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El debate: el avance de la tecnología versus el talento de los golfistas
Tiger Woods dijo que le preocupa el excesivo vuelo de las pelotas de hoy y encendió una polémica que llegó hasta el Jockey Club, donde se disputa el 112° VISA Open
Aterrador. Esa es la palabra que utilizó Tiger Woods para describir hace unas semanas el avance de la tecnología en el golf. Justamente él, que desde su irrupción en 1997 obligó a cambiar los estándares de este deporte merced a su potencia y precisión. Todavía inactivo pero expectante para un nuevo regreso al circuito, el ex Nº 1 del mundo comentó: “Debemos hacer algo con la pelota de golf; creo que se está yendo demasiado lejos, ahora tenemos que construir campos de golf de 7400 a 7800 yardas. Y si toda esta tendencia se mantiene, creo que llegará pronto el día en que tengamos campos de 8000 yardas”. El campeón de 14 Majors se proyectó más allá: “Y todo esto es bastante aterrador, ya que no tenemos suficientes propiedades para comenzar a diseñar este tipo de canchas. Es un panorama muy complejo”.
El 112º Visa Open de la Argentina se disputa en el Jockey Club, justamente en una cancha corta de 6866 yardas, que se vuelve desafiante gracias a la dificultad de sus greens. Una de las caras visibles del certamen es Ángel Cabrera, que en otros tiempos figuraba entre los más encumbrados en la distancia con el driver, pero que en los últimos años fue superado en este rubro en el PGA Tour. El Pato apunta: “Esta es la gran pelea de la USGA con las marcas de pelotas. ¿Cómo alargás el Jockey Club o Villa Allende? Hay canchas a las que no podés estirar un metro más. Tienen que parar con esto, porque las pelotas van cada vez más lejos y los palos te ayudan a errar menos. Seve Ballesteros decía que ya no gana el más habilidoso, sino el que mete más putts. Yo tengo un promedio de casi 300 yardas y estoy en el puesto ochenta y pico. Y antes, con 300 yardas terminabas primero en el PGA Tour. Es muy difícil porque se trata de un negocio y todo se iguala para abajo”.
Los mejores pegadores cubren hoy hasta el 65 % del campo con el primer golpe. Es el caso de Rory McIlroy (65,16 % promedio en el último año) y Dustin Johnson (65,09 %). El norirlandés es quien más distancia logró con el driver en 2017 (317,2 yardas de media), por delante de Dustin Johnson, con 315. Este año, 43 jugadores lanzaron la pelota por lo menos 300 yardas más allá, cuando en 1980, primer año de estos registros, el jugador dominante en este ítem era Dan Pohl, con 274,3 yardas. Y lo mismo sucede con la velocidad: la bola más rápida del circuito es del estadounidense Brandon Hagy, con 300,6 km.
Según la USGA y la Royal & Ancient, las dos entidades que regulan el golf, la pelota debe pesar como máximo 45,93 gramos y tener un tamaño mínimo de 42,67 milímetros de diámetro. Además, cuenta con un rango de 300 a 500 hoyuelos de 0,25mm de profundidad, primordiales para que la pelota se levante al girar sobre sí misma y vuele más.
“¿Cómo frenás la tecnología? Lamentablemente, las compañías no creo que quieran hacerlo”, advierte el tucumano Andrés Romero, que amplía: “Año tras año, la pelota evolucionó rápidamente, así como los drivers, las maderas y los hierros. Antes, si pegabas fuerte se notaba mucho la diferencia; hoy, el único que saca ventaja es Dustin Johnson y alguno más, pero el resto pega parecido porque la tecnología ayudó. De todas formas, los jugadores muy buenos siguen siéndolo, porque los discretos sólo pueden igualarlos en distancia. Hay que trabajar mucho para ser como Johnson, Jordan Spieth o Jason Day”.
Julián Etulain presenta las dos caras: “Por un lado, la tecnología ayudó un montón, pero la preparación de las canchas cambió. Hoy en día tienen mucho más rough y greens más duros. Así, por más que la bola vaya lejos, si en el PGA Tour no pegás derecho, tirar desde el pasto alto es casi imposible. La distancia que conseguís y la dificultad de los campos que enfrentás se terminan compensando”.
El cuatro veces campeón en #PGATOURLA, @tula_etulain sale a disputar su R1 del #112VISAOpenARG en compañía de sus compatriotas y grandes favoritos al título @cabrera_pato y @piguromero. #ZurichArgentinaSwingpic.twitter.com/SxSwzFrgJv&— PGATOURLA (@PGATOUR_LA) 16 de noviembre de 2017
Al cordobés Eduardo Romero (63 años) le encantaría ser hoy un golfista treintañero: “Imaginate si a la habilidad natural que teníamos en nuestra época le agregáramos la tecnología de hoy. ¡Seríamos unos fenómenos”. Y repasa: “Desde que me hice profesional en 1980 hasta estos días, la situación cambió en un 90 %. Antes, la pelota quedaba más alta respecto de la cara del palo, que era más fina. Así que darle a la pelota con el centro del palo era bravo. El secreto es fabricar pelotas más blandas para que vuelen menos, porque ya no hay campo que aguante”.
¿Y qué dicen las marcas? Luis Felipe Álvarez, representante en Latinoamérica de Titleist, la pelota oficial del Abierto, fustigó la postura de Tiger: “Nos parece muy miope la visión de que la pelota es el púlpito del problema. Es una combinación con la altísima tecnología de los materiales en que están hechos los palos, el mejoramiento de la agronomía de las canchas y el factor más importante: los golfistas de hoy, que son atletas. No tiene sentido echarle la culpa a la pelota, ya que su evolución ayudó a que el golf se masificara y los golfistas comunes disfrutaran más el juego”.
Patricio López Vilaclara, director de TaylorMade Latinoámerica, aportó: “Uno siempre va a querer poner el mejor producto en las manos del consumidor, por lo que no habrá un freno de las marcas. En todo caso, el límite vendrá de parte de la USGA y la R&A. Extender las canchas sería un grave error, ya que aumentaría la cantidad de tiempo que demanda jugar al golf y, por consiguiente, favorecería la principal causa por la que este deporte no está siendo muy exitoso. Estoy a favor de mejorar la tecnología en el producto para facilitar la vida del golfista, aunque a la vez, los dueños de las canchas deberían buscar también hacerlas más sencillas”.
Y Guido Ballatore explica la estrategia de Callaway: “La política es hacer palos y pelotas autorizados por las dos entidades, de manera de hacer un golf de masas, más fácil y divertido. Respetamos la opinión de Tiger, pero creo que se refiere al PGA Tour, que solo representa el 0,0005 % del field de jugadores en el mundo”.
El leaderboard del 112° VISA Open
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