Río 2016: el deseo de Santiago Lange se hace realidad: le ganó al cáncer y desfilará en el Maracaná con dos hijos

RIO DE JANEIRO.–En agosto de 2015, Santiago Lange entraba en el Maracaná. No iba a jugar al fútbol, que de hecho no se encuentra dentro de su top 5 de preferencias deportivas a la hora de la práctica, sino para una entrevista. Y dejaba volar la imaginación: "¡Pensar que dentro de un año voy a estar en este mismo lugar, entrando por este mismo túnel, para la ceremonia de apertura!". Lo que parece un formulismo para un deportista olímpico, y más en su caso, siendo su sexta participación en los Juegos, no lo era. Porque había algo más, algo que lo movilizaba especialmente: estar ese 5 de agosto de 2016 junto con dos de sus hijos, Yago y Klaus.

Por ese entonces, con 53 años, Lange, doble medallista olímpico, campeón mundial, arquitecto naval, figura respetadísima a nivel internacional en la vela, peleaba contra la incredulidad. No aceptaba lo que le decían los médicos y mucho menos los resultados que arrojaban los estudios. El cáncer de pulmón le sonaba a cuento chino. Para alguien de sano comer, que no fuma ni toma, y que desde los 6 años es un apasionado de los deportes (además de vela, surf, ciclismo y squash), el diagnóstico le sonaba absurdo. Hasta que lo aceptó. Lejos de la resignación, entró en el quirófano en septiembre y empezó la cuenta regresiva hacia Río 2016. Con una entrega admirable, con esa dedicación que caracterizó su dilatada carrera.

Yago (28 años) y Klaus (21) son su prolongación sobre las aguas. Su orgullo como padre y deportivo. Porque no los forzó a la herencia de los barcos: la abrazaron por decisión propia y cuando quisieron. Pero no tiene dos, sino cuatro hijos, todos varones. Los mellizos Theo y Borja (25) viven en Barcelona y están en otros rubros: artístico y profesional, con la música, la musicoterapia y la cocina. Y el padre, además del sentimiento lógico, los admira su capacidad de abrirles los ojos. "Ellos nos sacan de nuestra burbuja y nos hacen ver otras cosas. Son muy importantes para nosotros", admite el patriarca, que lleva seis meses de preparación en la bahía de Guanabara, junto con Cecilia Carranza Saroli, para la participación en la Clase Nacra 17. La rosarina, de 29 años, fue campeona panamericana en Guadalajara 2011 en la Clase Láser Radial y se unió a Lange en 2013 para el nuevo desafío de esta clase mixta.

El período de la enfermedad le permitió a Lange volver a juntarse con los cuatro hijos. A fortalecerse desde adentro. Con Theo y Borja disfrutó de grandes pedaleadas: los mellizos fueron gran parte de su sostén en la rehabilitación. De alguna manera, los cinco estarán compitiendo en Río porque todos pusieron su cuota de perseverancia y respaldo. Aunque los mellizos no podrán entrar por ese túnel. Ese será un privilegio que sólo tendrán Santiago, Yago y Klaus.

Lange no quiere sorpresas. Los comprometió a acompañarlo. Muchos deportistas no pueden disfrutar de la ceremonia de apertura, básicamente porque estarán compitiendo al día siguiente, y permanecer entre cuatro y seis horas parados no es la elección más aconsejable en el momento muy esperado durante cuatro años de sacrificios. Pero también están los atletas que quisieran participar de la fiesta y no pueden por las distancias. El yachting, tradicionalmente, estuvo lejos de las ciudades. En 1996, por ejemplo, donde Camau Espínola logró la medalla plateada en la Clase Mistral, la actividad se desarrolló en Savannah, a 360 kilómetros de Atlanta; en 2008, en Qingdao, a 670 kilómetros de Pekín, y donde Lange obtuvo el segundo podio consecutivo en la Clase Tornado junto con Espínola (plata y bronce). Y los traslados implicaban resignar uno o dos días de entrenamiento justo antes del debut, por lo que lo usual para el equipo de vela era ver las imágenes por TV, con la lógica añoranza por no estar desfilando detrás del abanderado. La inauguración de Río 2016 les queda a mano a casi todos. Es un privilegio, como lo fue Sydney 2000, incluido para el yachting.

-¿Qué te sugiere ese momento tan especial que ya llega, Santiago?

-Sólo les pedí ese favor a Yago y a Klaus: que no me fallaran. Siempre fueron complicadas las inauguraciones para nosotros por las distancias. Estábamos lejos. Perdés días de entrenamiento justo cuando estás más concentrado. Acá somos unos privilegiados por estar en Río, en la Marina da Gloria. Estoy ansioso por este momento. Te diría que hoy es lo que más me importa. Ese momento: ver encender la antorcha junto con mis hijos. Será la inauguración más especial para mi.

Lo dice con un brillo en los ojos que contagia. Pero lejos de quebrarse, porque es un optimista por naturaleza, no duda: "Muchas veces sostuve que tales Juegos eran los últimos de mi carrera, pero la verdad es que nunca lo dije muy convencido. No me imaginaba estar acá, a los 54, y con Yago y Klaus. Tengo que agradecérselos. Porque ellos fueron el empuje para que yo llegara a Río. El fundamento para que viniera".

-¿Y qué te dice el espejo cuando te ves?

-Que tengo muchas arrugas… Me siento un privilegiado. Hago lo que me gusta y con mucha pasión. Tengo unos hijos maravillosos de los que me siento orgulloso y también amigos por todo el mundo. Tengo todo lo que necesito para ser feliz. Y hoy estoy apasionado por lo que me toca vivir.

cc/cd/jld

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