Trinche Carlovich: pasearon el féretro por la cancha de Central Córdoba, en una despedida al margen de la cuarentena

Rosario despidió a uno de sus máximos ídolos futboleros. El estadio Gabino Sosa de Central Córdoba, lo que en definitiva resultó el patio de su casa, recibió a su gente para darle el último adiós a Tomás Trinche Carlovich. El mito murió a los 74 años en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, después de estar dos días en coma inducido tras el brutal ataque que sufrió, en la zona oeste de la ciudad, para robarle su bicicleta.

En medio de la pandemia de coronavirus, cientos de vecinos de La Tablada, hinchas del Charrúa y amigos del ex futbolista se acercaron a la cancha de Central Córdoba en la soleada mañana rosarina. Ya desde la tarde del viernes una gran cantidad de seguidores del Trinche se habían arrimado a la cancha. Distintos momentos se sucedieron. Un hombre colgó un crespón negro en una columna frente a la puerta de estadio. Hubo besos y caricias al mural de Carlovich, y muchas lágrimas.

Las imágenes del estadio charrúa motivaron un pedido de la fiscalía especial dedicada al coronavirus, que investigará una eventual violación del aislamiento preventivo y obligatorio en la ceremonia donde se despidieron los restos del Trinche Carlovich. Citadas por el portal Rosario3, fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que "si bien se comprende la necesidad de la gente de expresarse y despedir al ídolo, en las actuales condiciones no se puede justificar una excepción que ponga en riesgo todas las medidas de salud".

Rosario -y particularmente Central Córdoba- transitaron 24 horas de profunda tristeza. Según explicó el medio Rosario3, el canchero charrúa conocido como Chupa, ayer había ingresado en soledad a la tribuna donde se sentaba el Trinche. Buscó la zona del ídolo asesinado y ahí se quedó con una pelota bajo el brazo. Situaciones como esas se fueron dando hasta hoy, cuando los hinchas despidieron al ex volante.

El cortejo fúnebre partió poco después de las 10 de la mañana desde Córdoba y Perú, con el camposanto de Granadero Baigorria como destino final. Antes, claro, se desvió para pasar por última vez por el Gabino Sosa, donde lo esperaron unas 400 personas. Cerca de su mural varios carteles rezaban: "Se nos fue un ídolo" y "¡Gracias por tu magia!".

En el terreno de juego transitó el cortejo con el cajón que llevaban sus familiares y amigos más cercanos. Uno de ellos tenía en sus manos una pelota de fútbol, que posó sobre al ataúd. Se vieron ramos de flores, fotos de colección y una bandera de Central Córdoba que envolvió al ídolo. La mayoría de los hinchas estuvieron en la tribuna con barbijos, pero prácticamente no se respetó el distanciamiento social.

Tomás Felipe Carlovich murió durante una operación en la que se trataba de salvarle la vida tras la agresión recibida unos días atrás, cuando le robaron la bicicleta por quinta vez. En definitiva, lo habían matado al atacarlo con alevosía. Trinche nació en Rosario, una tierra donde se respira fútbol y que enaltece a los que mejor juegan.

Carlovich fue bandera por sobre todas las banderas de los clubes. Era un hijo dilecto de Central Córdoba, y de La Tablada, barrio de gente trabajadora y humilde. Esos que hoy lo despidieron en su cancha entre aplausos, emociones, y una ovación final.

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