Talleres y Atlético Tucumán igualaron 1-1 en Córdoba, por la Copa Diego Maradona, y los cordobeses son punteros

Talleres, de Córdoba, y Atlético Tucumán protagonizaron un entretenido encuentro en el estadio Mario Alberto Kempes en donde repartieron puntos: fue un 1-1 en el que los cordobeses se van más contentos por ser punteros parciales del grupo B de la Zona Campeonato de la Copa Diego Maradona. Javier Toledo abrió el partido, de penal, y Mateo Retegui lo igualó.

Talleres llegaba inflado de confianza por dar el batacazo el fin de semana pasado cuando venció a San Lorenzo (2-0), en el Nuevo Gasómetro; Atlético Tucumán venía golpeado por la derrota ante Banfield (2-0), pero con el antecedente de haber obtenido los 18 puntos que se jugaron en la primera etapa del certamen. Se sabía de antemano que el encuentro que disputarían podría contener una fuerte paridad y un juego atractivo.

Y no fallaron. Porque los dos, por el buen trabajo que arrastran, aspiran a ser la sorpresa del grupo y jugar la final de la Zona Campeonato. De hecho, segundos antes de que suene el silbato de Nicolás Lamolina, desde ambos bancos de suplentes se preocuparon por conocer el resultado del Ciclón (2-2), el rival a vencer.

Lo mejor del partido

La T quiso imponer la localía desde el principio, pero se encontró con un rival que se plantó de igual a igual. Tanto es así que solo bastaron seis minutos para que Heredia y Toledo, el ataque de los tucumanos, se encontraran mediante una pared: el primero filtró un pase exquisito y el segundo entró al área de cara al gol, pero Tenaglia no lo dejó avanzar: con un leve manotazo al hombro, lo desacomodó y el árbitro sancionó penal. Toledo se hizo cargo con un remate fuerte y esquinado que abrió el marcador.

Talleres no encontraba el camino del atrevimiento y movilidad clásicos de sus futbolistas y del estilo que le impregnó su entrenador, Alexander Medina. Apenas dos acciones similares de Fragapane, de izquierda al medio, que no incomodaron a Lucchetti. Ricardo Zielinski, estudioso como es, expuso mediante su táctica que una de las cosas importantes para incomodar era tomar bien de cerca a Tomás Pochettino, su figura, al que no le dieron tiempo para controlar y, por ende, conducir el andar del local. También, con Lotti y Melano controlar las subidas constantes de los laterales Tenaglia y Enzo Díaz, respectivamente. Encima, a los 14 minutos, Marcos Díaz debió solicitar el cambio (ingresó el juvenil Joaquín Blázquez, de 19 años) por una molestia en la zona del pubis.

No obstante, a los 25 minutos, Talleres se dio cuenta que debía despertar y no dejar pasar más minutos con la derrota a cuestas. Apenas sufrió un cabezazo de Melano que pasó cerca: Atlético mantuvo la firmeza y la actitud para plantarse ante un equipo que suele ser dinámico, pero empezó a resguardarse unos metros más atrás. Eso, claro, le permitió el protagonismo a los cordobeses, que hilvanaron desde ahí seis chances de gol, algunas muy claras.

Primero, a Pochettino lo habilitaron dentro del área, pero la defensa del Decano reaccionó rápido para incomodarlo y que su zurdazo sea débil: similar a la acción que protagonizó Retegui a los 37; a los 36 y 41, Komar bajó de cabeza dos pelotas aéreas, pero Fragapane, a través de un remate con su muslo izquierdo, activó los reflejos impresionantes de Lucchetti, mientras que el zaguero colombiano Pérez entró por el segundo palo y remató fuertemente por encima del travesaño. Sobre la hora, remates lejanos de Tenaglia y Pochettino (de tiro libre) encontraron siempre seguro al experimentado arquero.

Tucumán recalculó, seguramente, por el asedio que había empezado a padecer y salió al segundo tiempo otra vez con la intención de jugar de igual a igual. Eso, de hecho, generó que sufra espacios a la hora de la verticalidad de Talleres. Medina también se replanteó cosas y, a los siete minutos del complemento, mandó a la cancha a Joel Soñora (por Méndez), otra de las grandes figuras de su plantel, con la intención de que Pochettino se posicione unos metros atrás.

¿Para qué? Para que el ingresado se haga cargo del manejo del ataque y que el ex hombre de Boca se empezara a hacer más amigo del balón y, de esa manera, su equipo tenga una salida más limpia. O para que haga cosas como la que hizo a los 12: desde atrás de la mitad de la cancha, vio el importante hueco que la visita tenía en la dupla defensiva del sector derecho y metió un pase fuerte y milimétrico para que el colombiano Valoyes ganara en velocidad y definiera con un remate que terminó siendo peligroso pero no efectivo.

La cuestión es que los de Zielinski, en lo general, mantuvieron la compostura y a Talleres le costó mucho romper esa firmeza mostrada en cada línea. Sin embargo, en eso que al Ruso no se le suele escapar, Talleres encontró el empate: la pelota parada. Transcurrían 28 minutos del segundo tiempo cuando Soñora decidió jugar corto un tiro de esquina, movimiento que desconcertó a los de celeste y blanco que defendían en su área: se la devolvieron al hijo de "Chiche", que lanzó el centro con zurda y encontró el cabezazo al primer palo de Retegui para el 1-1.

Ninguno de los dos se conformó con el empate y fueron a buscar. El local empezó a adelantarse y la visita aprovechó esos descuidos defensivos para intentar complicar, pero no logró llegar al arco de Blázquez con claridad. El partido se hizo de ida y vuelta, pero sobre todo luchado. Y todo terminó con el reparto de puntos.

En la próxima jornada, Talleres visita a Gimnasia, mientras que los tucumanos reciben a San Lorenzo.

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