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Y un día volvió: Tiger Woods protagonizó otro regreso en su carrera y se anima a soñar en el Masters
Tuvo una muy buena primera vuelta de 71 (-1), a cuatro del surcoreano Sungjae Kim; llevaba 508 días sin competencia oficial
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Fue la postal de un rescate emotivo: Tiger Woods acababa de terminar su primera vuelta de 71 golpes (-1) en el Masters de Augusta y no podía contener su sonrisa. Observaba feliz a su alrededor y sentía cómo esa vieja adrenalina circulaba intacta en todo su cuerpo. Mientras tanto el público lo aplaudía, lo vivaba y le chiflaba en señal de agradecimiento por un nuevo regreso. Uno más de tantos a lo largo de su gigantesca carrera, pero con el agregado de algunas perlitas que hicieron levantar a los fans de las butacas verdes del club Augusta National.
El golf mundial celebra el retorno a los primeros planos del crack, que a los 46 años, y después de haber sufrido un accidente automovilístico por el que casi pierde la pierna derecha, se permite seguir soñando en su destino de grandeza. El californiano ya había protagonizado quizás el regreso más espectacular de un atleta de cualquier deporte al triunfar en el Masters 2019 -su última victoria en el PGA Tour-, pero ahora vuelve a hacer historia después de resurgir de las cenizas.
Recap de la primera ronda: Niemann con el tiro del día, Sungjae Im es líder y Woods Top 10. #elMasters #themasters pic.twitter.com/ax8TXvzxa4
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Este deporte sigue necesitando de él, por su condición de inspirador de incontables jugadores amateurs y profesionales, y porque la industria del golf sigue moviéndose según sus compases. Parece que habrá Tiger por unos años más a un alto nivel, y son muchos los que se ilusionan con que se acerque un poco a los 18 majors de Jack Nicklaus. Ostenta 15 torneos de Grand Slam, pero sobre todo mantiene esa ilusión por competir a lo grande, como el primer día en que agarró un hierro.
En el tee del 1, a las 12.04 de nuestro país, Woods pegó su primer tiro. Lo acompañó una multitud, que le creó una atmósfera favorable para que desplegara su talento. Había inquietud por su estado físico -él mencionó su preocupación por el esfuerzo que le demandaría caminar la cancha-, pero incluso hasta el hincha más exigente le iba a perdonar una primera vuelta opaca, que estaba dentro de las posibilidades.
El puntero tras la primera vuelta del Masters es el surcoreano Sungjae Im, después de un recorrido de 67 (-5). Pero toda la atención está puesta en lo que consiguió este Tiger renacido y en lo que será capaz de construir de aquí en más.
Hay varios puntos por analizar. El californiano conoce todos los secretos de esta cancha y no es para menos: ganó Augusta en cinco ocasiones y jugó el torneo 23 veces, con 22 cortes superados. Antes del arranque, Woods había comentado que el juego no era problema, sino la respuesta de sus músculos y sus huesos. Lógico: la edad ya le pesa, pero más todavía ese maldito accidente a toda velocidad en un camino sinuoso de Los Angeles.
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Cuentan que la preparación de su pie derecho le demanda dos horas antes de empezar la vuelta y otras dos horas de recuperación tras el esfuerzo de 18 hoyos. Tal situación le produce un desgaste mental adicional, una preocupación extra que se suma a todas las que genera la cancha perfecta del Masters. En varias ocasiones, la transmisión oficial de TV enfocó en primer plano el andar de sus piernas y sus pies, para dar cuenta de que se trata de un cuerpo saturado de golpes y lesiones a través del tiempo, sostenido entre varillas, placas y tornillos. Es realmente un milagro que todavía pueda mantenerse competitivo, pero esto habla de uno de los atletas psicológicamente más fuertes de la historia.
En los primeros hoyos –una sucesión de pares– se le advirtió cierta dificultad para caminar por los declives del terreno. Pero dio la impresión de que, cuando se concentró de lleno en la vuelta, Tiger se olvidó de los achaques físicos y se enfocó en mantener el control de su juego. Hasta incluso se permitió dos joyas: el birdie en el par 3 del hoyo 6, tras dejar la pelota casi dada, y el espectacular putt de nueve metros en el hoyo 16 para volver a poner números rojos en su tarjeta.
Fueron nada menos que 508 días sin competencia oficial, desde aquel Masters otoñal de pandemia en 2020, cuando ganó Dustin Johnson con un record de -20. Demasiadas ventajas en un circuito que es ultracompetitivo, en el que los jóvenes irreverentes –muchos de ellos situados en los primeros puestos del ranking mundial– no dudan en aplastar a los representantes de las viejas generaciones. Si hubiera que citar un ejemplo geográficamente cercano, allí está el chileno Joaquín Niemann, el chico de 23 años que arrancó con -3 y hasta celebró un águila desde 105 yardas en el par 4 del hoyo 9.
“Estoy justo donde quería estar. Me dije: ‘Vamos, ya sabes dónde poner la pelota’. La idea era seguir empujando y recuperando y eso fue lo que hice. Imaginaba que una vez que la adrenalina se activara, yo me encendiera y entrara en mi pequeño mundo, todo iba a ir bien”, relató Tiger, que se presentó con una camisa rosa chillona, del color de las azaleas, y que hoy ocupa el puesto 973° del ranking, sin dudas un lugar mentiroso.
Woods habló también de “dos errores estúpidos” en el par 5 del hoyo 8 que lo hicieron retroceder por culpa de un bogey, pero fue muy valorable el cierre: un putt bajó presión en el hoyo 18 que le permitió salvar el par. A todas luces fue un regreso exitoso, pero habrá que ver cómo le responde su organismo en la segunda vuelta y en el fin de semana, si es que no tiene complicaciones en superar el corte clasificatorio.
Tiger entiende las señales de su cuerpo y hasta fue capaz de llevarse el US Open 2008 con el ligamento cruzado anterior roto y dos fracturas por estrés en la tibia. En aquel desempate con Rocco Mediate se lo recuerda cojeando y apoyándose en su palo como si utilizara un bastón de anciano. Pero claro: entonces tenía 13 años menos.
Ahora, deberá sobrellevar toda esta carga, más allá de que en sus declaraciones minimizó su limitación para moverse. “Vine aquí para ver si podía jugar y pude hacerlo como quería. Me sentí bien”, comentó el hombre que despierta pasión como cuando irrumpió en Augusta en 1997, a los 21 años. Hoy, desde las 14.41 de nuestro país, llegará el segundo capítulo de este superhéroe del golf.
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