Huemul Carabajal: los secretos para que el sóftbol argentino esté en lo más alto

Entre los candidatos finales al Olimpia de Oro apareció un nombre poco conocido. En la nómina de aspirantes al premio mayor brillaban con más intensidad los famosos Luis Scola (ganador), Delfina Pignatiello y Lionel Messi, pero entre ellos logró ganarse un lugar Huemul Mata Carabajal, campeón del mundo en sóftbol. Fue la vez en que más cerca estuvo este deporte de tener al "mejor deportista del año", y si bien no ganó, ser tenido en cuenta fue una caricia al alma del sóftbol argentino, que en 2019 vivió un año de ensueño.

"Ser nombrado fue un honor y un orgullo. Era impensado, pero siempre es lindo el reconocimiento porque a nadie le gusta que su deporte favorito esté fuera del mejor premio", cuenta Mata Carabajal para LA NACION, Olimpia de Plata en mano.

Mata Carabajal es el pitcher y figura del seleccionado. Oriundo de Santa Rosa, La Pampa, se consagró campeón mundial en junio, cuando la Argentina venció a Japón por 3-2 en tiempo suplementario en la final del certamen jugado en República Checa. Luego de ese logro, el equipo viajó a Lima para estrenar en los Juegos Panamericanos su título. En un torneo que dominó de punta a punta, el conjunto al que dirige Julio Gamarci gritó campeón al imponerse por 5-0 a Estados Unidos y cerró una temporada de ensueño.

"El año del seleccionado nacional fue magnífico. No voy a olvidarlo jamás en la vida. Un año lleno de alegría en lo deportivo", resume Mata Carabajal, el primer argentino en participar en la profesional liga japonesa, una de las mejores del planeta.

En la Argentina el sóftbol siempre trabajó en la sombra, y ese trabajo de hormiga tuvo y tiene lugar en el interior del país. Sin popularidad en las más grandes ciudades, pero con renombre internacional. Fue una tarea en silencio, sobre todo en Paraná, donde reside la mayoría de los jugadores del plantel nacional y donde la liga local posee cierta fuerza. En los últimos cuatro años, el seleccionado compitió en dos mundiales [fue octavo en 2015 y cuarto en 2017], ganó un Sudamericano y fue subcampeón en otro, quedó tercero al disputar la Copa Intercontinental y alcanzó las medallas plateadas en los Panamericanos de 2003 y 2015.

–¿Qué cambió en el equipo nacional respecto a años anteriores?

–El grupo logró adaptarse y vencer la adversidad. Supo sobrellevar los momentos difíciles y duros con mucha madurez. Además logramos mejorar aspectos actitudinales y la conexión entre los jugadores y el cuerpo técnico fue excelente. Creo que el clic se dio en el partido contra Nueva Zelanda en la etapa de grupos del Mundial [victoria por 6-4]. En ese partido el equipo terminó de darse cuenta de su potencial, de que estaba como para grandes cosas y de que podía hacerle frente a cualquiera que se pusiera enfrente.

–¿Creés que estos títulos y el crecimiento que experimenta el seleccionado van a ayudar a que el softbol crezca en el país?

–Uno siempre quiere y espera lo mejor. Estos títulos fueron, sin dudas, un gran paso que nos dio mayor visibilidad. Pero eso solo no alcanza. Hay mucho trabajo por hacer, desde la Confederación, para que el deporte llegue a más personas y a todo el país. Y el apoyo económico por parte del gobierno es indispensable.

–¿Qué enseñanzas les dejaron el Mundial y los Juegos? ¿Y qué los sorprendió más?

–Fue todo un aprendizaje. Nos enseñaron la unión de un equipo y nos hicieron más fuertes en el aspecto mental. Nos potenciaron e hicieron que diéramos un paso importante para vencer nuestros propios límites. Aprendimos a controlar nuestras emociones, a ser más inteligentes al jugar. Además, viajamos a los Juegos, convivimos con otros equipos y aprendimos mucho de la disciplina, de cómo se mueve un equipo, de preparación, de entrenamientos. Y a eso se sumó lo social; nos llevamos muy lindas anécdotas.

–¿Qué proyectos vienen? ¿Cuáles son los torneos de 2020?

–El año que viene está el Nacional de Clubes en febrero, en Paraná, donde voy a competir por mi club de Santa Rosa. Y para la selección estará el clasificatorio para el Mundial Nueva Zelanda 2021, que se desarrollará en noviembre, también en Paraná, y habrá algunos torneos en México. En cuanto a mi futuro profesional, aún no está confirmada la renovación con el equipo de Japón. Pero existen algunas propuestas para jugar en las ligas de Canadá y Estados Unidos.

Bien ganada tuvo Mata Carabajal la consideración para el Olimpia de Oro entre grandes figuras del deporte nacional. Es representante importante de un equipo –un grupo de trabajo– que este año hizo historia. El seleccionado masculino de sóftbol se ganó un lugar entre los campeones mundiales de la Argentina. Fueron años de llenarse de polvo en las entrañas de Paraná, de viajes sin prensa para ganar experiencia. Por eso 2019 quedará grabado en sus jugadores, que sacudieron sus uniformes y sacaron a relucir el brillo del oro ganado.

El plantel campeón mundial de 2019

En el Mundial el equipo campeón estuvo integrado por Nicolás Carril, Federico Eder, Gustavo Godoy, Manuel Godoy, Román Godoy, Ladislao Malarczuk, Huemul Mata Carabajal, Pablo Migliavacca, Teo Migliavacca, Mariano Montero, Bruno Motroni, Gonzalo Ojeda, Federico Olheiser, Alan Peker, Juan Potolicchio, Gian Marcos Scialcomo y Juan Cruz Zara.

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