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Un Juego de Caballeros. Fergus Suter, el obrero escocés que cambió el fútbol mundial y la rivalidad que inspiró una serie exitosa
En la actualidad, los clubes, representantes y empresarios invierten millones de dólares y euros para adquirir o vender futbolistas en tiempos de mercado de pases de invierno o de verano. Y algunas transferencias, sea entre instituciones o como agente libre, llegan a cifras exorbitantes e impresionantes. Sin embargo, para que todas estas situaciones sean hoy reales, hubo alguien antes que lo soñó y lo llevó a cabo siendo víctima del rechazo social y yendo contra las reglas de aquella época. Fergus Suter fue el primer jugador profesional de la historia de ese deporte a nivel mundial.
Oriundo de Glasgow, Escocia, Suter nació el 21 de noviembre de 1857 y fue el primero de los tres hijos de un matrimonio complicado. Con un padre alcohólico, Fergus debió hacerse cargo económicamente de su familia desde muy chico y "salvar" a su madre y a sus dos hermanas de la violencia doméstica que reinaba en la casa.
Jardinero y albañil durante su adolescencia, Fergie tenía al fútbol no sólo como un hobby para distraerse y disfrutar un rato con amigos, sino que el talento innato que poseía en sus pies terminó siendo el puente para él y sus seres queridos para salir adelante en la vida.
Capitán y figura del Patrick de su ciudad, el ex mediocampista creativo escocés disputó dos partidos contra clubes ingleses, Darwen FC y Blackburn Rovers, justamente el par de instituciones que lo apadrinaron en la década de 1880. En ambos cotejos, los cazatalentos de aquellos tiempos vieron en él una destreza nunca antes vista por cómo se movía en la cancha y por la gran inteligencia para comprender el juego en su totalidad.
Dicha habilidad se convirtió en la decisión de los directivos del primero de los dos conjuntos mencionados para invitarlo a participar de su equipo a cambio de comida, vivienda y dinero. Con 19 años y un enorme futuro, el británico aceptó la suculenta oferta (la alimentación y el hospedaje era la promesa frecuente que se les hacía a los jugadores para convencerlos de ir a jugar a otro lugar) y recaló en Lancashire en 1878 junto con su colega y mejor amigo James Love, también de excelentes condiciones técnicas, pero de fugaz carrera a causa de una severa lesión en una de sus piernas. Así se convirtió en el primer futbolista profesional de la historia a nivel mundial.
Apenas un par de temporadas en Darwen le alcanzaron a Fergus para contribuir con un hecho histórico sin precedente en Inglaterra en 1879: fue el primer equipo de origen trabajador y de bajos recursos en llegar a los cuartos de final de la Copa FA, una instancia muy avanzada para el torneo de fútbol más antiguo del planeta. Los participantes de clase alta, como por ejemplo Old Etonians, siempre salían campeones.
"The OEs", fundado en 1871 y considerado el mejor conjunto de esa década, estaba conformado por egresados del colegio Eton de Berkshire, entre quienes sobresalió el máximo rival de Suter en una cancha, Arthur Kinnaird, apodado "El primer señor del fútbol". De una velocidad y corazón destacados, el ex mediocampista ofensivo fue pentacampeón y nueve veces finalista de la FA Cup, además de presidente de la Football Association entre 1890 y 1923, en tiempos en los que ser dirigente y jugador en simultáneo estaba bien visto.
La rivalidad futbolística entre Fergie y Kinnaird creció a niveles inigualables cuando Suter fichó con Blackburn Rovers en 1880, el clásico oponente de Darwen FC, a cambio de un mayor sueldo del que recibía en su anterior club. Allí, se coronó tricampeón en forma consecutiva de la mencionada copa nacional (1884, 1885 y 1886) y llegó a disputar sólo un juego de la liga inglesa en la temporada inaugural, el 22 de diciembre de 1888, frente a West Bromwich Albion.
Con 32 años de edad, en 1889 el ex centrocampista decidió ponerle punto final a una exitosa y no tan larga carrera profesional para dedicarse a la industria hotelera hasta el día de su muerte, en Blackpool, el 31 de julio de 1916 a los 58 años, a causa de un cáncer.
La cara política y social de Gran Bretaña basada en el fútbol
Los dos traspasos de Fergus Suter a fines del siglo XIX, en plena era victoriana en Gran Bretaña, llegaron a ser el principal detonante del enojo y la bronca de los directivos del campeonato inglés por atentar contra el juego limpio y la lealtad amateur a la hora de disputar un encuentro de fútbol. La compra y venta de jugadores traicionaban las reglas del ente creado en 1863. La llegada del escocés a la cuna futbolística cambió para siempre la visión de los propios creadores y el rumbo del deporte en el mundo.
