinidad y Mike Tyson por TV. Y busca ser un buen profesional ("después, los títulos vienen solos").
Afirma que dejó sus estudios universitarios de licenciatura en educación física y que se mantiene con lo que gana como remisero nocturno.
"La pasión que tengo por este deporte no viene de la nada; pero que te la trate de explicar es imposible". Javier Alberto Lovell no es un accidente de la genealogía; su apellido, tan ilustre en los rincones de cada ring, le abre crédito. Aunque para él, el boxeo sea más que llamarse Lovell.
lanacionarMás leídas de Deportes
Con dos millones en juego. Ding Liren vs. Gukesh: el Campeonato Mundial y un match que puede ser histórico por varios motivos
"Me jode cada vez". Arde Ferrari: Leclerc dejó la radio abierta y explotó contra su compañero Carlos Sainz
El subibaja de Colapinto. De la larga noche con un auto destrozado a reconciliarse con los muros y lograr la misión
Preparado. Thiago Messi viajó a Rosario para jugar un torneo con el Inter Miami y reveló a quién le va a dedicar sus goles