Juegos Panamericanos: el viaje a la casa de los atletas en la Villa y la presión de no tropezar en el medallero general

SANTIAGO, CHILE.– “Al lado de lo que fue Río 2016, esto es como estar en París”, confía una voz del Comité Olímpico Argentino. El oficial recordó los numerosos problemas logísticos que hubo en los Juegos Olímpicos de Brasil hace siete años y ahora se alivia porque apenas hubo algunos contratiempos durante el acomodamiento de la delegación argentina en la Villa Panamericana, antes del arranque de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, cuya ceremonia inaugural será este viernes desde las 20.30, en el Estadio Nacional.

El campamento criollo, alojado en la Villa de Parque Cerrillos, superaba este jueves los 120 atletas, a la espera de más arribos. Entre oficiales y deportistas, en los últimos días estuvieron lidiando con una caprichosa conexión a Internet. La sensación de aislamiento digital se hizo carne, pero de a poco allanaron la contingencia con el ajuste de los módems y reforzando fibras ópticas. También, hubo que recurrir de apuro a un cerrajero para multiplicar juegos de llaves, porque no había copias suficientes. También, se registraron algunas filtraciones de agua, falta de agua caliente y escasez de enchufes. Pero con un poco de paciencia y maña, los representantes argentinos sacaron adelante esas dificultades de la Torre O, un edificio de 17 pisos de hormigón armado y tabiquería metálica que la Argentina comparte con Uruguay y Honduras. El plantel celeste y blanco, con Carlos Ferrea como jefe de misión, ocupa desde el 7° al 17° nivel, además de cuatro habitaciones en el 6°. Cada piso cuenta con ocho departamentos preparados cada uno para dos o cuatro personas.

Ese edificio, que durante el transcurso del jueves se estuvo ornamentando con varias banderas albicelestes y el largo estandarte del COA y el Enard, será el refugio de los atletas que competirán en la capital chilena y sus alrededores. Se estima que el jueves 26 será el pico de ocupación, con un total de 300 atletas. Claro que habrá muchos otros competidores (de un total de 526) repartidos en otras tres regiones: Valparaíso, O’Higgins y Biobio. El rugbier Marcos Moneta, uno de los abanderados, aterrizará en un vuelo durante la tarde del viernes, pocas horas antes de la apertura, mientras que la otra galardonada, la palista Sabrina Ameghino, llegará desde Mendoza por vía terrestre.

Varios de los atletas consumen las horas antes de sus respectivos debuts tomando mate desde los balcones, pero no falta el entretenimiento en el predio de la Villa, donde hay zonas de hospitalidad con carpas de relax provistas de acolchados, ping pong, videojuegos, metegol y tejo. Además, las madres atletas cuentan con un lactario, una instalación clave para llevar mejor la competencia. Pero en un momento de la jornada, todo se revolucionó con la inesperada visita del cantante colombiano Sebastián Yatra, uno de los artistas que estará en la apertura.

Las residencias están ubicadas en 17 moles grises divididas en cuatro barrios, según los elementos: Agua B1, Tierra B2, Fuego C1 y Aire C2. Los edificios están diferenciados por una letra de la A a la Q y cuentan con una altura de entre 6 a 17 pisos. Cada departamento tiene entre 32 y 52 metros cuadrados; el recinto más grande tiene tres dormitorios y dos baños, mientras que el más pequeño, un dormitorio y un toilette. Domina la madera, los cubrecamas están ploteados con diseños del certamen y los balcones tienen espacio para tender la ropa. Una vez terminados estos Juegos y los Parapanamericanos, que vendrán a continuación, esas torres se convertirán en viviendas sociales que se entregarán desde marzo de 2024, dentro de un proyecto que combina la inversión pública y privada.

La Zona Internacional, por su parte, incluye una variedad de servicios comerciales: peluquería, tienda de productos oficiales, feria de emprendedores y estaciones de bebida y comida. Aunque si se trata de alimentación, la inmensa mayoría de los 4600 deportistas provenientes de 41 países optará por el comedor de atletas, con sus dietas y planes nutricionales especiales, que está abierto durante 22 horas.

En la inmensidad de la Villa también se puede encontrar un centro multirreligioso, un gimnasio, un amplio policlínico que ofrece cobertura médica las 24 horas y que incluye kinesiología, ginecología, ecografía, rayos, farmacia y un grupo de ginecólogos y deportólogos. El universo de deportistas siente que todas sus necesidades están cubiertas frente a cualquier percance y el veredicto general es muy positivo.

Una vara muy alta

En la vigilia de este predio con áreas verdes, juegos infantiles, paseos peatonales y puentes, la expectativa del COA es estar en la misma sintonía que en Lima 2019, aunque la vara fue muy alta porque se trató de la primera vez que la Argentina alcanzó el quinto puesto en el medallero general fuera del país, con una impactante cosecha de 32 medallas de oro, todavía con la gestión de Gerardo Werthein. “Si no es el quinto, será el sexto y no por debajo del séptimo lugar. ¿Por qué digo esto? Porque la diferencia en Lima fue de apenas una medalla entre un puesto y otro. Cuba terminó sexto, una medalla por debajo de nosotros, y Colombia quedó séptimo, con unas pocas medallas menos. Estamos todos muy parejos”, argumenta Mario Moccia, presidente del COA.

Para el Comité y la Secretaría de Deporte, la fecha de realización de estos Juegos resulta muy inoportuna en función de las elecciones presidenciales en el país. “Nos hubiese gustado traer una urna para votar el domingo acá en Chile”, confiesan en la plana mayor. Frente a la incertidumbre de cuál será el rumbo del deporte argentino, el COA dinamizó el diálogo con Sergio Massa, que hizo propio uno de los puntos del Comité: recuperar la autarquía del Enard. También tuvieron un mano a mano con los referentes deportivos de Juntos por el Cambio, pero todavía no habían recibido respuesta alguna de la Libertad Avanza. Sienten que con Javier Milei puede haber un salto al vacío para el deporte de alto rendimiento.

Esta delegación de Santiago 2023 padece un bache generacional, porque hay muchos deportistas jóvenes que incursionan por primera vez en este nivel y otros atletas que están en retirada. Escasean, en principio, los que se encuentran en su pico justo de maduración. “Los recambios no están a la altura de las figuras, porque es lógico que necesitarán un tiempo de evolución, fogueo y crecimiento. El recambio se va a sentir”, admite Moccia.

En el contingente argentino hay mucha fe en el canotaje, la pelota vasca y el esquí náutico. Al mismo tiempo, hay deportes que buscarán la clasificación para París 2024, como los Leones y Leonas, que traen lo mejor del hockey sobre césped, al igual que el handball. Pero dentro de los deportes de conjunto, el básquetbol masculino –integrado por jugadores de la Liga Nacional- tendrá un poderío muy inferior al que se presentó en Lima 2019, donde estaban Luis Scola y Facundo Campazzo como principales figuras, un seleccionado que después terminó siendo subcampeón mundial en China.

En la antesala a los próximos Juegos Olímpicos, el deporte argentino asume su última prueba de fuego, con pocas certezas y la presión de no tropezar mucho más allá del 7º puesto en el medallero general final.

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