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Sebastián Battaglia y la Copa Argentina: primer trofeo, recuerdo al Chango Moreno, reconocimiento a Miguel Russo y continuidad... en el aire
El interino de Boca consiguió su primera conquista como entrenador, a los 41 años
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“Tengo una parte de mi corazón contenta y otra parte triste. Es alguien que ha compartido conmigo la pensión y muchas cosas muy lindas. Hoy nos tocó salir a la cancha con una noticia muy mala”, dijo, hidalgo, Sebastián Battaglia. Pocos minutos antes había logrado su primer trofeo como entrenador, y nada menos que en Boca, y se hacía un momento para recordar a un ex compañero, Alfredo Moreno, fallecido un rato más temprano a los 41 años. El director técnico, ya campeón de la Copa Argentina tras el empate sin goles y el 5-4 en la definición por penales contra Talleres en Santiago del Estero, tuvo otro gesto: reconocer a su antecesor, que había liderado parte del camino hacia la conquista. “Tampoco quiero dejar de lado el trabajo que hizo Miguel en este torneo. Tuvo el partido con River, que fue muy importante”, aludió a Russo.
Pero él, Battaglia, también de 41 años, tiene su incidencia en ese trayecto. Y vaya si han pasado cosas en su miniciclo. Vaivenes futbolísticos generados principalmente por sus (malas) lecturas para decidir y problemas extrafutbolísticos que lo dejaron expuesto, por culpa de un manejo grupal que lo sobrepasó, quizás, por el perfil bajo que lo caracteriza. Sin embargo, aun con todo eso sobre su espalda, logró los objetivos institucionales y personales en Santiago del Estero: guio al equipo hacia la Copa Argentina, que Boca necesitaba para clasificarse para la etapa de grupos de la Copa Libertadores 2022, y obtuvo su primer título de campeón como entrenador, en el club en el que es el más ganador de la historia como jugador.
A los tropezones, es cierto. Con errores, que trasladaron poca convicción al campo de juego. Incluso con los dolores de cabeza que le generaron los actos de indisciplina de Edwin Cardona, Carlos Zambrano y Sebastián Villa hace una semana. Tras pensar en castigarlos sacándoles la titularidad en un partido, él mismo se metió en el fuego al incluir a los colombianos en el segundo tiempo frente a Newell’s, y así perdió credibilidad ante los referentes, porque cuando el resultado estaba dándole la espalda traicionó una postura que parecía rígida.
Incluso, con lo que significa en Brandsen 805: campeón de dos Torneo Clausura (1999 y 2006), cinco Apertura (2000, 2003, 2005, 2008 y 2011), cuatro Copa Libertadores (2000, 2001, 2003 y 2007), una Sudamericana (2005), tres Recopa (2005, 2006 y 2008) y dos veces europeo-sudamericano (2000 y 2003). No tenía trofeo sin levantar con la camiseta azul y oro. En realidad, sí: justo la Copa Argentina, esa que disfrutó en la noche santiagueña, con la ropa de director técnico xeneize.
Algo que –seguramente– no estaba ni en sus mejores sueños a corto plazo. Sucede que su currículum es acotado como para ya haberse puesto el buzo de entrenador de Boca, más allá de su trayectoria con los pantalones cortos. Su currículum constaba de unos pocos meses en Almagro y su año y medio a cargo de la reserva azul y oro, a la que llevó hasta la final del anterior campeonato, que perdió ante Sarmiento, de Junín.
Una efímera experiencia al mando de grupos profesionales, que quedó expuesta. El comienzo había sido prometedor: invicto en ocho encuentros (cinco triunfos y una clasificación frente a Patronato, por la propia Copa Argentina) y un juego mucho más protagonista, de la mano con lo que pretendía la dirigencia. Obviamente, con errores que hasta ese momento no dañaban. La aparición de juveniles, además, fue un punto destacado. Hasta que se cruzó en el camino River...
La necesidad de afrontar su primera gran prueba generó caos en su mente. Todas las buenas producciones y ejecuciones fueron echadas por la borda. Y empezó la desorientación: los cambios permanentes de formaciones, un bajón futbolístico que se levantó esporádicamente, la repentina prescindencia de casi la totalidad de juveniles a los que les había dado la titularidad y, recientemente, el descontrol en el grupo, hicieron que se lo mirara con desconfianza. El éxito ante Talleres fue un alivio necesario. El balance de los casi cuatro meses de Battaglia se pone en marcha hoy, con todos esos argumentos.
Según mencionaron para LA NACION desde el Consejo de Fútbol, liderado por Román Riquelme, que Battaglia sea campeón no garantiza que continúe en el cargo, ni perderla habría implicado un cierre de su ciclo. “Tampoco hay que ser tan drásticos. Se evalúa todo. Consiguió el objetivo, que era la clasificación para la Copa Libertadores. Y, obvio, también sabemos que hubo resultados malos y que pasaron cosas con los jugadores que no nos gustaron”, dijeron antes de la final de este miércoles. Después, el propio Riquelme, ante TyC Sports, no confirmó ni descartó al santafesino y repitió lo dicho fuera de micrófono por aquel miembro del Consejo: la directiva evaluará el trabajo del DT y decidirá sobre él en las próximas semanas.
Se verá si el Consejo, entonces, resuelve ese diagnóstico con el premio de la renovación. “Yo estaba pensando en ganar hoy. En sumar esto que ganamos hoy. Después se verá... La satisfacción que tengo es muy linda”, comentó el ex volante central. Por cierto, el entrenador experimentó cierto fastidio (sin exteriorizarlo) cuando el vicepresidente bajó del micro a los jugadores para charlar en el vestuario antes de la semifinal contra Argentinos, y luego se sintió solo cuando desde dentro del vestuario filtraron rápidamente la verdad de los comportamientos de Villa, Cardona y Zambrano que el DT había escondido con la escenificación de una “intoxicación”.
Así como el Consejo, que no ha buscado entrenadores para al año próximo, realizará dentro de unos días el balance de su interinato, el hombre más ganador de la historia del club hará su análisis de lo que le dejó un mundo que conocía pero que a la vez lo sorprendió en su ahora posición de entrenador. Por delante aún quedan la última fecha del Torneo 2021 (el sábado frente a Central Córdoba en la Bombonera) y el viaje a Arabia Saudita para enfrentarse con Barcelona, de España, en un amistoso por una copa de homenaje a Maradona. La historia puede mantener la duda hasta el retorno a la Argentina.
Lo cierto es que Battaglia fue campeón del torneo que debía ganar en el semestre. Pero eso no necesariamente lo ratificará en el puesto.
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