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La entrañable historia de "El Gordo Ventilador", el Messi que agita las tribunas de San Lorenzo
La historia de un emblemático hincha del Ciclón, que tuvo que hacerse el mismo tratamiento hormonal que el capitán de la selección y le suma un genuino folklore al fútbol argentino
Es una noche de julio de 2017. Un muchacho con la panza satisfecha acaba de ingresar al polideportivo Roberto Pando de San Lorenzo . Las tribunas azules, rojas, brillan. Acá todo reluce. Gabriel Deck –figura azulgrana– vuela por los aires fríos y quiebra el marcador con una volcada. Alguien estalla. En la tribuna visitante, un hincha de San Lorenzo, con el torso al aire, canta, aplaude, se golpea el pecho con los ojos cerrados, le agrega pasitos, ensimismado, como un borracho a mil por hora. Se escuchan risas. En su mano tiene una remera sucia, que la revolea como si fuera la hélice de un ventilador. Es Mariano Jordan, de 37 años, en su hábitat.
Jordan es el Gordo Ventilador, un personaje que nació en el codo de la popular del Nuevo Gasómetro. Fue en agosto de 2007. San Lorenzo había salido campeón del Torneo Clausura con Ramón Díaz . Mariano estaba solo, inquieto. Y le surgió una idea: que los plateístas empezaran a querer pararse y gritar, que se movieran. “De repente, que pin que pan, algunos se coparon, otros no; agarré y me puse a revolear con la remera y un buzo, después me saqué todo… tenía mucha adrenalina. También le metí bailes: la gente se copó”, cuenta. La “gente” eran nenes. Mariano era su payaso. Después le hicieron notas y él repetía: “No a la droga ni a la violencia”. Para que el mensaje les llegue a los chicos.
–Pero nah, ¡ehhh! Soy un personaje de cancha, nada más –balbucea, y pasa un hincha, que grita: “¡Eh, Gordo Ventilador, vos estás ATR todo el día!”.
ATR quiere decir a todo ritmo. Y es que en Jordan solo se ve eso: energía. Se tropieza con sus palabras y parece respirar dos veces por minuto. Después, es lo que es: la casaca antigua, la piel blanda, el pelo esponjoso, la cara con algunos baches, la voz de pito. Desde que salió de su casa, no se puso el abrigo.
Mariano Jordan no tiene frío.
–Yo tuve el problema de hormonas de Messi, me inyectaron vacunas durante 16 años, yo no crecía, por eso aguanto mucho el frio. A veces lo ves transpirando a Messi en invierno: es por eso. Las hormonas son carísimas, pero las obras sociales me las cubrían. Cuando terminé el tratamiento me dijo el médico: “Vas a tener que ir a un endocrinólogo a que te dé pastillitas porque vas a aguantar mucho el frío”.
El problema, en realidad, se llama enanismo hipofisario o, claro, problema de crecimiento. Cuando Mariano cumplió tres años, su mamá veía que no crecía. Para compensar la deficiencia hormonal necesitaba algún químico. Empezaron las aplicaciones. Un día sí, un día no, un día sí, un día no. Su vida siguió: creció y la hormona se mantuvo. A los diez años, por las dudas, se la dieron todos los días. Después, a los quince, su mamá aprendió a hacerlo. Chau gastos. Chau farmacéuticos. Hola Ventilador.
–Me habían puesto 1.68 como altura que debía tener, que es lo que mide Messi (el crack del Barcelona mide 1.69), porque a Messi le agarraron tarde el problema y a mí, a tiempo. Por eso mido 1.73… le gano en 5 centímetros a Messi.
–¿Te gusta ser el Gordo Ventilador?
–Y… flaco no soy. La cuestión es divertirse, entretenerse: hace bien. Creo que al fútbol hay que liberarlo de la violencia y tampoco es una ciencia; no es necesario que haya violencia, tiene que ser tranquilo, es un deporte, es para la salud.
Mariano Jordan gesticula con el vientre y canta. No tiene frío.
El hecho de haber sido bajito le trajo muchos cambios. En la primaria le decían enano. “Tomatelá de acá, vos sos de segundo grado; si sos re petisito”. Mariano no reía, aunque ahora sí. En la secundaria, en cambio, no se daban cuenta de la baja estatura. “Me empezaron a decir “gordo” y bueno, no sabés lo contento que estaba, porque que me dijeran gordo quiere decir que no se daban cuenta”, razona.
Pero también se juntaron otros problemas: tenía a sus padres separados, su madre, dice, es –y fue– medio desamorada. Él estaba triste por su crecimiento y porque no veía a su viejo, que lo abandonó. Cayó en una depresión.
–Me sentía menos persona. Iba a psicólogos, me ayudaban pero me costaba superarlo. Y bueno, gracias a Dios lo superé. La depresión me hizo valorar cosas lindas de la vida. A veces me dedicaba a escribir: escribí poesías. En Facebook tengo varias de reflexión. Así que traté de sacarle el jugo a esa falencia que había tenido.
El Gordo Ventilador es visceral. "Soy como soy", dice, como si hiciera falta. "No tomo ni probé drogas. Y me compro solo la entrada, quiero estar tranquilo conmigo mismo; me gusta comprármela para colaborar siempre con el club. Mirá que he tenido oportunidades. Hasta estando sin laburo prefiero pedirle a un amigo. Una vez me ofrecieron ir gratis y no fui a la cancha por no poder pagar la entrada.
Mariano vive en un departamento de Recoleta, con su tía que está viejita. Le hace arreglos en la calle, la cuida, la lleva al médico, la anima cuando se deprime. Y vive con ella, dice, porque se lleva mal con su mamá de 56 años. Además, trabaja en una casa de deportes y estudia –de a poco– Comunicación Social en la UBA.
Y acá está. Se irá a cambiar abajo de una escalera, hablará de que pudo tocar a su ídolo Maradona, de los extranjeros del club. Dirá que está enamorado de la mujer de Messi, que no revolearía la camiseta de la selección srgentina. Pegará un alarido cuando el estadio esté casi a oscuras, abrazará y se sacará una foto con un niño; contará que le daba asco el básquet por su baja estatura, que se iba de los partidos en la escuela, que lo llamaron de Brasil y que Matías Lammens "lo plagió": una vuelta en la cancha estaba, dice, “ventilareando”.
Y contará que visitaba a Elián, un chico que murió de cáncer a los 10 años; que lo iba a ver al Hospital de Niños, que le llevaba figuritas, juguetes, sonrisas; que fue al velorio en el auto del hermano del presidente de San Lorenzo y que aprendió mucho de él.
San Lorenzo logró el bicampeonato en la Liga Nacional de básquet; mientras, Mariano tantea términos de este deporte:
–Yo estaba con bronca porque… todo el mundo chapeaba y decía que San Lorenzo tenía que quedar primero en las dos Conferencias de La Liga Nacional y viste que decían... ya estamos primeros en la nuestra, pero hay que seguir ganando para quedar primeros en las dos. Y yo decía: "¿Dónde está el beneficio?". Estoy re aprendiendo, ¿viste cómo aprendí? Esperá, no me digas nada: el defensor es base, ¿no? El delantero, el que la emboca, ¿cuál sería? Meyinsse hace mucho playoop, ¿puede ser?
El Gordo Ventilador no entiende nada de básquet. Pero no importa.
Matías Fernández Burzaco
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