La Copa de la Liga: Tigre le ganó a Argentinos por penales y será el rival de Boca en la final

¡Qué desahogo Tigre! ¡Qué sufrimiento y, al mismo tiempo, qué felicidad! Le ganó a Argentinos Juniors en los penales y logró el pase a la final de la Copa de la Liga, donde lo espera Boca, que este sábado superó a Racing por penales. El Matador, que tras igualar 1-1 se impuso en los disparos desde los 12 pasos 3-1, disputará el partido decisivo ante el Xeneize este domingo, en Córdoba, a las 16. Tras los goles de Alexis Castro y Gabriel Avalos en los 90 minutos, en la definición por penales celebró Tigre por las anotaciones de Magnín, Prieto y Blondel; mientras que sólo Avalos convirtió para el Bicho; Zalazar remató al travesaño y el arquero Marinelli se lo desvió a Vera.

Se vivió con fervor en Parque Patricios. Es que cada club recibió 18.000 localidades, 15.000 populares y 3.000 plateas, por lo tanto 36.000 espectadores estuvieron en la semifinal que se disputó con tensión y nerviosismo. El historial de 45 partidos favorecía a los del barrio de La Paternal con 20 victorias contra 11 del Matador de Victoria, mientras que hubo 14 empates. Sin embargo, el equipo de Diego Martínez logró imponerse al historial y a ese empate agónico que había conseguido Gabriel Avalos con un golazo. Ese 1-1, a cinco minutos del final, había puesto en duda la superioridad del Matador, pero en los penales confirmó su pasaje con personalidad y determinación.

La definición por penales

Ambos equipos llegaron a esta definición venciendo en los cuartos de final a quienes eran favoritos. Tigre dejó en el camino nada menos que a River por 2-1, mientras que Argentinos superó a Estudiantes por penales tras igualar 1-1 y luego de jugar casi un tiempo con un futbolista menos por la injusta expulsión de Galarza.

En el arranque del partido, Tigre salió con la misma formación que hizo un gran primer tiempo en el Monumental: 4-4-2 con Equi Fernández y Prediger como doble 5, Alexis Castro y Zabala por los costados y la dupla delantera compuesta por Mateo Retegui y Facundo Colidio, dos ex Boca que fueron clave en el trabajo de presión contra los defensores de River.

Gabriel Milito, por su parte, tuvo que hacer modificaciones obligadas en Argentinos: Franco Moyano ingresó por el mencionado Galarza y Marco Di Cesare como líbero por el suspendido Miguel Torrén, por acumulación de amonestaciones.

En los primeros 15 minutos, la presión alta de Argentinos complicó la salida del fondo de Tigre. Y cada robo del Bicho finalizaba con ataques directos, con dos remates de Carabajal que le salieron mordidos. Pero el conjunto de Victoria demostró que puede ser peligroso incluso teniendo menos tiempo la posesión: en un avance de riesgo, Mac Allister le cometió infracción en la puerta del área a Alexis Castro, pero el árbitro Merlos dijo: “siga, siga”.

Las defensas de ambos equipos se imponen a los ataques. A los 28 minutos, apareció el primer amonestado: Fausto Vera, el volante central de Argentinos, por una falta sobre Castro. Y enseguida llegó la primera chance de riesgo, con un zurdazo del lateral Blondel desde afuera del área que se fue cerca del travesaño. Tigre parecía mejorar y se aproximó con dos cabezazos, uno de Retegui y Colidio.

La polémica de la tarde se desató a los 34 minutos, por una violenta plancha de Gabriel Florentín a Prediger. Merlos, en principio, cobró la falta y le mostró amarilla al mediocampista de Argentinos, pero el árbitro de VAR (Héctor Paletta) lo llamó, Merlos revisó la acción en el monitor y cambió el fallo: roja directa y decisión correcta del juez del encuentro.

Eso generó que Milito cambie el dibujo táctico, que pase a defender con cuatro en el fondo y le dio mayor posesión de la pelota a Tigre, pero la roja no le hizo bien al espectáculo porque tensó más las posturas de unos y otros. En un ataque rápido un centro de Colidio fue cabeceado por Zabala y con eso se terminó el primer tiempo.

La segunda etapa comenzó con mucha tensión y nerviosismo. Argentinos porque buscó no dar ventajas con el hombre de menos y Tigre porque la ansiedad por aprovechar ese jugador de más lo llevó a apurarse y resolver mal.

Pero el partido se destrabó a los 9 minutos, con un zurdazo de Alexis Castro al ángulo superior derecho de Lanzilotta; el exSan Lorenzo recibió un centro desde la izquierda de Retegui. Invirtieron roles: el volante llegando como 9 y el 9 cumpliendo la función de wing izquierdo. Muy buen movimiento de ambos. El VAR revisó la jugada, pero Retegui estaba habilitado, en la misma línea.

El gol de Alexis Castro

Milito metió cambios tras el 0-1: David Zalazar por Bíttolo y Nicolás Reniero por Carabajal: y volvió a cambiar el esquema: 3-4-2: Mac Allister, Di Cesare y Villaba; por delante Nuss, Vera, Moyano y Zalazar; y arriba Reniero y Avalos.

Tigre se mostró agazapado para salir rápido de contraataque y aguantó más (por momentos demasiado) en campo propio luego de conseguir la ventaja, pero Argentinos no se dio por vencido. Fue con ímpetu y aunque no tuvo mucha claridad, igual se las arregló para forzar faltas que le posibilitaron tirar centros al área de Marinelli. Así logró un cabezazo Di Cesare, aunque encontró bien parado al arquero.

De porfiado casi consigue el empate antes el equipo de La Paternal: Gastón Verón, que había reemplazado al exhausto Nuss, presionó una salida de Marinelli y tras el error del arquero su remate con zurda no fue eficaz.

La genialidad de Avalos

El que se salió del libreto fue Gabriel Avalos. El 9 de Argentinos resolvió con una genialidad en el área, un zurdazo a colocar (y cayéndose) que se metió en el ángulo superior derecho de Marinelli cuando quedaban cinco minutos para el final del encuentro. Fue curioso porque el centrodelantero no había jugado un buen partido, pero “los 9 son así”, suelen decir los entrenadores. No aparecen, pero cuando aparecen pueden cambiar el rumbo del partido.

Desde lo estrictamente futbolístico, los dos habían hecho méritos para llegar a la final, pero en este tipo de instancias los detalles resultan decisivos. Argentinos dio ventajas con la evitable expulsión de Florentín y Tigre sacó pecho en los penales, cuando más dubitativo podría llegar a estar por ese empate final de Avalos. El Matador quiere volver a festejar como lo hizo en 2019, ante Boca y en Córdoba. ¿Quién le quita la ilusión?

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