PGA Tour Latinoamérica: las cinco claves para seguir el Abierto de golf en la cancha de Pilará

Si en el golf argentino se habla del "Abierto", la referencia apunta a una sola dirección: es la cita local más importante del año, correspondiente al PGA Tour Latinoamérica. Entre la tradición y las pinceladas de modernidad para adaptarse a estos tiempos, este jueves comenzará el 113º VISA Open de la Argentina. Aquí, las cinco claves para seguir el centenario certamen en la debutante cancha de Pilará Golf Club (Ruta Panamericana, km 56,5, Pilar).

Se extraña a un ganador local: ya en la presentación del Abierto, en un hotel de Pilar, dirigentes y organizadores no ocultaron el deseo de que el torneo volviera a tener a un campeón argentino después de tres años. El último en consagrarse fue Emiliano Grillo, que se impuso en Martindale en 2014 y recibió un gran impulso para destacarse luego en el PGA Tour. Después, el norteamericano Kent Bulle celebró por partida doble en 2015 (Jockey Club) y 2016 (Olivos Golf Club), mientras que su compatriota Brady Schnell alzó el trofeo en el Jockey Club en 2017. La principal razón de querer a un local con la copa –más allá de cuestiones sentimentales– es ubicar a un argentino en el Open Británico, ya que el ganador del Abierto se clasificará para jugar este Major de 2019 en Royal Portrush, Irlanda del Norte. Por otra parte, los últimos campeones extranjeros no lograron una empatía con la gente y tampoco trascendieron luego en los circuitos internacionales.

La lucha rumbo al Web.Com: A esta altura, y con apenas dos torneos por jugarse en el PGA Tour Latinoamérica, arde la lucha por los cinco que se clasificarán a la gira que es la antesala del PGA Tour. Hasta hoy, los dos que encabezan el quinteto de privilegio son los colombianos Nicolás Echavarría (97.754 dólares) y Marcelo Rozo (81.364). El tercero es el argentino Andrés Gallegos (78.806), de gran actuación en el Abierto de 2017 en condición de amateur y que viene de un segundo puesto en el Chapelco Golf Club. En el 4º y 5º lugar, separados por un puñado de dólares respecto del chico de Lobos, aparecen los norteamericanos Harry Higgs (78.236) y Austin Smotherman (78.201). El argentino con más chances de entreverarse en estos nombres es Clodomiro Carranza (13º, US$ 52.579), campeón en Neuquén el domingo pasado. En Pilará quedarán determinados los 60 mejores jugadores que entrarán en el Shell Championship que se disputará en Doral, Estados Unidos, última escala del PGA Tour Latinoamérica.

Una cancha nueva para el Abierto: No son muchos los campos que se ajustan a los requerimientos de la principal cita golfística de la Argentina. Más allá de que la Asociación Argentina de Golf viene ignorando los campos por fuera de la provincia de Buenos Aires desde 1987 (Córdoba Golf Club), en los últimos tiempos se permitió innovar en otras sedes, como Nordelta, que resultó un éxito incluso desde el punto de vista comercial. Así, el Abierto desembarcó en Pilará Golf Club por una gestión de Juan Nicholson, expresidente de la AAG, que propuso jugar en este par 72 de 7132 yardas (3618 ida y 3514 vuelta), cuyo diseño es de Jack Nicklaus y responde a la primera cancha signature de América del Sur. El trazado se caracteriza por sus ondulaciones en los fairways y un hoyo 18 (par 5) en el que se puede hacer águila o triple bogey, según la evaluación del riesgo. "La dificultad dependerá de la maldad de la Asociación Argentina de Golf y del PGA Tour Latinoamérica en la colocación de las banderas y la velocidad de los greens. Será un campo competitivo y mostrará sus garras", estimó Nicholson.

La incógnita de Cabrera y las figuras que no están: Con Ángel Cabrera pasa algo particular, porque está fuera de los primeros planos desde hace tiempo y sin embargo su "oficio" en el Abierto (fue campeón en 2001, 2002 y 2012) lo coloca como posible candidato. Con todo, el Pato Cabrera debe lidiar con tres puntos en contra: su irregularidad, su desconocimiento de la cancha de Pilará y sus crónicos problemas en un hombro, molestia que nunca quiso solucionar directamente con una operación, quizá por temor a que un mal resultado acelere su retiro del golf competitivo. Con 49 años y al borde del Champions Tour, el cordobés vuelve a situarse como la figura más carismática del Abierto. Distintos son los casos de Fabián Gómez, Julián Etulain y Andrés Romero, que esta misma semana decidieron apostar por el PGA Tour y jugarán en Sea Island, en el estado de Georgia. Para ellos, la prioridad es consolidarse en el máximo circuito, aun dejando de lado la chance de llegar al Open.

Los premios y las salidas: El que obtenga el título del Abierto embolsará un premio de 31.500 dólares, dentro de una bolsa total de 175.000 billetes norteamericanos. A los 8.32 habrá dos salidas simultáneas de interés. Los nostálgicos del Abierto podrán ver pegar desde el hoyo 1 a José Cóceres, Vicente Fernández y Eduardo Romero, tres símbolos del golf argentino que abrazaron la gloria en este certamen en diferentes décadas. A esa misma hora, pero en el hoyo 10, arrancarán Cabrera, Carranza y el norteamericano Jared Wolfe. Otro de los grupos atractivos será el que animarán a partir de las 8.43 (hoyo 10) Ricardo González, Tano Goya y Rafael Gómez, tres experimentados créditos locales que también saben lo que es ganar en diferentes tours. Y Andrés Gallegos, que se perfila con ganas de dar el gran golpe en su primer año como profesional, jugará a partir de las 12.49 (hoyo 1) con los norteamericanos Michael Davan y Gibby Martens.

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