Una buena mañana para los arqueros de Boca: versión mejorada de Axel Werner y las primeras impresiones de Agustín Rossi

El fútbol muchas veces es cruel. Más aún en un club como Boca : un error te puede arrebatar el puesto por tiempo indeterminado. Algo así se esperaba con Axel Werner , tras un mal cálculo de un pelotazo sin peligro durante el último amistoso ante Aldosivi que se transformó en el primer tanto del Tiburón. Sin embargo, fue seguramente en los amistosos de esta mañana ante Tigre donde la competencia comenzó a tomar forma. Y si bien este último estaba más propenso a errores por un verano inestable, ambos se mostraron firmes y dieron algo de tranquilidad luego de tanto revuelo en el Mundo Boca.

“Axel cometió un error y era un momento más para apoyarlo que para sancionarlo”, fundamentó Guillermo Barros Schelotto la continuidad del ex arquero de Atlético Rafaela como titular. Durante la semana, cuando ya se hablaba que el entrenador pondría a Agustín Rossi en el primer equipo para ver su desempeño, lo vio bien, con ganas y fuerzas de mostrar su verdadera imagen: la que compró Atlético de Madrid, un gigante europeo, cuando tan solo tenía 14 partidos en Primera División.

El respaldo sirvió, más allá de que el arquero de 20 años no pudo hacer nada en el tanto que decretó el empate producto de una nueva falla defensiva del elenco de los mellizos que lo dejó cara a cara a Erik Godoy con el rafaelino en el área chica. No obstante, lo que mostró Werner antes había sido correcto. “¡Bueno!”, gritó continuamente el arquero para mostrar presencia ante los cuatro o cinco centros aéreos que los de Victoria metieron en su zona: situación en la que fue más tímido durante los amistosos en Mar del Plata. Otra virtud: con los pies, hasta ahora una fuerte debilidad, no tuvo problemas. Fuerte y largo para despejar y preciso en los pelotazos para que los laterales avanzaran cómodamente. Ese amistoso entre titulares terminó 1-1.

Agustín Rossi , desde su arribo a la entidad de la Ribera, sólo había sumado entrenamientos. En consecuencia, muchas conclusiones no podían sacarse. Hoy el santafecino tuvo su chance en el equipo suplente y, tal como su competidor, estuvo sobrio cuando le tocó participar del juego. Al contrario de Werner, el ex Defensa y Justicia tuvo que trabajar mayormente en los primeros minutos del encuentro. En esa instancia, le tapó un mano a mano a Emiliano Papa y contuvo dos tiros desde afuera del área a través de un estilo muy personal, que a más de uno le resultará inseguro: rebote hacia arriba para quitarle potencia a la pelota y no complicarse con su rara movilidad. Sumado a que también manifestó confianza para descolgar centros, el arquero de 21 años se diferenció del titular en la rapidez de piernas ya sea para tomar la pelota en la puerta del área como para llegar a despejarla al lado de la línea lateral. El partido entre los suplentes fue 2-0 en favor de los xeneizes.

Será el último amistoso, el próximo sábado ante Colón de Santa Fe, donde Guillermo probará el equipo que tiene en su cabeza para reanudar el campeonato. Así, el arquero que se ponga el buzo titular será, probablemente, aquél que se asegure el puesto para enfrentar a Banfield seguramente el 5 de marzo.

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