Lionel Scaloni tiene el equipo definido para ir a Qatar, ¿eso es bueno?

En el fútbol hay instantes fundacionales y providenciales. Monedas al aire que se vuelven una lotería. La historia de la selección hubiese sido otra sin la corajeada de Daniel Passarella ante Perú en 1985. Y el abismo se asomaba hasta que Martín Palermo calmó el temporal ante el mismo rival en 2009. Y si Alejandro Sabella no le ganaba a Colombia en 2011 –y perdía cuando promediaba el segundo tiempo–, su ciclo se acababa. Y Lionel Scaloni estuvo a menos de media hora de ser destituido, pero lo salvó Franco Armani. Su Argentina había perdido con Colombia en el debut de la Copa América Brasil 2019 y empataba 1-1 con Paraguay en la segunda fecha. Penal para los guaraníes, y el 2-1 eliminaba a la selección. El arquero de River, que justamente no es un especialista, desvió el remate. Scaloni y la sobrevida que supo aprovechar.

Scaloni hoy cuenta con casi todo definido. Hoy. Si mañana empezara el Mundial en Doha, la formación sería con ‘Dibu’ Martínez; Molina, ‘Cuti’ Romero, Otamendi y Acuña; De Paul, Paredes y Lo Celso; Di María, Lautaro Martínez y Messi. Nada arroja más certezas que tener resuelto el equipo. ¿Garantiza todo? Claro que no.

¿Había resuelto Marcelo Bielsa su equipo al término de aquellas avasalladoras eliminatorias? Sí, y sin embargo la noche más cerrada esperaba en Japón 2002. Hizo algunas pruebas con Riquelme, Cruz, Saviola, Placente y Santiago Solari, pero no llevó a ninguno. Apareció Claudio Caniggia, se rompió los ligamentos Nelson Vivas y minutos antes del debut se desgarró Roberto Ayala. El fútbol suele reírse de la sentencias. Mejor, desconfiar.

¿Y José Pekerman? Entre la clasificación y la Copa de Alemania 2006 siguió buscando algunas piezas. Probó con Ponzio, Battagia, Diego Milito…, y ninguno se ganó una plaza. Sorpresivamente descartó a Javier Zanetti y a Walter Samuel, piezas usuales en las eliminatorias, y tampoco eligió a dos apellidos que parecían seguros: Martín Demichelis y Germán Lux. Optó por Julio Cruz y Oscar Ustari.

Diego Maradona hizo cualquier cosa a partir de la clasificación (y antes, también). Llamó a Ansaldi, Gago, Perotti, Lavezzi y a un sinfín de jugadores locales, de donde inexplicablemente brotó Ariel Garcé. Pero en la antesala de Sudáfrica 2010 puso en la lista a cinco centroatacantes, a pocos volantes y olvidó a Zanetti y a Esteban Cambiasso. En cambio, Sabella sí tenía casi todos los casilleros completos, apenas probó a Roncaglia, a Orban… y no lo conformaron. Sorprendió cuando cortó a Éver Banega en el final, y mucho más llamó la atención con la formación del debut ante Bosnia. Duró un tiempo nomás, en el vestuario hubo rápidas correcciones y ese planteo no volvió más.

Jorge Sampaoli encadenó desprolijidades para Rusia 2018: desaparecieron Benedetto, Marcos Acuña, Icardi y Leandro Paredes; quedaron por el camino Pezzella, Kranevitter, ‘Papu’ Gómez, Diego Perotti, Marchesín, Fabricio Bustos y Lautaro… ‘Chiquito’ Romero y Lanzini se lesionaron a último momento, y entonces aparecieron Nahuel Guzmán y Enzo Pérez. Y jugó Javier Mascherano, a quien Sampaoli pensaba retirar de la selección. Scaloni tendrá ventaja: podrá llevar a 26 futbolistas. Y no quedan nombres para hacer pruebas.

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