Hinchas de Rosario Central destrozaron un drone con una burla de Newell’s

Una insólita escena se vivió esta tarde durante el clásico rosarino, cuando apenas habían pasado 30 minutos del partido y los hinchas de Rosario Central observaron que, sobre el estadio, sobrevolaba un drone con los colores de Newell’s y una bandera que tenía un parlante con un cartel de prohibido.

Ante la sorpresa y el disgusto que generó sobre la hinchada local, los fanáticos lograron interceptarlo y lo destruyeron. No obstante, aparentemente, había dos objetos similares circulando por encima del Gigante de Arroyito. Una vez que se hicieron con el dispositivo, lo exhibieron con entusiasmo en las tribunas.

La utilización del aparato - ocurrida cuando el encuentro estaba cero a cero- fue una forma que los leprosos encontraron para sortear el impedimento de la Copa de la Liga Profesional por el cual no se permite el ingreso de simpatizantes visitantes. En tanto, esta no fue la primera vez que ocurre una situación de estas caeractaerístivas ya que, hace dos años, un Phantom 2 cayó en el campo de juego y fue pisado por Pablo Pérez.

Pese a la chicana, el resultado del partido fue 1 a 0, favorable para Rosario Central. En un encuentro donde hubo un total de solo cuatro remates entre los tres palos entre ambos equipos, el que rompió con esa tónica fue Ignacio Malcorra, que con un impecable tiro libre a 5 minutos del final le terminó dando la victoria al Canalla por 1-0 para seguir con su implacable racha en el Gigante de Arroyito.

El triunfo en esta edición del clásico rosarino confirmó dos tendencias sumamente firmes en Rosario Central: su imbatibilidad como local, donde hace 24 partidos que no conoce la derrota, y el idilio de Miguel Ángel Russo con este partido, dado que en todos sus ciclos como DT jamás perdió ante Newell’s.

El goleador de la jornada se mostró muy emocionado por la forma en que se dio la victoria a partir de su gol de tiro libre: “Uno se ilusiona con esto, hacer un gol en un clásico. El equipo hizo un partidazo, les tapamos todos los espacios. Merecimos ganar”, aseguró Malcorra, quien también reconoció su seguridad a la hora de patear y dijo que se tiene “mucha fe” en ese tipo de circunstancias. “Los chicos me dejaron patear, y gracias a Dios pudo entrar. Estoy contento y feliz”, afirmó finalizado el partido.