La tragedia de Superga: el accidente que acabó con la vida del mejor plantel de un club italiano

Hoy se cumplen 73 años de la tragedia de Superga: el accidente de avión que acabó con la vida del plantel de Torino y que marcó a fuego la historia del club y del fútbol italiano. El recordado hecho generó una serie de homenajes que trascendieron al continente europeo y que, de la mano de River, llegaron hasta la Argentina.

En 1949, el equipo de Turín disfrutaba del mejor momento de su historia. Tal es así que, gracias a los títulos que consiguió en esa década, se recuerda a esa generación como la del Grande Torino. Es que, en aquella época, el club se había alzado con la Serie A de las temporadas 1942/43, 1945/46, 1946/47 y 1947/48, y estaba puntero a pocas fechas del final en la edición 1948/49. Las dos ediciones restantes (1943/44 y 1944/45) no hubo competencia por la Segunda Guerra Mundial.

En ese contexto, en mayo de 1949, Torino fue invitado a Portugal para participar de la despedida de Xico Ferreira, capitán del club Benfica, según detalló la BBC. Sin embargo, cuando emprendían el regreso de ese viaje ocurrió la tragedia. Después de una escala en Barcelona, el segundo vuelo llevaría al plantel de regreso a casa, pero tristemente, todo terminó de la peor manera.

Las condiciones meteorológicas y un problema técnico que despistó al piloto del avión fueron las condiciones que produjeron el choque del Fiat G.212 de tres motores con la Basílica de Superga. Las cifras oficiales arrojaron que 31 personas murieron en el hecho: 18 futbolistas del Toro, miembros del cuerpo técnico, dirigentes, periodistas y la tripulación del avión. Solo dos jugadores del plantel profesional se salvaron: el defensor Sauro Tomá, que no viajó por una lesión y la insistencia de su esposa; y el arquero suplente Renato Gandolfi, que tampoco participó de la visita a Portugal.

La noticia no solo afectó al equipo, sino también a la selección italiana, dado que buena parte del plantel tenía serias chances de jugar el Mundial de Brasil 1950 para la Azzurra.

El gesto del fútbol italiano para apoyar al plantel de Torino

Más allá de la conmoción social, el respeto de los rivales se evidenció también dentro del campo de juego. Torino se presentó a jugar los cuatro partidos restantes del torneo con los dos jugadores del plantel que no viajaron y una serie de juveniles. Ante este escenario, los rivales decidieron formar equipos íntegramente con futbolistas de divisiones inferiores para enfrentar al equipo de Turín, de acuerdo a lo que recapituló The Guardian.

Finalmente, ese año, y en medio de la tristeza, el club se alzó con el título de la temporada. Tras ello, solamente consiguió salir campeón en la edición de 1975/76: su último scudetto.

River, un aliado inquebrantable del otro lado del océano

La Argentina se sumó a los homenajes a Torino a través del partido que organizó la dirigencia del Millonario con Antonio Vespucio Liberti a la cabeza, nombre que hoy lleva el Monumental. En plena disputa por el torneo local, el equipo argentino viajó 34 horas de ida y 42 de vuelta para jugar un encuentro a beneficio de los familiares de las víctimas. Mientras tanto, el plantel de reserva disputó el partido correspondiente al campeonato.

El encuentro finalizó 2-2 y se estima que tuvo alrededor de 50.000 espectadores, quienes fueron testigos del momento en que se forjó la relación inquebrantable que, al día de hoy, une a ambos clubes. De hecho, la camiseta suplente que utiliza actualmente Torino es blanca y tiene una franja granate, en homenaje a la casaca de River.

El entrenador que había sobrevivido a tres accidentes

Dentro de la lista de fallecidos, sorprendió mucho la historia de Leslie Lievesley, quien -por ese entonces- era el director técnico de Torino. El exfutbolista inglés tenía una corta experiencia como entrenador, pero ya había dirigido a las divisiones juveniles del club y a la selección italiana para los Juegos Olímpicos de Londres 1948. Ese mismo año, se hizo cargo del primer equipo del Toro y allí permaneció hasta su muerte.

La curiosidad es que Lievesley había pasado por tres accidentes aéreos anteriormente. Los dos primeros fueron durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se unió a la Real Fuerza Aérea. Después de esos antecedentes, en 1948, tuvo su tercer susto, el cual ocurrió mientras dirigía al equipo juvenil del club italiano. En esa ocasión, los frenos del avión fallaron al aterrizar en un aeropuerto y los pasajeros se salvaron gracias a que un ala se enganchó en un hangar; es decir, en uno de esos cobertizos en los que se guardan los aparatos y elementos de aviación. Esto hizo que se frenara la nave y se evitara así la catástrofe.

Finalmente, el inglés perdió la vida en la tragedia de Superga, que sigue vigente en la memoria del fútbol mundial.

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