Independiente goleó 6-0 a Sarmiento con su explosivo tridente y alcanzó la punta de la zona 2 de la Copa de la Liga

Independiente regaló una demostración de contundencia como hacía tiempo no se le veía: en su estadio goleó por 6-0 a Sarmiento de Junín, en el cierre de la quinta fecha, sumó su cuarta victoria consecutiva y alcanzó a Vélez en lo más alto de la Zona B de la Copa de la Liga. Ya al término del primer tiempo, el equipo de Julio Falcioni ganaba por 4-0, una diferencia basada en la efectividad de sus delanteros y, también, en la pasividad de los visitantes, que se pasaron la noche sin poder descifrar los movimientos del tridente Sebastián Palacios-Silvio Romero-Jonathan Menéndez, autores de dos goles cada uno.

Desde la solidez defensiva, Independiente pudo golpear en el inicio. A los 10, un pelotazo largo de derecha a izquierda por parte de Lucas Romero no pudo ser despejado por Garnier y quien lo aprovechó fue Sebastián Palacios. El delantero del rojo se quedó con la pelota y definió tranquilo y solo frente a Vicentini para poner el 1 a 0.

Tras la apertura del marcador, el Rojo se replegó un poco y dejó adelantar al rival. La situación le vino muy bien para aprovechar la velocidad de algunos sus futbolistas. Y el segundo gol llegó tras una gran combinación: Bustos arrancó la jugada por la derecha, tocó al área con Silvio Romero; el capitán, de primera, se la pasó a Menéndez, que le devolvió la pared para que, con mucha clase, el propio Romero colocara la pelota contra el primer palo. Era el 2 a 0, el mejor gol de la noche. Iban 36 minutos. Entre un gol y otro, Sarmiento había intentado pelear la posesión, pero sin conseguir profundidad.

Se venía el vendaval. Sólo pasaron dos minutos para que el equipo de Falcioni volviera a convertir. Otra vez Bustos entró en juego, se la entregó a Menéndez que con pelota dominada se fue de derecha al medio, desde la medialuna remató al arco y estableció el 3 a 0, mientras la defensa de Sarmiento miraba verlo pasar.

Independiente era superior por velocidad y por actitud. Sólo había pateado al arco en cuatro ocasiones y sobre el final, selló un primer tiempo casi perfecto. La presión de Palacios sobre Herrera fue un acierto, el autor del primero jugó con el Chino Romero, que recibió de espaldas al arco y, sin ser egoísta, vio la subida de Menéndez que se metió al área, recibió, enganchó hacia el medio y remató al arco para establecer el 4 a 0. El equipo de Falcioni terminó el primer tiempo con goleada y fútbol de alto vuelo.

En el inicio del segundo tiempo, un Sarmiento descompensado por la goleada salió a la cancha con dos variantes para buscar algo más de peso ofensivo. Independiente comenzó con la misma intensidad con la que ya venía y nunca sacó el pie del acelerador. A los 10, una escalada de Lucas Romero por el medio terminó con una enorme habilitación para Palacios. El atacante puso el 5 a 0. El asistidor lucía una noche de esplendor: los goles los hacían sus compañeros, el fútbol lo ponía él.

El 6 a 0, no tardó el llegar. Insaurralde dividió con Silvio Romero, que se la peinó a Menéndez en mitad de cancha, con Sarmiento totalmente desarticulado. El extremo fue con paciencia hacia adelante y pensó qué hacer: tocó con el Chino Romero para que definiera ante Vicentini con comodidad, sin marcas y con Vicentini a mitad de camino.

Iban apenas 13 minutos del segundo tiempo, y a pesar de los minutos que quedaban por delante, el Rojo levantó el pie del acelerador, aunque con tantas ventajas, el séptimo podría haber caído por decantación. Falcioni aprovecho a darles descanso a Menéndez (ovacionado por sus compañeros al salir), Palacios y Romero, que viieron los últimos minutos ya desde el banco. La obra ya estaba consumada: con su protagonismo, independiente había construido una goleada infrecuente para sus tiempos modernos.

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