Spieth, el golfista de 21 años que sorprende al mundo y va por el N°1

En abril pasado recorría las calles de Nueva York en una camioneta negra, acompañado de un desfile de asistentes de anteojos oscuros. Después de triunfar en el Masters, Jordan Spieth emprendía un raid agotador para participar en diversos talk shows, subirse al Empire State y hablar hasta con Bill Clinton, ex presidente de los Estados Unidos. El joven de 21 años, ataviado con el saco verde de Augusta, estaba bajo los focos de la prensa mundial y tenía el mundo a sus pies. Pero en su interior sabía que aquello no se trataría de un rapto de gloria; entendía que su gran historia en el golf recién empezaba a escribirse.

Casi no esperó Spieth en seguir construyendo su propio mito: luego del Masters, ayer se llevó el siguiente certamen de Grand Slam, el US Open, que en Chambers Bay -estado de Washington- propuso el campo más largo que se haya visto para esta cita, con 7695 yardas. El oriundo de Dallas le hizo frente a ese trazado con reminiscencias de Saint Andrews, debido a la similitud de sus roughs, y ganó con una vuelta final de 69 (-1), para un total de 275 (-5).

En realidad, más allá de su talento tuvo muchísima suerte: se salvó porque Dustin Johnson sucumbió con tres putts en el hoyo 18. Este bombardero que amagó ya con adjudicarse otros Majors tiraba para águila y disponía de la chance de obtener su primer título grande, pero sus nervios lo traicionaron en el instante clave y dejó el éxito en bandeja a Spieth.

El gran campeón observó el desastre de Johnson en un monitor, poco después de que rubricara su score en la cabina de control de tarjetas. Enseguida, cuando se consumó esta inesperada victoria -porque todo se encaminaba a disputar hoy un desempate a 18 hoyos-, se fundió en un abrazo con sus padres y lloraron juntos.

Con esta gesta, a Spieth no le alcanza todavía para destronar a Rory McIlroy del primer puesto del ranking mundial. Sin embargo, empieza a coquetear con jugadores ilustres de otros tiempos. Valgan algunos datos: se transformó en el golfista más joven de todos los tiempos en atesorar el Masters y el US Open. También, es el más precoz en conseguir el Abierto de los Estados Unidos desde 1923, cuando lo logró el legendario Bobby Jones. Por otra parte, es el sexto jugador en encadenar el Masters y el US Open en una misma temporada; el último había sido, en 2002, Tiger Woods, un célebre de este deporte que en Chambers Bay mostró su peor faceta, al concluir en los últimos puestos con +16 total.

No puedes ganar todos a menos que ganes los primeros dos [Majors]. Ahora voy a ir a Saint Andrews para conquistar la Claret Jug en el Abierto Británico. Creo que con una buena preparación puedo lograrlo

Luego de festejar en el Augusta National, Spieth ya establecía un duelo mano a mano con McIlroy, para observar quién sería el gran dominador del circuito de aquí en más. Tras esta confirmación en este campo de greens duros, traicionero como pocos, Spieth dio otro paso adelante respecto del norilandés con la ventaja de que tiene cuatro años menos y un horizonte infinito.

Según la opinión de agentes y analistas a la revista GolfDigest.com, en abril se calculaba que Spieth podría llegar a embolsar un total de 25 millones de dólares por todo concepto en el año, considerando no sólo las ganancias en el tour sino también sus contratos comerciales. Quizás haya que retocar un poco esa cifra después de lograr otro eslabón de grandeza en esta cancha donde serpentean las vías del tren al costado de algunos hoyos.

Spieth entiende las grandes faenas como un mérito de equipo. Más que nunca confía en su caddie Michael Greller, un ex profesor de matemáticas de 6° grado que, por una serie de casualidades y por estar en el lugar justo, fue a dar con este jugador que ya toca las puertas del Salón de la Fama. Más allá de memorizar yardas y caídas de los greens, Greller maneja como nadie los vaivenes anímicos de Spieth y sabe perfectamente cuándo aconsejarlo y cuándo callar durante la caminata.

Escocia ya vibra ante la posibilidad de que Spieth siga reescribiendo la historia en Saint Andrews. Del 16 al 19 de julio, los ojos del mundo estarán atentos a este jugador lleno de frescura y aplomo, para comprobar si será capaz de alzarse con el tercer Major en serie. Amable, formal, sin rasgos polémicos, Spieth es el apellido que se agiganta en el golf con el transcurso del tiempo.

LA RECUPERACIÓN DE ANDRÉS ROMERO EN UNA GRAN CITA

La buena noticia para el golf argentino fue la sólida actuación de Andrés Romero, que con una vuelta final de 71 golpes (+1) concluyó con 282 (+2) y terminó en el 14° puesto, por lejos su mejor rendimiento del año y en una cita mayúscula. Después de varios altibajos en los primeros nueve hoyos, el tucumano corrigió su recorrido con tres birdies en el 10, 12 y 18. Además, el cordobés Ángel Cabrera firmó 74 (+4) y culminó en el 64° lugar.

jp/pl

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