En seis años del ciclo Scaloni, la selección se asoma a un balcón desconocido. Nada grave, vale aclarar de inmediato. Podía perder, claro, ante Colombia, hoy, el rival más calificado de América del Sur, en la hoguera de Barranquilla y sin Lionel Messi. Y por un penal muy discutible. Esta vez no es un drama para la Argentina, solo queda una sensación algo extraña porque no tendrá revancha exprés. La Albiceleste siempre se había podido recomponer de inmediato, en días, detrás de las poquísimas derrotas oficiales del mandato dorado.