Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Jimmy Carter, el presidente “tibio” que boicoteó los Juegos Olímpicos
El exmandatario estadounidense hizo historia al tratar de aislar a la Unión Soviética en la cita máxima del deporte
- 5 minutos de lectura'
Acusado eternamente de tibio, Jimmy Carter dice en enero de 1980 que basta de hipocresía olímpica. La URSS invadió Afganistán y el presidente de Estados Unidos le reclama al Comité Olímpico Internacional (COI) que cancele a Moscú como sede de los Juegos de 1980 y que los mude a otro país. Como si fuese tan fácil, con 160 naciones y 10.000 atletas en juego. En la entrevista con la cadena NBC, Carter propone también que Grecia, cuna del olimpismo, sea designada como sede permanente de los Juegos. Su audacia va en línea con su desconocimiento del negocio olímpico.
El expresidente, que murió este domingo a los cien años de edad, será el único presidente que dejó a Estados Unidos afuera de un Juego Olímpico. “Politiza definitivamente a los Juegos y arruina los sueños de cientos de atletas”, lo acusan sus críticos. En el Congreso del COI, en Lake Placid, Cyrus Vance, Secretario de Estado, reitera que Moscú debe ser despojada de la sede. “¿Cuántos países hay que puedan declarar abiertamente que respetan los derechos humanos?”, se defiende el presidente olímpico, el Lord irlandés Michael Morris Killanin, que obtiene un fuerte respaldo (el mismo COI que en 1936 le dio a Hitler los Juegos de Berlín y que en el siglo 21 expulsará a Rusia por la invasión a Ucrania). Killanin viaja a Moscú en mayo. En un momento, expresa a las autoridades soviéticas que también el Vaticano repudia la invasión a Afganistán. Le responden con una vieja frase del fallecido presidente Nikita Krushov: “¿Cuántos soldados tiene el Papa?”.
La URSS no cede y Carter tampoco. El Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC), reticente primero, adhiere finalmente al reclamo presidencial. El Comité británico rechaza en cambio el pedido de boicot de Margaret Thatcher, a quien le preguntan por qué su gobierno mantiene contratos comerciales para construir tuberías comerciales en territorio soviético. Las embajadas de Estados Unidos presionan y suman 66 países para el boicot, Argentina incluida. La decisión es política. Rechazada por las Federaciones deportivas. “A Berlín”, replica el canciller alemán Helmut Schmidt, “la defienden soldados alemanes, no el presidente de la Federación de Balonmano”. Sin Estados Unidos, que ni siquiera televisó los Juegos (la NBC había pagado 87 millones de dólares por los derechos), Moscú 80 se quedó sin el Superclásico de Guerra Fría. Participaron ochenta países. El medallero final coronó en los cuatro primeros puestos a la URSS, Alemania Oriental, Bulgaria y Cuba, quinta Italia, que no adhirió al boicot. Son años de doping masivo, pero ninguno de los ochocientos “controles” da positivo.
Un año antes, Carter fue clave para que una Comisión de Derechos Humanos de la OEA viniera a Buenos Aires para investigar los crímenes de la dictadura. Estados Unidos tenía entonces cero peso en el mundo de la FIFA y del fútbol; caso contrario, Carter podría haber impulsado también un boicot contra el Mundial 78. La dictadura, traviesa, invitó a la Copa a Henry Kissinger, el ex Secretario de Estado que había apoyado los Golpes de Estado en toda la región. Miembro de honor del COI, fallecido también él con cien años, en 2023, Kissinger llegó en 1978 a Buenos Aires como “simple aficionado” y hasta visitó el vestuario de la selección peruana junto con Videla, antes del polémico 6-0 que clasificó a la selección albiceleste a la final del Mundial. La Comisión de la OEA arribó al año siguiente. Los familiares de las víctimas hacían fila a metros de la Plaza de Mayo, donde la dictadura, con Videla en el balcón, montó un circo celebratorio porque la selección Sub 20 de Diego Maradona se había coronado campeona mundial en Japón. “Los argentinos –decía el slogan oficial- somos derechos y humanos”.
En 1980, ni Carter ni el COI supieron ver lo que todos veían: la vendetta de Moscú boicoteando los Juegos siguientes de Los Angeles 84. Eran años difíciles para el olimpismo. Boicot previo en Montreal 76 contra la Sudáfrica racista, masacre de un comando palestino contra atletas israelíes en Munich 72 y el Black Power de los atletas negros en México 68. Fue la herencia que recibió el exministro franquista Juan Antonio Samaranch, elegido nuevo presidente del COI justamente en Moscú 80, el hombre que abrió la participación de los deportistas profesionales en los Juegos, para felicidad de Adidas, gran patrocinadora del dirigente catalán, Papá Noel en tres tiras.
El mundo lamentó estas horas la muerte de Carter. No fue así antes. Durante su gestión lo burlaron rivales y aliados por supuesta incompetencia, por la economía en crisis y por falta de autoridad. Y también, como sugirió Nicolas Krystof en The New York Times, porque Carter no fue exactamente un presidente del club de los que jugaban al golf. “Hay que sacar el olor a bagre de la Casa Blanca”, cuentan que dijo el diseñador de interiores de Ronald Reagan, presidente siguiente. Carter creció en una casa sin electricidad. En su Georgia natal, vio morir gente de enfermedades de la pobreza que luego, ya presidente, se empeñó en erradicar de Africa. Cristiano evangélico, contó avergonzado que alguna vez había tenido “pensamientos lujuriosos” sobre algunas mujeres. Hoy, que en la Casa Blanca (y en otros lados) manda un “duro”, un presidente condenado por abuso sexual, denunciado además por otra veintena de mujeres, Carter, el tibio, sería un político a destiempo.
Seguí leyendo
Vigentes a los 40. LeBron James y otras historias de cracks inoxidables que desafían al documento
El polista inoxidable. Horacio Araya: fue campeón de Palermo, sigue jugando a los 86 y el gol increíble que todos le recuerdan
Una pareja perfecta. Seis títulos, récords y victorias épicas: Hamilton, rey con Mercedes y la nueva ilusión de Ferrari
Otras noticias de Juegos Olímpicos
“Condiciones catastróficas”. Conmoción en el deporte de Alemania: gimnastas denunciaron abusos físicos y mentales
Tres momentos de Del Potro. El éxito frente a Nadal en Río 2016, la Gran Willy ante Cilic y la ovación en el US Open que lo quebró
"Entre dos y cuatro años de vida". El conmovedor mensaje de un múltiple campeón de ciclismo tras conocer que tiene un cáncer incurable
- 1
Argentina vs. España, por la Finalissima: cuándo juegan
- 2
El caso Dani Olmo: un entramado que puede dejar en ruinas al Barcelona
- 3
La serie del Gran Premio José Pedro Ramírez: once caballos argentinos buscarán en Maroñas un pleno que sólo se logró hace 50 años
- 4
River y la receta del 2018 que Marcelo Gallardo quiere reutilizar en 2025: tres refuerzos confirmados y gestiones por cinco jugadores de peso