La falta de contundencia es el mayor dolor en la derrota de Los Pumas ante Inglaterra

En el juego, los Pumas pueden haberse quedado satisfechos: el equipo sensación no los pasó por encima. Al contrario: los argentinos ganaron la batalla de la posesión. Pero esa supremacía no se trasladó al resultado. ¿Por qué? Las razones hay que buscarlas en la mala puntería y, sobre todo, en la falta de contundencia. Lo explicó Daniel Hourcade en la conferencia de prensa posterior al encuentro jugado en Twickenham: “Inglaterra aprovechó sus oportunidades y nosotros no aprovechamos las nuestras, sobre todo fallando tiros a los postes que nos hubieran dado un resultado distinto”.

Al entrenador argentino le preguntaron si en la previa esperaba más de Inglaterra, que pese a ser local cambió su juego: no fue el mismo equipo que le ganó los dos test-matches a los Pumas en la Argentina. Hourcade fue sincero: “Esperábamos concretar más puntos nosotros. En junio, Inglaterra jugó mucho más desplegado, más abierto y con un juego más dinámico. Hoy propusieron un rugby más cerrado”, valoró el head-coach argentino. Hourcade sabe como nadie que esta gira europea (que continuará con los partidos frente a Italia e Irlanda) debe aportar señales positivas. Una evolución. Una victoria resonante.

“Lo que más me frustra del equipo es no haber marcado puntos, ya sea a los postes o con tries”, siguió Hourcade. Y ejemplificó: “Los primeros 26 minutos del segundo tiempo tuvimos dominio de juego y de terreno y no marcamos puntos”. En este sentido, hubo una jugada que fue un oasis: pudo terminarla Nicolás Sánchez luego de 30 fases. Durante todo ese lapso, los Pumas no tuvieron ni errores de manejo ni ansiedad. Fueron pacientes para percutir la defensa inglesa, que repartía tackles para evitar el try. Cuando Sánchez apoyó ya era tarde para revertir el marcador (faltaban algo más de tres minutos), pero a los argentinos les quedó la certeza de que pueden hacer daño cuando atacan sin prisas ni urgencias.

Miradas optimistas

“Tuvimos el control de la pelota por 30 fases y pudimos marcar un try. Ahora debemos enfocarnos en lo que sigue, que es Italia, que sin dudas será un partido durísimo también. Es un rival que siempre nos complica”, dijo Agustín Creevy, el capitán. Y evaluó: “Fue un partido muy físico, se mejoró el scrum y el line anduvo bien. El juego de forwards y la defensa fueron la bandera”.

Pese al resultado negativo, a los jugadores argentinos los unía una sensación de satisfacción: “Creo que tuvimos un buen line y un buen scrum, y por momentos pudimos llevar adelante el plan de juego. Se dio un partido mucho más cerrado que en junio, ellos plantearon un partido de manera diferente y fueron más eficaces al hora de marcar”, señaló el tercera línea Tomás Lezana en declaraciones recogidas por la página oficial de los Pumas. Su compañero Santiago García Botta (pilar) agregó: “Hay cosas positivas y vale la pena rescatarlas. Se les jugó de igual a igual y fue un partido muy físico. Tal vez la autocrítica que podemos hacer es que no fuimos efectivos en nuestra zona de extremo ataque y eso cuando hacés un desgaste muy grande lo terminás pagando con puntos en contra”.

La falta de contundencia fue un factor al que apuntaron la mayoría de los jugadores argentinos, sin dejar de reconocer los méritos de un rival que después del fracaso en el Mundial 2015 y de la llegada de Eddie Jones como head coach, cambió su historia. El partido perfecto, ese que necesitan hacer los argentinos para tener chances frente a esta clase de rivales, no llegó. Y el resultado tampoco.

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