Juegos Olímpicos de la Juventud. Kamikazes de oro: el impresionante logro de las chicas del beach handball

Fue una comunión desde el principio hasta el final, desde que las Kamikazes salieron a la cancha para enfrentar a Croacia hasta que se fueron después de bajarse de la cima del podio olímpico con el oro colgado de su cuello.

Las Kamikazes son de oro: vencieron a Croacia por 14-10 y 18-16 en la final de beach handball y se subieron a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Es la segunda presea nacional en la disciplina después del bronce conseguido por el combinado masculino también frente al equipo croata.

Las chicas salieron a la cancha a las 5 de la tarde bajo el rugido de un estadio colmado que se convirtió en un clásico durante toda la experiencia olímpica. "¡Vamos, vamos selección, hoy te vinimos a alentar, para ser campeón, hoy hay que ganar!", tronaba desde cada costado y las integrantes del plantel se sumaron con la gente.

Rápidamente llegó el pedido, mientras cada una de las nueve integrantes del equipo era presentada por la voz del estadio: "¡Esta tarde cueste lo que cueste, esta tarde tenemos que ganar!". Y las chicas ganaron.

El primer set se jugó con los dientes apretados. El gol inicial se demoró un minuto y 36 segundos. La ineficacia croata, obligada por la brillante actuación de la arquera Rosario Soto y por la inexpugnable defensa albiceleste, fue una de las claves para el triunfo nacional por 14-10 en el parcial inicial: las europeas apenas marcaron en cinco de los 13 disparos que lanzaron.

En el segundo chico, aumentó la producción ofensiva de ambos equipos pero la paridad se mantuvo hasta que, promediando la segunda etapa, llegó un mensaje desde el banco de suplentes: "Dale que están cansadas", lanzó su entrenadora Leticia Brunati. El partido se rompió definitivamente y las chicas brillaron en un concierto que enardeció a un público eufórico que celebró el oro olímpico junto a las Kamikazes. "¡Dale campeón, dale campeón!" vitoreaban desde afuera y las chicas desde adentro.

"Es un logro que veníamos buscando desde hace mucho tiempo. Llegamos con esfuerzo y sacrificio, nos rompimos el lomo, dejamos a nuestras familias", exclamó disfónica Zoe Turnes, epicentro de una defensa asfixiante que domó a la amenazante Anja Luksic, embanderada con la bandera argentina en la zona mixta.

Las Kamikazes, un apodo que nació en el Mundial de Budapest después de un épico encuentro bajo la lluvia, encontraron seguridad en las manos de Rosario Soto y en los goles de Carolina Ponce, imparable en el ataque nacional.

El triunfo desató una locura que recién terminó bien entrada la tarde, cuando ya el Parque Sarmiento cerraba sus puertas y los voluntarios le rogaban a la gente que abandone el predio. Después de un buen rato, muchos se fueron pero las chicas y sus familias siguieron celebrando su consagración, un sueño que empezaron a perseguir hace tres años. El festejo, repetían las chicas, no tendrá fin.

Las fotos del partido y el festejo

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