Dicha decisión se vio confirmada y oficializada el 20 de julio de 1885, día en el cual la FA legalizó el empleo de futbolista profesional. La presión de los colegios con poco poder adquisitivo y de las pequeñas y medianas fábricas con ayuda del deseo del pionero en el asunto pudo más que la oposición dirigencial inicial. Sin embargo, todo esfuerzo también conlleva un costo: las condiciones de esta nueva norma eran nacer o vivir en un radio de 10 kilómetros alrededor de la sede del equipo al cual uno perteneció los últimos dos años y no se podía jugar en más de un conjunto una misma temporada.
Además de la obsesión de la mayoría de los clubes de querer profesionalizarlo, el fútbol también se transformó desde el desarrollo del juego en sí mismo. Y Suter influyó rotundamente en esto, ya que, a diferencia del estilo británico ciento por ciento físico y de segunda pelota, nació una nueva manera de disputa: la incorporación del pase para construir ataques y la dinámica de movimientos con y sin posesión del balón fue trasladada al resto de Europa y luego a los otros cuatro continentes. Esta transformación mundial del fútbol les hizo saber y reconocer a los dirigentes de la FA que ya no tenían el control total del mismo ni de las reglas que ellos habían inventado: la repercusión y las ganas de competir pasó de masiva a multitudinaria.
Por todas esas razones, Suter llevó al máximo directivo Kinnaird a afrontar la realidad. La inmediata aceptación fue considerada la piedra fundacional de la evolución global de la disciplina para siempre. Gracias a ambos, la marcada lucha de clases sociales en Inglaterra vio en el trato a la gran oportunidad para la expansión definitiva del juego y para que la diferencia económica no sea más considerada como una absurda razón de que únicamente las personas con mayores y mejores recursos podían practicarlo.
Aquella derrota de Darwen por 5-2 frente a Old Ethonians en 1879 por la revancha de los cuartos de final de la Copa FA (la ida había terminado 5-5) se debió al largo viaje del visitante y el arduo trabajo semanal previo al día del cotejo. Por esos motivos, el equipo perdedor no llegó en igualdad de condiciones físicas ni anímicas al encuentro cumbre. Tras el compromiso y el regreso a su pueblo, el plantel fue recibido como héroes y ese detalle despertó la pasión en los once jugadores por luchar y comenzar a redoblar los esfuerzos para vencer de una vez por todas a equipos más poderosos en los años venideros.
Esa ferviente y evidente ambición de superarse para salir adelante ante cualquier adversidad ajena era el claro justificativo que las personas pertenecientes a los sectores más postergados de la sociedad, quienes se identificaban con la institución de su ciudad o comuna, veían al fútbol como el único momento de alegría pura. Aquellas necesidades y falta de básicos elementos fueron vistos por Arthur Kinnaird para impedir la desafiliación del Blackburn Rovers la jornada previa a jugarse la final de la copa nacional contra su conjunto, tal como pretendían sus compañeros de equipo y de la asociación. Fue él quien se comunicó en parte con un mundo desconocido y lejano para la gente de su clase.
Con el resultado definitivo a favor para "The Riversiders", el conjunto fundado el 5 de noviembre de 1875 logró ser el segundo club conformado por trabajadores de fábricas en poner de rodillas al alto mando del momento. Antes lo había conseguido su vecino Blackburn Olympic en 1883, que venció al colegio Eton en el estadio Kennington Oval, el cual funciona actualmente como una cancha de cricket.
El trailer de The English Game
Basada en la historia real de Fergus Suter, la serie llamada "The English Game" ("Un juego de caballeros" en español) llegó a la Argentina en marzo pasado. Causó un alto y positivo impacto en los amantes y fanáticos del fútbol gracias a la trama central de la primera temporada dividida en seis capítulos. De coproducción inglesa y estadounidense, el producto dirigido por el egipcio Julian Fellowes fue presentado en sociedad en el famoso y reconocido evento "See What´s Next Netflix" en 2018.
Noticia en muchos portales argentinos y extranjeros por su gran difusión e interés, la serie en cuestión recrea esa rivalidad entre Suter (personificado por Kevin Guthrie) y Kinnaird (interpretado por Edward Holcroft). A causa del éxito veloz, los seguidores ya se preguntaron si habrá o no una segunda temporada. El interrogante aún no tiene respuesta.
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