La particular historia del tirador Mario Elie

En 1987, el técnico puertorriqueño Flor Meléndez eligió al desconocido Mario Elie para reforzar a Unión, de Santa Fe, en la Liga Nacional argentina. Jugó sólo ocho partidos y se fue, pero dejó su impronta. Promedió 19.5 puntos por encuentro y asombró con su puntería para lanzar desde larga distancia.

Por eso no sorprendió que pronto apareciera como integrante de Houston Rockets, equipo con el cual consiguió dos títulos en la NBA, en 1994 y 1995. Sin embargo, pese a que su rendimiento fue parejo y mantuvo la buena mano para los triples, los Rockets decidieron prescindir de él para esta temporada. La propuesta fue recuperar el cetro y para eso contrataron a uno de los mejores jugadores del momento: Scottie Pippen, seis veces campeón con Chicago. En consecuencia, Elie debió emigrar a San Antonio Spurs para ayudar a las torres gemelas David Robinson y Tim Duncan.

Anteanoche, en el partido más atractivo de la jornada, los Spurs recibieron a Houston, dos equipos que luchan por entrar en los playoffs, que pueden pelear el título y que escoltan a los punteros del Oeste, Utah y Portland. A un segundo del final, cuando Mario Elie ya se había convertido en el goleador de su equipo con 18 puntos y el tanteador (93 a 93) congelaba por expectativa y nerviosismo a la multitud, un lanzamiento de casi ocho metros provocó la gran explosión y el delirio.

"No hay peor astilla que la del mismo palo", dice el refrán. "El deporte siempre te da revanchas", dice otro. Todos los jugadores de los Spurs saltaron sobre Mario Elie para festejar su triple mortal, el que le permitió derrotar a su ex equipo por 96 a 93 y dejar a San Antonio con el 5º mejor récord de la temporada.

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