¡Un disparate! El hoyo que enloqueció a los profesionales de golf: 29 tiros fueron a parar al agua en el islote de The Players

Más de un jugador aficionado del golf se debe haber sentido en paz este sábado, viendo por TV la segunda jornada del torneo The Players. Y seguramente alguno de habrá envalentonado y comentado en voz alta: “Si a ellos les pasa, que son jugadores top mundiales y ganan fortunas en el circuito, ¿por qué no a mi?”.

Se trata de uno de los torneos más destacados del PGA Tour, una competencia muy especial en Ponte Vedra Beach, Florida. Lo consideran el Quinto Major. Y se disputa en un campo de juego particular, que tiene un hoyo emblemático: el 17. “La desgracia”, dirían los apostadores. El hoyo de la isla. El que todo jugador le gustaría desafiar cada día como para medir la calidad del tiro a la bandera. Un par 3 que está en el medio de un espejo de agua y al cual se llega mediante una callecita-puente. Realmente, un hoyo distinto a todos. Que recuerda al 12 de Augusta (sin azaleas), aunque son distintos. Pero algo es seguro: pone a prueba a los mejores.

El certamen 2022 no viene siendo benévolo en materia climática. Lluvia, lluvia y más lluvia. Cuando un sábado, normalmente, las competencias completan los terceros 18 hoyos, es decir, el 75 por ciento del total, en esta oportunidad, por las continuas postergaciones, no todos los participantes consiguieron siquiera completar los primeros 36 hoyos. Es más, algunos ni siquiera comenzaron los segundos 18. En la nuevamente inconclusa segunda jornada, la interrupción llegó por falta de luz natural. Las demoras por el mal tiempo afectaron la programación. Y el cambio meteorológico fue drástico: se pasó del calor al frío en cuestión de horas. Además de la lluvia, claro. Y con la inestabilidad, otro invitado indeseable: el viento.

Ciertamente, cuando la lluvia no es copiosa, los jugadores la prefieren antes que las ráfagas de viento. Y lo padecieron en forma: el famoso hoyo 17 se transformó en una pesadilla, en una tortura. Para jugadores renombrados y para no tan famosos. Sin ir más lejos, el estadounidense Brooks Kopeka, que fue número 1 del mundo y es un constante animador de los grandes torneos, envió la pelota al agua... ¡dos veces! Una en cada jornada. Vive un auténtico karma en ese hoyo desde su primera participación.

De todas maneras, eso no sería lo peor. Al concluir la jornada, ya en medio de las penumbras, las estadísticas arrojaron un número increíblemente insólito: 29 tiros fueron a parar al agua. Sí, 29. Para tener una noción cabal de lo que pasó este sábado, vale consignar sólo un dato: entre jueves y viernes, sin ese viento por cierto, sólo hubo 4 pelotas en el agua en ese hoyo 17. Pero si se toman los 29 impactos que no llegaron al green y le borraron la sonrisa a los ejecutores, lo llamativo es cuántos golpes se acumularon tomando esos registros en particular. ¡La cuenta dio 66 sobre el par!

En 2018, en dos días de competencia de The Players, 44 salidas fueron al agua que protege al islote, mientras que en la suma de los restantes los hoyos, se hundieron 147 pelotas. Sin dudas, un lago sin descanso a la hora de facturar errores.

Schauffele, Scheffler, Koepka y numerosos jugadores más protagonizaron las decepciones del día, que fueron transformando el hoyo 17 en un escenario donde ganaba espacio la incredulidad y el asombro. La noticia parecia ser quien pudiera poner la pelota en el green en esta jornada ventosa. Y por cierto, hubo “fenómenos” que lo hicieron con prestancia. Como el local Daniel Berger, que además, se dio el gusto de concretar un birdie. Un hoyo donde algunos de sus colegas se fueron con 7 golpes, cuádruple bogey, y mascullando bronca e indignación con sus errores.

Cómo lo vivió Koepka

La historia de Koepka con este hoyo es muy significativa. Lleva seis participaciones en el torneo y el hoyo le ha costado nada menos que un score de +20. Lleva tiradas al agua 10 pelotas en un total de 20 rondas. Un promedio desastroso. Incluso, él lo vive así, asumiéndose como el “peor jugador del circuito en el 17″. Un día le preguntaron cuál era el segundo hoyo más difícil del mundo después del 17 de Sawgrass y su respuesta su hilarante: “La zona de dropeo del hoyo 17 de Sawgrass”.

Un hoyo con historia

Es, el 17 de TPC Sawgrass, un hoyo con historia. De hecho, en 2010 le costó el título al inglés Lee Westwood. El jugador nacido en Worksop llegaba con posibilidades hasta el penúltimo capítulo, pero su tiro quedó corto y terminó en el agua ¿La consecuencia? Un doloroso doble bogey que facilitó el título para el sudafricano Tim Clark.

Con tan sólo 137 yardas, este hoyo representa una trituradora mental para la mayoría de los golfistas, ya sea por las ráfagas, por los vericuetos de su green o porque representa el examen casi definitivo para un candidato a campeón, justo cuando los nervios están a flor de piel. La estimación es que a lo largo del año caen 150.000 pelotas al agua, un promedio de tres bolas por jugador, dado que allí se juegan unas 45.000 vueltas al año. El club afincado en Ponte Vedra Beach, Florida, contrata anualmente doce tandas de buzos para extraer las pelotitas, sumergidas a un metro y veinte centímetros de profundidad. Una fortuna en pelotitas.

Tres al agua

Alguna vez, el hoyo 17 causó el enojo del mismísimo Tiger Woods. “Ese hoyo es demasiado rebuscado para ser el 17 de un torneo. Si se tratara del 8 sería fantástico, pero no como el 71, en plena definición de un campeonato”.

La creación de esta isla de la perdición es absolutamente accidental. Pete Dye, diseñador del campo, lo concibió como un hoyo en península. Sin embargo, durante las obras sacó mucha tierra de los alrededores de aquel green y el agua terminó saliendo a flote, rodeándolo por completo. La mujer de Pete le sugirió que era más espectacular que lo dejara así. Y así quedó, para echar por la borda las aspiraciones de campeón de muchos profesionales. Sólo un pequeño búnker puede significar un alivio para quienes no aciertan la bandera con el hierro 9, el palo más utilizado en este hoyo.

Un tormento: ¡7 golpes!

La accidentada versión 2022 de The Players tiene dos líderes: el inglés Tommy Fleetwood y el estadounidense Tom Hoge. Fleetwood marcó 66 (-6) en los primeros 18 y está en par en el 3 en la segunda vuelta; Hoge también hizo 66 de arranque y todavía debe iniciar su segundo recorrido. Entre varios con -5 se encuentra el chileno Joaquín Niemann. Con -3 figuran el local Bubba Watson y el español Jon Rham. Con -2, Daniel Berger, uno de los “héroes del día” en el 17, aunque curiosamente cerró su segunda vuelta con 75 golpes (+3), producto de sendos doble bogeys en el par 5 del 11 y en el par 4 del 15.

El que no tuvo una actuación satisfactoria fue el argentino Emiliano Grillo. Quedó entre los últimos, con +13, luego de un score de 77 (+5) en la apertura y cerrar con +8 en el hoyo 15 de los segundos 18.

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