Una tarde de goles y emociones

Damián Cáceres

Para LA NACION

Jugaron un partido enorme. Gigante por las emociones. Por el ir y venir. Por la propuesta de uno y otro. Porque no se guardaron nada. Porque lo dieron todo y más en la tarde de Floresta. Por caso, un barrio acostumbrado a que el tenor de estos partidos se dé pero en categorías del ascenso. Pero ayer All Boys y Tigre dieron un espectáculo dignísimo para la máxima categoría. Sobre todo por la entrega más que por el fútbol bien hilvanado. Con errores, es cierto. Pero los aciertos permitieron un partido emotivo y vibrante. De principio a fin. Un encuentro al que el golpe por golpe es la síntesis que mejor le sienta. En el que Tigre siempre estuvo en ventaja y All Boys logró sobreponerse para salir de las cenizas en las que lo sumergió cada gol del Matador. Podría haber sido para cualquiera. Sin exagerar, un partido donde todo pudo haber pasado en el hervidero en que se convirtió el estadio Islas Malvinas.

Fue el local el que propuso y salió decidido a llevarse el triunfo. La atropellada inicial del Albo se topó con un inesperado -por el trámite- cachetazo de Tigre. Un centro de Trombetta encontró la cabeza de Esteban González, que anticipó a toda la defensa local para poner el 1-0. Sin embargo, el equipo de Floresta siguió proponiendo, comenzando todo su juego en el orden de Fernando Sánchez y en la dinámica de Grazzini. Precisamente, el volante creativo de All Boys empató con un sutil toque por encima de Ardente, tras un grosero error compartido entre el guardavalla visitante y el defensor Claudio Pérez.

Análoga película se vivió en el segundo tiempo. De nuevo los errores dejaron expuestas a ambas defensas. Una vez más Teté González, de cabeza, desniveló para los de Caruso Lombardi, luego de una apilada electrizante de Ramiro Leone por la banda izquierda. Otra vez Grazzini, con un latigazo seco de zurda, volvió a igualar. El protagonismo de uno contrastaba con la merma futbolística del otro. La búsqueda de Tigre encontró su eco en Denis Stracqualursi, quien, con más suerte que pericia, de rebote en su pecho, volvió a poner a los de Victoria una vez más arriba en el tanteador. Pero cuando la desilusión del local parecía no encontrar consuelo alguno, Matos, de cabeza, con una falta sobre el recién ingresado De Miranda, decretó el definitivo empate.

EL TERCER ENCUENTRO ENTRE ALL BOYS Y TIGRE EN PRIMERA

El empate de ayer significó el tercer encuentro entre All Boys y Tigre en la máxima categoría. Los dos partidos anteriores fueron en el Metropolitano de 1980. Tigre se impuso 2-0 como local (Luñiz y Ros), mientras que empataron 1-1 en la segunda ronda (Brailowsky para el Albo y Ros para los de Victoria).

PARA CARUSO LOMBARDI, FUE "UN PARTIDO RARO"

Dijo el DT de Tigre: "Fue un partido muy raro porque cada vez que tuvimos el partido controlado, All Boys encontró el gol. Tuvimos todo para definirlo y fallamos en la definición".

LA BRONCA DE JOSÉ ROMERO POR LOS CONTINUOS ERRORES

"Cometimos muchos errores, que terminamos pagando muy caro", dijo el técnico de All Boys. Y agregó: "El ingreso de Fabbiani fue una apuesta que, por suerte, nos salió".

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