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Jorge Valdano, con LA NACION: "Los jugadores también deberían usar su poder para defender el espectáculo"
AL AIN, Emiratos Árabes Unidos.– El pedido es claro. Nada de entrevistas antes del River-Boca . El impensado viaje del superclásico a Madrid para definir la final de la Copa Libertadores en Europa provocó una catarata de llamados a su teléfono. Por eso, Jorge Valdano optó por lo más sano: contestarles a todos que no, y no quedar mal con nadie. Después del partido sí, agenda abierta. A lo largo de la charla con LA NACION, que comenzó frente a frente en la capital española y luego continuó por mail, el campeón del mundo en México 86 derrocha cordialidad.
A metros de su segunda casa, el estadio Santiago Bernabéu, Valdano analiza todo lo que sucedió alrededor de la histórica definición entre River y Boca, pero también ahonda en el Mundial de Clubes, el Real Madrid, la selección argentina y la actualidad de los medios de comunicación. Nada puede interrumpirlo, hasta que… "¿Vos sos Valdano? ¡Yo soy Pedro Vázquez!" Jorge Valdano lanza una carcajada desde lo más hondo de su ser, y responde: ‘Mucho gusto Pedro Vázquez, te conozco desde hace cinco segundos’. Y posa para la foto que le pide el chico, que a los 10 años derrama frescura y, espontaneidad. Luego, la entrevista comienza.
–¿Cómo cree que se recordará la final de la Copa Libertadores entre Boca y River en Madrid?
–Espero que como un antes y un después en el fútbol argentino. El partido parecía una gran oportunidad para prestigiar nuestro fútbol ante el mundo. Pero lo que mostramos fueron nuestras debilidades en el terreno de la convivencia. Nada de lo que enorgullecernos, ni en lo futbolístico ni en lo social ni en lo político. Pero como vivimos un tiempo que privilegia el impacto, el partido se recordará para siempre por su carga emocional, por su extravagancia y porque Boca y River engrandecieron su "marca" por el colosal ruido que provocó el caos.
–¿Qué aprendizajes se deberían haber llevado la Argentina y la Conmebol del estadio Santiago Bernabéu?
–Que cuando hay un rigor organizativo que compromete a las instituciones, a los gobiernos y hasta al sistema jurídico, un partido de fútbol termina siendo solo un partido de fútbol. Pero hay que convertir eso en una cultura, no en un hecho esporádico demostrado en la otra punta del mundo.
–Los jugadores, ¿podrían haber evitado el traslado de la final fuera de la Argentina, o son empleados y deben acatar lo que le ordenan desde el club?
–Los jugadores son cada día más conscientes de su poder. Pero deberían utilizarlo no solo para reclamar privilegios, sino también para defender el espectáculo. Me faltó un comunicado conjunto de los dos equipos rebelándose contra una decisión que atentó contra el hincha común. Todo el mundo estaba tan interesado en defender los intereses de sus clubes, que faltó una mirada más amplia.
–Después de una consagración histórica como la que se dio en Madrid, ¿cómo se hace para bajar la efervescencia y enfocar al plantel nuevamente en otro desafío, en el Mundial de Clubes?
–No hay porque bajar la efervescencia. Al contrario, hay que aprovechar la inyección de fe del Bernabéu para convertirla en energía competitiva.
–¿Entiende que le cae bien a River llegar tan arriba y con tanta intensidad, o le pueda jugar en contra?
–Todo lo que fortalece la confianza es conveniente. River se sacó un gran peso de encima en el Bernabéu y mejoró su autoestima. ¿Qué más puede pedir?
–¿Qué es lo más difícil de esa sensación de vacío que suele decirse que hay luego de lograr un objetivo grande?
–Lo más difícil es gestionar la frustración. Los logros dan crédito y eso permite jugar con más naturalidad. De todos modos los entrenadores son como los acompañantes del Sidecar, siempre tiene que inclinar el cuerpo hacia el lado contrario de la curva. ¿Es un grupo maduro o inmaduro? ¿El triunfo los relaja o los fortalece? ¿La larga espera de la final los desgastó o el resultado los alimentó? Yo no me se ninguna respuesta, pero Gallardo sí.
–Se viene diciendo que este Real Madrid es más terrenal que el de los últimos años, ¿es así? ¿Es más "ganable" que el del primer semestre?
–Va a encontrar más resistencia que en las últimas temporadas y aunque está teniendo un comportamiento muy irregular, que nadie olvide que en su historia hay una constante: se hace grande en las grandes ocasiones.
–¿Cómo vivió aquellos días donde en la Argentina se hablaba de que había habido contactos con Pep Guardiola, yel propio entrenador desmintió a Claudio Tapia, el presidente de la AFA, en su programa?
–Como una imprevisión más. El mundo ya es demasiado chico para que progresen las mentiras grandes.
–¿Cómo cree que viven los futbolistas una época en la cual el entrenador del seleccionado argentino no cumple el ciclo mínimo de cuatro años desde Bielsa (1998-2002)?
–Confundidos
–¿Donde debería estar el foco para la necesaria reconstrucción de la selección argentina?
–En gente creíble que haga aquello que promete que va a hacer. Y que en un documento se escriban las líneas maestras del proyecto para que todos sepan a qué atenerse. Hay que lograr que aquellos que se pongan la camiseta de la selección sepan exactamente qué es lo que representan. Antes del 78 el panorama era peor que el de hoy. El conocimiento, la convicción y el carisma de César Luis Menotti fueron capaces de producir una revolución. Si creemos que para hacer algo así hace falta una dictadura, es que no merecemos otra cosa.
–En este contexto, ¿nunca se le cruzó por la cabeza proponerse, ofrecerse para subir a este barco sin rumbo y sumar a la AFA todos sus conocimientos y su experiencia dirigencial en el fútbol europeo?
–Esto no funciona por ofrecimiento. Si interesás, te llaman. En la Argentina sobra conocimiento. Un país que da gente como el mismo Menotti, Marcelo Bielsa o Andrés Fassi, que generaron proyectos ejemplares en distintas partes del mundo, seguro que tienen cosas interesantes que decir para construir algo distinto. Dicho esto, no alcanza con las ideas. Las decisiones son el único puente entre el sitio en el que estamos y el lugar al que queremos llegar.
–¿Cómo observa la actualidad de los medios gráficos de España?
–Crecen las dos puntas. Por un lado un periodismo ruidoso que vive del impacto y por otro lado un periodismo que se hace atractivo desde el conocimiento y el análisis.
–¿En la Argentina ocurre algo similar?
–La tendencia es la misma. Quizás con un mayor acento en las dos puntas.
–¿Cómo es su consumo habitual de noticias? ¿Vivimos sobreinformados?
–Viven sobreinformados los que no tienean criterio. Ahí está el gran desafío de la educación. Tenemos a nuestra disposición el conocimiento acumulado a lo largo de la historia de la humanidad. Solo hay que preguntarle a Google. Lo importante es saber preguntar.
–¿Para qué sirven las redes sociales?
–Los seres humanos siempre hemos sido parecidos, pero ahora podemos hacer las cuentas. Cuál es el número de vanidosos, cuál el de creativos, cuál el de inteligentes, cuál el de discretos y, por supuesto, cuál el de idiotas… Todo esto lo digo desde la seguridad de que esta respuesta recibirá su merecido castigo en las redes. Con saber a qué atenernos, alcanza para seguir tirando.
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