La grieta del golf: la pesada influencia de Tiger Woods en el conflicto y la millonaria demanda de un campeón de Augusta a una señal de TV

NUEVA YORK.- Las estrellas del PGA Tour, incluyendo a Tiger Woods, se reunieron el martes para lidiar con la serie LIV Golf, que ha atraído a los jugadores del tour con asombrosas sumas de dinero, y salieron con una actitud positiva, pero sin querer detallar cómo planean defenderse de la rebelde empresa de golf o convivir con ella de forma pacífica.

La reunión fue el último giro en lo que ha sido un año inusualmente antagónico en el golf, y se produjo justo una semana después de que un juez federal dictaminara que el PGA Tour puede prohibir a los golfistas de LIV los playoffs de la FedEx Cup, que concluyen a finales de agosto.

Antes del BMW Championship, los jugadores del PGA Tour se mostraron el miércoles reacios a compartir detalles sobre la reunión, celebrada en Wilmington, Delaware, que atrajo a Woods, que voló desde su casa en Florida para asistir. Rory McIlroy, el número 3 del mundo, describió la reunión a los periodistas el miércoles como “impactante”.

McIlroy dijo que el liderazgo de Woods en la reunión fue crucial, ya que los jugadores discutieron cómo mejorar el PGA Tour y hacer frente a la ruptura en el mundo del golf desde la aparición de la serie LIV Golf Invitational, respaldada por Arabia Saudí. El PGA Tour anunció en junio que suspendería a los jugadores que se unieran a la serie LIV. Y así lo hizo.

“Su papel es el de guiarnos a un lugar en el que todos creemos que debemos estar”, dijo McIlroy sobre la presencia de Woods. “Es el héroe al que todos hemos admirado. Su voz llega más lejos que la de cualquier otro en el juego del golf”.

Aunque los jugadores se apresuraron a elogiar a Woods, se mostraron reticentes a la hora de compartir cualquier medida práctica que surgiera de la reunión. “¿Cuál es el corto plazo? ¿Cuál es el medio plazo? ¿Cuál es el largo plazo?” dijo McIlroy. “Eso es algo que tenemos que averiguar”.

Xander Schauffele dijo a los periodistas que quería ver una resolución que terminara en “algún tipo de unidad”. “Fue una reunión muy agradable. Fue genial. Fue emocionante. Fue nueva. Fue fresca”, dijo Schauffele. “Estoy muy esperanzado con lo que viene”.

Schauffele, el número 6 del mundo, dijo a los periodistas que había “un poco de código” para guardar silencio. “Creo que estaría bastante descontento si viera a uno de los chicos cotorreando lo que hablamos”, sostuvo Schauffele. “Eso estaría muy mal visto, y probablemente no te invitarían a volver a la reunión”.

Justin Thomas, el número 7 del mundo, dijo en una conferencia de prensa que la reunión fue “productiva” y que los jugadores que asistieron “sólo quieren lo mejor para el tour y quieren lo que es mejor para los intereses”. “Sólo espero un mejor producto”, dijo Thomas. “Creo que esa es la esperanza en general de cualquier cosa, es sólo tratar de mejorar nosotros mismos, donde estamos jugando, todo lo mejor que podamos”.

Thomas dijo que tener a Woods presente le dio a la reunión una credibilidad adicional. “Creo que si alguien como él está apasionado por ello, sin ofender a todos nosotros, pero eso es realmente lo que importa”, dijo Thomas. “Si no está detrás de algo, entonces, uno, probablemente no es una buena idea en términos de mejora del juego, pero, dos, simplemente no va a funcionar. Tiene que estar detrás de algo”.

McIlroy dijo que además de lidiar con LIV Golf, el PGA Tour también tendría que manejar eventualmente un mundo sin Woods en el tour. “El tour tuvo un trabajo fácil durante 20 años”, dijo McIlroy. “Tienen a un grupo de nosotros, y todos somos grandes jugadores. Pero no somos Tiger Woods”.

La demanda millonaria

Agregando al drama del martes, Patrick Reed, el ganador del Masters 2018 que se unió a LIV Golf en junio, presentó una demanda por difamación contra Golf Channel y el comentarista Brandel Chamblee, buscando 750 millones de dólares en daños.

La demanda, presentada en un tribunal federal de Texas, afirma que la cadena y Chamblee han conspirado con el PGA Tour para difamar a los jugadores de LIV “con la intención de destruirlos a ellos y a sus familias profesional y personalmente” y eliminar a LIV Golf como competidor.

Según la demanda, Golf Channel, Chamblee y el PGA Tour han conspirado desde que Reed tenía 23 años, hace unos nueve, “para destruir su reputación, crearle odio y un ambiente de trabajo hostil, y con la intención de desacreditar su nombre y sus logros”. Para Chamblee y Golf Channel, “no importa lo mucho que destruyan el nombre y la vida de alguien, con tal de obtener más dólares y beneficios”, dice la demanda.

Larry Klayman, abogado de Reed, expresó que “confiamos en prevalecer en los tribunales”, y añadió que “es una demanda muy fuerte”. “Aunque la interminable difamación de Chamblee y del Canal de Golf de la NBC con respecto al Sr. Reed, tal como se expone en la demanda, no es nueva, con su incorporación a LIV Golf ha alcanzado nuevas e intolerables cotas”, dijo Klayman en un comunicado.

No fue posible contactar con los abogados de Golf Channel y Chamblee.

El LIV Tour, financiado por el fondo soberano de Arabia Saudí, ha atraído mucha atención y críticas en los últimos meses. Entre los que han dejado el PGA Tour por el LIV Golf están Bryson DeChambeau, Dustin Johnson, Brooks Koepka y Phil Mickelson. Mickelson desató la indignación en febrero cuando se informó de que había dicho que la serie LIV era una “oportunidad única en la vida”, incluso cuando calificó de “horrible” el historial de Arabia Saudí en materia de derechos humanos.

Mickelson, de quien se dice que ha recibido hasta 200 millones de dólares para firmar con la gira disidente, está entre los 11 golfistas que desertaron del PGA Tour y luego presentaron una demanda antimonopolio a principios de este mes contra el PGA Tour, tratando de desafiar sus suspensiones y otras medidas que se han utilizado para disciplinar a los jugadores que se han unido a LIV Golf.

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