Sin poder político y con traspiés judiciales, Aníbal dejó la CAH

Por una suma de factores, mucho más políticos que deportivos, Aníbal Fernández renunció ayer a la presidencia de la Confederación Argentina de Hockey (CAH). Desde la entidad aludieron a razones "de público conocimiento" sin brindar mayores detalles, mientras que, en su carta de dimisión, el ex jefe de Gabinete kirchnerista denunció una "persecución" del actual Gobierno. Lo cierto es que, desde que perdió el poder que ostentaba en la Casa Rosada, el dirigente de Quilmes sólo sumó problemas de financiamiento, traspiés judiciales y cortocircuitos con las jugadoras.

Desde lo deportivo, la gestión de Fernández en la Confederación Argentina de Hockey (CAH) -iniciada en abril de 2013- sumó muy buenos resultados, como el tercer puesto de los Leones en el Mundial de Holanda 2014, las Champions Trophy que ganaron las Leonas en 2014 y en 2016, y la Liga Mundial que consiguió el equipo femenino en 2015. Además, Fernández supo atraer buenos sponsors privados y jugosos acuerdos con el gobierno del que formó parte.

Pero ese doble rol, de dirigente deportivo y funcionario público, complicó su carrera en el hockey cuando comenzó a caminar el llano político y terminó en renuncia.

La CAH informó ayer que Fernández "decidió dar el paso al costado con el propósito de beneficiar al hockey argentino en su conjunto". Sandra Isola, vicepresidenta primera de la entidad, tomará entonces el cargo vacante hasta abril de 2017, cuando la Confederación Argentina de Hockey decida sus nuevas autoridades.

Un año complicado

El primer traspié que tuvo Fernández se dio por el contrato de las "canchas fantasmas". En mayo, lanación reveló que como presidente del hockey y como funcionario kirchnerista, Aníbal Fernández estuvo virtualmente parado de los dos lados del mostrador. Fue el 26 de febrero de 2015, cuando la CAH recibió $ 56 millones de fondos públicos de la Jefatura de Gabinete y apenas unas horas después el quilmeño quedó al frente de esa cartera.

El objetivo del convenio era "instalar canchas de césped sintético para hockey en cada provincia del país" y la cartera coordinadora de ministros otorgaba un monto no reintegrable de $ 56 millones en cinco cuotas mensuales consecutivas.

Al momento de la firma del contrato, Fernández se había tomado una licencia de la CAH para evitar incompatibilidades. Sin embargo, el texto del acuerdo llevaba su nombre en mayúsculas en el encabezado. Ese accionar le valió una denuncia de la Oficina Anticorrupción en la justicia federal, que luego imputó a Fernández y ordenó un allanamiento a la Confederación de Hockey. Aunque se acordaron hacer 46 canchas, para mediados de este año sólo habían sido instaladas cinco.

Otro factor político clave empujó la salida: el gobierno de Mauricio Macri suspendió el millonario sponsoreo oficial al hockey. Y lo hizo por el rol de Aníbal Fernández. Bajo el lema "Argentina, un país con buena gente", en 2012 la gestión anterior se había comprometido a colocar propaganda por 500.000 dólares por año. Cuando en 2013 Aníbal Fernández ganó la presidencia de la CAH, elevó ese monto anual a U$S 750.000. Ya durante 2015, fue él mismo quien autorizó esas partidas millonarias desde la jefatura de Gabinete. Ese flujo de dinero se cortó con la gestión actual, que consideró que habían existido irregularidades con el ministro coordinador y titular de la CAH.

La actual gestión encontró que la última factura de la CAH por el sponsoreo estaba impaga y que le faltaba la certificación correspondiente, a pesar de que, en los partidos, Presidencia se había hecho presente con propaganda en todo el perímetro de las canchas. El actual jefe de Gabinete, Marcos Peña resolvió dejar sin efecto esa factura y, el 12 de mayo, dio baja el contrato de auspicio, pautado hasta 2018.

A los problemas por su gestión en el hockey, se sumó un complejo contexto judicial. El nombre de Aníbal Fernández volvió a quedar bajo un manto de sombras tras la detención de Ibar Pérez Corradi en Paraguay. El hombre señalado como el autor intelectual del Triple Crimen ligó en los últimos días al ex jefe de Gabinete con el tráfico de la efedrina y ayer llegó al país con la promesa de decir más ante la Justicia. Por esta causa, el ex jefe de gabinete debió dar explicaciones del caso en Londres, mientras acompañaba a las jugadoras en la última Champions Trophy. Su oscuro panorama político contrastó así con la conquista deportiva, que convirtió a las Leonas en el seleccionado más ganador del certamen.

Además de los factores políticos, Aníbal Fernández sumó cortocircuitos con las jugadoras. "¿Cuánto más vamos a bancar a esta gente en el hockey argentino?", manifestó en Twitter la ex leona Charo Luchetti desde Londres. La semana pasada, el seleccionado se sacó una foto con el presidente Mauricio Macri y bautizó a la primera dama, Juliana Awada, como una Leona más.

Para el ex jefe de Gabinete, Cambiemos ejerció "una democracia de pacotilla" que lanzó una "persecución" contra su persona. "No estaría desempeñando adecuadamente la condición de Presidente si permitiera el manoseo que estos profetas del odio vierten sobre la institución", concluyó.

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