La reacción de los hinchas franceses a la genialidad de Messi
Se dicen sorprendidos por el Mundial que está haciendo Messi a los 35 años; sin embargo, confían en Mbappé como su principal arma para la final; LA NACION les mostró la gran jugada del 10 en el tercer gol argentino ante Croacia y pidió su opinión
Los hinchas franceses verán este domingo a su selección disputar la segunda final consecutiva en un mundial de fútbol (en Rusia 2018 obtuvieron la copa). Están en parte asombrados por el despliegue del rival al que deberán enfrentar, la Argentina. Y en particular por las gambetas imparables de su capitán, Lionel Messi. Pero confían en Kylian Mbappé, el 10 galo, para llevarse a casa el trofeo más preciado. Razones no faltan: Mbappé fue la pesadilla de la selección argentina en aquel partido de octavos que Francia ganó 4 a 3, con dos goles de Kylian, otro de Antoine Griezmann y uno de Benjamin Pavard. Griezmann es otro que brilla en el actual equipo francés. Pero cada mundial es diferente. Tanto que en 2018 Croacia goleó a la Argentina y llegó a la final y que en este hubo muchas sorpresas como la salida prematura de Alemania y la buena performance de Marruecos.
En las afueras del estadio Al Bayt, en Qatar, tras la victoria de Francia por 2 a 0 ante Marruecos, LA NACION consultó a los fanáticos galos sobre la final y sobre Messi. ¿Qué expectativas tienen? ¿Es Messi mejor que Mbappé? ¿Es Messi el mejor jugador de la historia? Para conocer sus opiniones, este medio les mostró la jugada del tercer gol argentino ante Croacia por semifinales, en el que Messi hizo lo que quiso en el área chica con los defensores croatas y asistió a Julián Álvarez, que coronó la obra maestra con un tanto. “¡Lo vi ayer! Estaba ahí. Messi es el mejor jugador de la historia”, reacciona uno de los fanáticos. Otro, consultado por este medio, redobla la apuesta: “Esto mismo es lo que le va a pasar a la Argentina y Mbappé hará lo mismo que Messi”. Un chico, embanderado con los colores de su país, admite: “Messi es uno de los mejores o el mejor gambeteador de la historia. Pero ¿quién asusta más? ¡Mbappé!”, dice y ríe. “Estaba justo al lado, al lado. Fue increíble”, recuerda uno de los hinchas. “Messi va a perder, lo siento”, vaticina otro joven.
El chico, en tanto, lanza su pronóstico con un análisis táctico. Cree que si Mbappé recibe un buen pase cerca del área “tiene un 90 por ciento de chances de anotar” y que una buena defensa francesa puede parar a Messi. “Podemos ganar”, confía. Otro hincha se deshace en elogios a Messi y cree que el del domingo será un gran partido. “Es difícil una comparación. Messi tiene 35 años, seis balones de oro. Mbappé es joven”, define y agrega que si la comparación se hace con Cristiano Ronaldo, la diferencia la saca Messi: “Para Ronaldo todo es más difícil. Para Messi es fácil, porque es puro talento”.
La Argentina llega, tal vez, en su mejor momento y también tiene confianza. Es una comunión de “jugadores hinchas”. Todos quieren ganar la copa, por Messi. Y Messi quiere ganarla, para su palmarés personal, para alegría de la gente y para desterrar, como si fuera necesario, a quienes lo han criticado aún cuando es la segunda final a la que llega en una copa del Mundo y con una Copa América en su haber (al margen de sus interminables logros en el Barcelona y ahora en el PSG).
Tal como publicó LA NACION, en el partido ante Croacia, hasta que cayeron los goles, la Selección de Scaloni vivió el primer tiempo más incómodo de este Mundial. Perdida de posesión de la pelota y casi sin llegadas al arco de Livakovic. Pero esa primera media hora se borró con el pase profundo de Enzo Fernández, que dejó a Julián Álvarez frente al arquero. Cuarto penal para la Argentina en esta copa y el capitán que se anotó un nuevo récord con la celeste y blanca: el de mayor goleador histórico.
Fuera de Messi, hubo dos ovaciones bien marcadas. Una, para el héroe de los penales en los cuartos de final, Emiliano “Dibu” Martínez. La otra, para el delantero figura de este equipo que anotó por duplicado. “Olé, olé, Julián, Julián”, bajó desde las tribunas promediando el segundo tiempo, cuando el cordobés corrió toda la cancha para cortar un avance de Modric, la figura croata.
Una imagen que muestra la unión de este grupo. Cuando Álvarez dejó la cancha, saludó uno a uno a todo el banco de suplentes. Al final de la fila lo esperaba para darle un abrazo interminable Lautaro Martínez, el 9 al que el exjugador de River le sacó el puesto.
Los argentinos que pudieron llegar a presenciar este Mundial saben que están frente a un jugador irrepetible. En la apilada por la derecha, Messi sirvió algo más que el 3 a 0. Volvió a ratificar a los 35 años y con toda la presión que se autoimpuso de llevarse su Mundial, que juega a algo diferente.